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Clasijazz Quintet featuring Francisco Soler plays Curtis Fuller. «El tercer hombre»


José Santiago Lardón 'Santi' - 20 febrero, 2020 - 0 comments

Clasijazz Quintet Plays Curtis Fuller. José Carlos Hernández (trompeta, fiscorno) Antonio González (saxo alto y tenor) Francisco Soler (trombón) Pablo Mazuecos (piano) Bori Albero (contrabajo) Miguel Canale (batería) José Santiago Lardón (presentación y comentarios). Clasijazz, viernes, 21 de febrero de 2020. 19:00 y 21:30 H.

El trombón en el jazz

El trombón tenor de varas —el de pistones ha tenido menos seguidores a excepción de Juan Tizol, Bob Brookmeyer o Mike Zwerin— ha sido esencial en el jazz desde el periodo inicial de Nueva Orleans y posteriormente, con el be bop o el hard bop, actuando a modo de challenger o desafio con la trompeta u otros metales.

En el estilo new orleans el efecto glissando conseguido mediante el desplazamiento rápido de la vara contribuyó a su popularidad. Llamado también bones, para abreviar, ese modo de tocar fue bautizado con el apelativo de tailgate: cuando las orquestas recorrían las calles subidos a un carromato el trombonista se colocaba en sentado en la parte trasera, con la puerta abatida y las piernas colgando, con el fin de poder desplazar la vara sin molestar a sus compañeros.

Al igual que los trompetistas, los trombonistas inventaron un sinfín de técnicas sonoras modificando sustancialmente el sonido del instrumento, sordinas, efecto wah wah y desarrollando una gran variedad de estilos. Destacados fueron desde los inicios Kid Ory, Joe Nanton, Jimmy Harrison, Tommy Dorsey, y de modo especial Jack Teagarden, así como Vic Dikenson o Trummy Young que abrirían el camino a boppers  como Slide Hampton, Frank Rosolino, Kai Vinding o Jay Jay Johnson, desarrollando la complejidad del fraseo sobre el sonido. Luego vendrían Curtis Fuller, Roswell Rudd, George Lewis, Albert Mangelsdorff o Steve Turre.

Jay Jay Johnson llevó las revolucionarias innovaciones del be bop al trombón, creando una escuela y una profunda influencia en todos cuantos vinieron después, entre otros, Curtis Fuller, que siempre confesó su admiración por el maestro. Y después de Johnson, quizás Fuller haya sido el más influyente.

Apunte biográfico

«Puedo tocar y lo sé. No estoy buscando ninguna palmadita en la espalda. No tengo que ser respaldado por nadie. Gano lo suficiente para vivir y comer, y estoy contento con mi música, y eso es todo lo que necesito». Curtis Fuller.

Curtis Fuller (Detroit, Michigan, 1934). Trombonista y compositor. De padres originarios de Jamaica, su primer contacto con la música tuvo lugar cuando con motivo de su séptimo cumpleaños su madre le regaló un trombón escolar. Recibió clases pero las suspendió al morir su madre un año después —su `padre murió antes— y no volvió a coger el instrumento hasta la primavera de 1950, concluida la escuela secundaria en la que estudió rudimentos de música.

Creció en un orfanato y tuvo como compañeros de escuela a Paul Chambers y al trompetista Donald Byrd y conocía al pianista Tommy Flanagan, al trompetista Thad Jones y al vibrafonista Milt Jackson. Su querencia por el trombón pareció despertarse de nuevo cuando una educadora, monja, del orfanato le llevó a un concierto de la banda de Illinois Jacquet de la que formaba parte el legendario trombonista Jay Jay Johnson, aunque también aprendio a tocar el saxo barítono.

Con 16 años y terminados los estudios secundarios asistió a un curso de sociología en la Michigan Stte Normal que luego abandonó. Con cruda sinceridad justificó años después su decisión:

«Era joven y tonto. Solo deseaba ropa y un coche, ya sabes. Después de un tiempo decidí buscar trabajo en la fábrica de aviones Kaiser-Frazer. Tienes que tener dieciocho años para trabajar allí, así que falsifiqué mi edad y entré».

Curtis trabajó allí durante casi un año e, irónicamente, al cumplir los 18 años fue llamado a filas en 1953 y se licenció en 1955:

«Son solo parte de las cosas que has de pagar. De todos modos, tuve la suerte de tener como sargento a Cannonball Adderley —en la banda estaba también el pianista Junior Mance—. Me instó a que volviera al trombón y lo toqué, junto con el saxo barítono en la banda del ejército. Cuando salí del ejército, asistí a la Universidad de Detroit por un tiempo y luego comencé a tocar en Detroit. Toqué con el grupo de John Butt que tenía a Kenny Burrell y su hermano el bajista Bill, Tommy Flanagan y Pepper Adams».

El grupo se separó cuando Kenny Burrell se unió a Oscar Peterson y Curtis se quedó en Detroit trabajando en locales como Blue Bird y Kline’s con Barry Harris y Yusef Lateef. Para entonces ya era un reputado y solicitado músico. Su primera sesión de grabación está recogida en el doble álbum coliderado por John Coltrane

Su primera grabación como líder fue Introducing Curtis Fuller (Transition Productions, 1956), reeditada luego en el doble álbum coliderado por John Coltrane y Paul Chambers High Step (Blue Note, 1955-1956) y contó además con músicos como Dona

ld Byrd, Pepper Adams, Philly Joe Jones, Kenny Burrell y Horace Silver.

Curtido en estas y otras experiencias decidió trasladarse a Nueva York en la primavera de 1957. En abril trabajó brevemente con Miles Davis en el Café Bohemia de la ciudad y luego con la orquesta de Dizzy Gillespie, Sonny Rollins, los hermanos Adderley, Burrell y Duke Jordan, entre otros músicos en los diversos locales.

La llegada de Curtis Fuller a Nueva York como un joven y talentoso trombonista a punto de cumplir los 23 años supuso un revulsivo en su carrera y fue, desde luego, la historia de un éxito inimaginable. Alfred Lion directivo de la mítica discográfica Blue Note y con un singular olfato para detectar nuevos talentos —lo escuchó por primera vez una noche mientras tocaba con Miles Davis— le ofreció un contrato que le abrió las puertas a un abultado número de grabaciones tanto con grandes figuras consolidadas como a su nombre, a un ritmo vertiginoso: un total de 7 sesiones como líder y 24 como acompañante en su primer año en la ciudad.

El 5 de abril registró sus primeras sesiones con Yusef Lateef y a partir de ahí con sesiones cada pocos días junto a estrellas como Paul Quinichette —On the Suuny Side—, Red Garland, Clifford Jordan, Sonny Clark —Sonny’s Crib—, Lee Morgan, Jackie McLean. e incluso John Coltrane —Blue Train—, Bud Powell —Bud! The Amazing Bud Powell Volume 3—, Sonny Clark —Dial’S’ for Sonny y Sonny’s Crib—, a las que seguirían otras muchas a lo largo de 1958, alternando además con otros sellos como Prestige, United Artits, New Jazz o Savoy.

Y a las pocas semanas, el 11 de mayo de 1957, realizó su primera grabación como líder, New Trombone (Prestige) y un mes después la primera como líder para Blue Note The Opener, y de seguido Bone & Bari (Blue Note), Curtis Fuller Volume 3 (Blue Note), Curtis Fuller and Hampton Hawes with French Horns (Status), Jazz… It’s Magic! (Savoy). Curtis Fuller with Red Garland (New Jazz) y así una ininterrumpida nómina de grabaciones como líder o acompañante que se extiende hasta la actualidad.

A modo de reconocimiento en 1959 fue nombrado nueva estrella del trombón en la encuesta de lectores de Downbeat, razón por la que no es exacto referirse a él como un trombonista prometedor.

Finalizando la década de 1950 tocó con el grupo de James Moody y al poco se unió al célebre Jazztet de Art Farmer y Benny Golson participando en la grabación de excelentes álbumes tanto en el periodo inicial como en su relanzamiento en la década de 1980. Con Farmer colaboró en varias ocasiones y con Benny Golson estableció una fructífera y larga asociación que dio como fruto excelentes álbumes a partir de 1958, entre otros The Other Side of Benny Golson (Riverside, 1958), Gone with Golson (New Jazz, 1959), Gettin’ with It (New Jazz, 1959), Take a Number from 1 to 10 (Argo, 1961), One More Mem’ry (1982), Domingo (Dreifus, 1992), I Remember Miles (Alfa, 1993) o One Day Forever (Arkadia, 2001), entre otros.

En 1961 Art Blakey le invitó a unirse a sus Jazz Messengers con quienes permaneció hasta 1965, con algún paréntesis como el de su gira sudamericana en el seno de unos all stars entre los que se encontraban Coleman Hawkins, Roy Eldridge o Herbie Mann o para grabar sesiones como invitado para sellos como Warwick, Smash, Epic e Impulse! Con los Jazz Messengers participó en numerosas giras y en una larga docena de álbumes, entre otros, Mosaic, Caravan, Ugetsu o Free For All, publicados por Blue Note o Riverside. Fue el sexto hombre de la banda y junto a Wayne Shorter y Freddie Hubbard, contribuyó a erigir a esta edición de los Jazz Messenger en una de las más destacadas de la era del hard bop.

Pero además mantuvo un alto perfil como líder de sus propios proyectos, grabando durante este periodo una docena de álbumes como Two Bones con el trombonista Slide Hampton, The Curtis Fuller Jazztet con Lee Morgan y Benny Golson, el excelente Blues-ette de nuevo con Golson, Sliding Easy con Lee Morgan y Hank Mobley, Imagination con Thad Jones y Benny Golson, Boss of the Soul-Stream Trombone con Freddie Hubbard y Yusef Lateef, Images of Curtis Fuller (Wilbur Harden, Lee Morgan, y Yusef Lateef ), Gettin’ It Together (Freddie Hubbard y Yusef Lateef), Soul Trombone (Freddie Hubbard y Jimmy Heath), entre otros.

Una intensa actividad de grabación como líder o como sideman de otros artistas y de trabajo en clubes y festivales a lo largo de medio mundo, entre las que cabe señalar su participación en la gran gira europea de la orquesta de Dizzy Gillespie en 1968.

A lo largo de los años 70 desarrolló una variada actividad profesional. Durante un tiempo experimentó interpretando arreglos de hard bop al frente una banda con instrumentos eléctricos con músicos como el guitarrista Bill Washer y el bajista Stanley Clarke, experiencia recogida en el álbum Crankin’ (Mainstream, 1971). Luego grabó varios álbumes de corte más clásico como Somokin (1971) con Bill Hardman y Jimmy Heat, Fire and Filigree con Sal Nistico o Four on the Outside (1978) con el barítono Pepper Adams. Entre 1975 y 1977 estuvo de gira con la orquesta de Count Basie, codirigió el quinteto Giant Bones con el trombonista Kai Winding —Giant Bones’80 y Giant Bones at Nice— del que formaba parte Horace Parlan, Hank Jones, Mads Winding o Jimmy Cobb y trabajó y grabó de nuevo con músicos como Art Blakey, Benny Golson y Cedar Walton.

En la década de 1980 continuó su intensa actividad como líder, así como miembro del sexteto Timeles All Star —Harold Land, Bobby Hutcherson, Cedar Walton, Buster Williams y Billy Higgins—, que estuvo en active hasta principios de los años 90, y realizó numerosas grabaciones y giras, entre ellas una europea, publicando excelentes álbumes como It’s Timeless (Timeless, 1982), Timeless Heart (Timeless, 1983), Essence (Delos, 1986) o Time for the Timeless All Stars (Early Bird, 1991).

Y en 1982 se incorporó a la reedición del Jazztet de Art Farmer y Benny Golson , participando en giras y grabaciones como Voices All (1982), Moment to Moment (1983), Nostalgia (1984), Back to the City (1986) y Real Time (1987).

Destacable es el álbum Blues-ette Part II (Savoy, 1993) en el que participaron su amigo Benny Golson, el pianista Tommy Flanagan, el bajista Ray Drummond y Al Harewood a la batería, sólida grabación en la que incluyó algunas de las grandes composiciones de Golson

Durante las dos últimas décadas ha continuado actuando con diferentes formaciones y publicando álbumes entre los que cabe destacar, entre otros, álbumes como Keep It Simple (Savant, 2003) para el que contó con un elenco de jóvenes músicos, entre ellos Javon Jackson, último saxofonista de los Jazz Messengers de Blakey, y en el que a través de estándares y temas propio ofrece una atractiva grabación cargada de hard bop y una muestra de su singular sonido.

En este último periodo lideró un sexteto junto al trompetista Al Hood y el tenor Keith Oxman y en la sección rítmica el pianista Chip Stephens, el contrabajsta Ken Walker y Todd Reid a la batería realizando diversas giras y grabando excelentes álbumes como I Will Tell Her (Capri, 2010) o el reciente Down Home (Capri, 2012), que incluye diez temas, seis originales de Fuller y en el que da muestras de que pese a la edad, aún se encuentra en plenitud de sus faculades.

Y el álbum The Story of Cathy and Me (Challenge, 2011) es una confesión pero sobre todo conmovedor homenaje que rinde a su esposa —Catherine Rose Driscoll Fuller— fallecida en enero de 2010, una historia musical de cómo se conocieron y vivieron y en el que a través de intensos temas refleja sus recuerdos personales y una gran variedad de emociones que van desde la emoción a la tristeza, así como cuatro interludios en los que reflexiona sobre sus hijos o la enfermedad de su esposa.

Tras una carrera de más de seis décadas, decenas de grabaciones y un sinfín de conciertos Curtis Fuller es un sobreviviente de la época dorada de hard bop reconocido internacionalmente no solo como intérprete ni como uno de los trombonistas más influyentes y respetados de la historia del jazz, sino además un reputado educador en diveros clinics y programas de estudio de jazz, trabajando con estudiantes y profesionales en prestigiosas instituciones, entre otras, Skidmore College, las universidades de Harvard, Stanford, Pittsburgh y Duke University, el New England Conservatory of Music y el Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas. Y es miembro de la Escuela de Estudios de Jazz de Verano del Estado de Nueva York (NYSSSA).

En 1999 recibió el doctorado honorífico de Berklee College of Music y en 2007 fue nombrado NEA Jazz Master, la máxima distinción concedida a un músicos de jazz en Estados Unidos.

Estilo y personalidad musical

«Me hice trombonista porque todos los trombonistas se licenciaron». Curtis Fuller

Curtis Fuller se inició en la música tardíamente, concluidos sus estudios secundarios. Sin  embargo, de niño estudió el trombón, también el saxo barítono, porque su madre le regaló un trombón escolar al cumplir los 7 años. Tomó clases que abandonó junto al instrumento al morir su madre un año después. Desde entonces y hasta los 16 años creció en un orfanato y puede que fuera entonces cuando se despertó su atracción por el instrumento, acaso espoleado por una actuación a la que le llevó una educadora (monja): la banda del saxofonista Illinois Jacquet de la que formaba parte el célebre Jay Jay Johnson.

Durante el servicio militar cuando retomó la música y la práctica del instrumento, a instancias de Julian ‘Cannonbal’ Adderley integrándose en la banda del ejército de la que también formaba parte el pianista Junior Mance. Tras su licenciatura regresó a Detroit y comenzó a tocar en la banda del guitarrista Kenny Burrell, primero, y luego en la de Yusef Lateef.

En una entrevista bromeó afirmando que se trombonista en el ejército porque “todos los trombonistas se licenciaron”.

Y todo cambió al trasladarse a Nueva York en la primavera de 1957 y, de modo especial, tras firmar contrato para el sello Blue Note, iniciando una meteórica carrera de grabaciones con destacadas figuras, entre otras, con John Coltrane o con Bud Powell, grabando tres temas incluidos en el álbum The Amazing Bud Powell Volume 3, estrategia esta habitual en el fino olfato de cazatalentos de Alfred Lion. La experiencia resultó del agrado del pianista poco dado a los elogios y que al salir del estudio exclamó: «Este cat sabe soplar».

Desde entonces y hasta la fecha publicó una cuarentena de álbumes como líder y un largo centenar como acompañante de primeras figuras de la escena jazzística, liderando sus propios grupos y realizando giras y actuaciones en importantes festivales.

Llama poderosamente la atención aspectos sobre su formación, porque no siguió una reglada, ni asitió a prestigiosas instituciones musicales. Podría decirse que su interés por el jazz tuvo lugar en la infancia en el rico ambiente musical de Detroit: fue amigo y compañero de clase de músicos como Paul Chambers, el trompetista Donald Byrd y conocía al pianista Tommy Flanagan, al trompetista Thad Jones y al vibrafonista Milt Jackson.

En este sentido cabe mencionar la reflexión del trompetista Donald Byrd, también originario de Detroit y amigo desde la adolescencia:

«Lo que ocurre con Curtis es que desde que comenzó a tocar tuvo ese fuego, ese sonido y esas ideas. Siempre se tomó muy en serio la música y por eso siempre ha tratado de saber exactamente qué está haciendo en lugar de fingir nada. De todos los jóvenes trombonistas que he escuchado, es quien posee el mayor potencial como solista y con algo que decir. La mayoría de los intérpretes jóvenes pueden tocar solos buenos y competentes, pero no los llamaría solistas. Curtis lo es».

Y el saxofonista, flautista y compositor Gigi Gryce (1925-1983) confirmó la opinión generalizada de su valía:

«Curtis Fuller posee arrobas y arrobas, toneladas de soul. Posee excelentes cualidades naturales y está obligado a madurar para convertirse en una voz muy importante».

Estudió música de forma informal, aunque se le puede considerar básicamente autodidacta, curtiéndose en diversas bandas, primero en la banda del ejército junto a Cannonbal Adderley, y una  vez licenciado, con las bandas de Kenny Burrell y Yusef Lateef, antes de su llegada a Nueva York, que supuso un meteórico lanzamiento.

Le hubiera gustado asistir a algún centro prestigioso como Juilliard School, por ejemplo, si hubiese ahorrado lo suficiente para la matrícula. Entretanto aprendió en el día a día de las sesiones en directo y en las grabaciones de estudio. Un músico hecho a  sí mismo que aprendió solo y escuchando a los demás. Gigi Gryce cuenta que cuando entró en la big band de Dizzy Gillespie, «al principio no podía leer las partituras con la rapidez que lo hacían los demás, pero no tardó en aprender hasta conseguir leer cualquier cosa al instante».

A Fuller se le adscribe en la línea inciada por el trombonista Jay Jay Johnson —quien en los años 40 llevó las innovaciones del be bop a su instrumento. El propio Curtis ha confirmado en numerosas de ocasiones esa gran influencia e inspiración musical y personal y siempre con muestras de agradecimiento por el estímulo que siempre recibió de él:

«Obviamente, yo y cualquier otro joven trombonista moderno no podríamos dejar de ser influenciados por Johnson. Fue un ejemplo para todos nosotros como lo fue Lester Young para solistas que vinieron después como Stan Getz».

Sobre las continuas comparaciones surgidas entre dos músicos del mismo instrumento, considera que son injustas, porque además de su admiración por Johnson, fueron amigos y tuvo muchas ocasiones de discutir de música con él y de tocar juntos, por lo que es natural que muestre la influencia de alguien a quien tanto respeta:

«Al principio, al comenzar a tocar, todos los músicos fueron influenciados por alguien. Hubo un momento en que Miles sonaba como Gillespie y Dizzy como Roy Eldrigde y Roy como Armstrong».

Pero además no era ajeno a la larga nómina de grandes intépretes del instrumento entre sus influencias y favoritos y que muestra una gran conocimiento de la tradición:

«Jay Jay Johnson y Bob Brookmeyer me causaron una gran impresión, pero también Jack Teagarden, Bill Harris, Urbie Green, Bennie Green, Jimmy Cleveland, Carl Fontana y Kai Winding. Y como favoritos de otros instrumentos Bird, Miles, Diz, Rollins, Bud, Monk, Fats Navarro, Clifford Brown, Art Blakey y Max Roach».

No era un mero imitador, o un epítome, desde sus inicios luchó por buscar su propia voz a partir de ese punto de arranque o influencia johnsian, y ello desde el inicio de su carrera, ya 1955:

«Siempre traté de desarrollar mi propia voz. Recuerdo que en 1955 Clifford Brown me dijo que no me preocupase tanto por buscar mi propio estilo. Me dijo que llegaría en su momento, que era algo que no podía forzar, al igual que no puedes forzar tu soul. Consigues tu soul del ambiente en el que creces y vives y de las dificultades que sufres. Con un jazzman sabes si tiene alma, lo que sea que le haya pasado durante el día cuando por la noche salga a tocar. Entonces adivinarás que suerte de día ha pasado sin necesidad de preguntarle».

Desde joven Fuller se caracterizó como una persona tranquila, con ideas bien asentadas en torno a la música. Se considera conservador pero consciente de que la necesidad de las innovaciones y experimentos musicales y los asumió con entusiasmo, pero siempre con la mirada puesta en la validez y pervivencia de la tradición y no solo en el campo del jazz: es un gran admirador de Strauss, Mendelsson y Wagner, y siente que la música de los siglos XVIII y XIX aún se escucha y se disfruta porque es “muy viva, y tan libre”.

Y una reflexión sobre el arte de la balada, una de las principales pruebas de fuego para cualquier intérprete:

«Tocar una balada es muy difícil, porque a través de ella un músico expresa todo su espíritu, todo cuanto posee».

Férreo defensor de la disciplina en cualquier manifestación artística:

«Cuantas más restricciones haya, más libre se volverá la música». Es la razón de su admiración por Johnson, porque además de excelente trombonista, fue uno de los compositores más importantes del jazz.

Un aspecto destacable de su estilo es la importancia que concede a la improvisación melódica, prefiriendo utilizar una estructura armónica simple que le permita explorar y mejorar un determinado acorde. Ello es evidente, por ejemplo, en “The Clan”, tema original desarrollado a partir de un acorde (re menor).

Fuller cree que cualquier forma de innovación se puede usar en la música, siempre que haya una razón para ello, pero no le gustan las rarezas sin sentido:

«No importa lo que se haga con el instrumento, siempre que se mantenga la calidad del tono y la dinámica”.

En este sentido le preocupa que muchos músicos sacrifiquen el tono musical e incluso su propia sensibilidad con el fin de crear estilos identificables, así como que ciertas técnicas utilizadas con el mismo objetivo restan valor a la expresividad del intérprete:

«Como la música es una expresión de la personalidad y el carácter, el intérprete debiera ceñirse a ello. Por ejemplo, escuchar música tocada en el rango superior extremo del trombón me resulta molesto. Además, me gusta escuchar una trompeta en el registro del trombón”.

Curtis Fuller es un trombonista de gran fluidez, cuyo impecable sentido del tiempo y sus ambiciosos solos lo convirtieron en un pilar fundamental de la escena del hard bop.

Sonido amplio y poderoso, excelente precisión en la ejecución, su notas bien desligadas y sobre todo la soltura que exhibe en los tempos rápidos lo convierten en un instrumentista muy avezado, en la línea de J. J. Johnson. Aunque sus raíces musicales se basan en el blues, agrega a sus cualidades de toque funky un sentido de la melodía que impregna la mayor parte de su improvisaciones en las que inventa frases dignas de un trompetista

Sus ideas melódicas son inventivas y ejecutadas con limpieza, con una articulación rápida y eficaz. Su tono y entonación seguros crean una bruñida brillantez. Sabe mantenerse dentro en sus límites creando una gran empatía con los solistas y en sus solos puede medirse con intérpretes de primera fila, como ya demostró al inicio de su carrera junto a John Coltrane (Blue Train, 1957).

Pero además fue un excelente e ingenioso compositor, acaso reflejo de su personalidad, creador de piezas cargadas de hermosa improvisación lírica, desde su pimera obra —“Blue Sohes, incluida en el álbum homónimo del saxofonista Cliff Jordan en 1957— hasta piezas como “Blues-ette”, “The Clan”, “Court”, “Carvon”, “A la mode”, Mr. L”, “Bit of Heaven”, entre otras muchas, algunas de las que tendremos ocasión de escuchar esta noche a cargo de Clasijazz Quintet con la colaboración especial del gran trombonista de Villena, Paco Soler.

Discografía como líder o colíder

  • Bone & Bari (Blue Note, 1957): Curtis Fuller (tb) Tate Houston (sb) Sonny Clark (p) Paul Chambers (b) Art Taylor (d).
  • Curtis Fuller and Hampton Hawes with French Horns (Status, 1957): Curtis Fuller (tb) Hampton Hawes (p) Sahib Shihab (sa) David Amram (corn) Julius Watkins (corno) Addison Farmer (b) Jerry Segal (d). Publicado en 1965.
  • Curtis Fuller Volume 3 (Blue Note, 1957): Curtis Fuller (tb) Art Farmer (tp) Sonny Clark (p) George Tucker (b) Louis Hayes (d).
  • Introducing Curtis Fuller (Transition, 1957).
  • Jazz… It’s Magic! (Savoy, 1957): Curtis Fuller (tb) Sonny Red (sa) Tommy Flanagan (p) George Tucker (b) Louis Hayes (d).
  • New Trombone (Prestige, 1957): Curtis Fuller (tb) Sonny Red (sa) Hank Jones (p) Doug Watkins (b) Louis Hayes (d).
  • The Opener (Blue Note, 1957): Curtis Fuller (tb) Hank Mobley (st) Bobby Timmons (p) Paul Chambers (b) Art Taylor (d).
  • Curtis Fuller with Red Garland (New Jazz, 1957): Curtis Fuller (tb) Sonny Red (sa) Red Garland (p) Paul Chambers (b) Louis Hayes (d).
  • Another Monday Night at Birdand (Roulette, 1958): Lee Morgan (tp) Curtis Fuller (tb) Hank Mobley (st) Billy Root (st) Ray Bryan (p) Tommy Bryant (b) Specs Wright (d). con Lee Morgan y Hank Mobley.
  • Monday Night at Birdland (Roulette, 1958): Lee Morgan (tp) Curtis Fuller (tb) Hank Mobley (st) Billy Root (st) Ray Bryan (p) Tommy Bryant (b) Specs Wright (d).
  • Two Bones (Blue Note, 1958): Curtis Fuller (tb) Slide Hampton (tb) Sonny Clark (p) George Tucker (b) Charlie Persip (d).
  • The Curtis Fuller Jazztet (Savoy, 1959): Lee Morgan (tp) Curtis Fuller (tb) Benny Golson (st) Wynton Kelly (p) Paul Chambers (b) Charlie Persip (d).
  • Blues-ette (Savoy, 1959): Curtis Fuller (tb) Benny Golson (st) Tommy Flanagan (p) Jimmy Garrison (b) Al Harewood (d).
  • Sliding Easy (United Artists, 1959): Lee Morgan (tp) Curtis Fuller (tb) Hank Mobley (st) Tommy Flanagan (p) Paul Chambers (b) Elvin Jones (d) Benny Golson y Gigi Gryce (arr).
  • Imagination (Savoy, 1960): Thad Jones (tp) Curtis Fuller (tb) Benny Golson (st) McCoy Tyner (p) Jimmy Garrison (b) Dave Bailey (d).
  • Boss of the Soul-Stream Trombone (Warwick, 1960): Curtis Fuller (tb) Freddie Hubbard (tp) Yusef Lateef (st) Walter Bishop Jr (p) Buddy Catlett (b) Stu Martin (d).
  • Images of Curtis Fuller (Savoy, 1960): Curtis Fuller (tb) Wilbur Harden (tp) Lee Morgan (tp) Yusef Lateef (st, fl) McCoy Tyner (p) Jimmy Garrison (b) Milt Hinton (b) Bobby Donaldson (d) Clifford Jarvis (d).
  • Gettin’ It Together (Warwick, 1961): Curtis Fuller (tb) Freddie Hubbard (tp) Yusef Lateef (st) Walter Bishop (p) Buddy Catlett (b) Stu Martin (d).
  • Curtis Fuller & the Jazz Ambassadors. Jazz Conference Abroad (Smash, 1961): Curtis Fuller (tb) Ake Persson (b) Freddie Hubbard (tp) Benny Bailey (tp) Phil Woods (sa) Eric Dixon (st) Sahib Shihab (sb) Patti Bown (p) Buddy Catlett (b) Stu Martin (d). Mucho más que una jam, no sorprenden los excelentes solos teniendo en cuenta los músicos. Grabado en Zurich (Suiza), 1961.
  • Soul Trombone (Impulse!, 1961): Curtis Fuller (tb) Freddie Hubbard (tp) Jimmy Heath (st) Cedar Walton (p) Jymie Merritt (b) Jimmy Cobb (d) DG.T. Hogan (d).
  • South American Cookin’ (Epic, 1961): Curtis Fuller (tb) Zoot Sims (st) Tommy Flanagan (p) Jymie Marritt (b) Dave Bailey (d).
  • The Magnificent Trombone of Curtis Fuller (Epic, 1961): Curtis Fuller (tb) Les Spann (fl, g) Walter Bishop Jr (p) Buddy Catlett (b) Jimmy Garrison (b) Stu Martin (d).
  • Cabin in the Sky (Impulse!, 1962): con una gran orquesta y temas del músical homónimo, Manny Albam (dir, arr).
  • Crankin’ (Mainstream, 1971): Curtis Fuller (tb) Bill Hardman (tp) Ramon Morris (st) Bill Washer (g) George Cables (p) Stanley Clarke (b, bel) Lenny White (d).
  • Smokin’ (Mainstream, 1972).: Curtis Fuller (tb) Bill Hardman (tp) Jimmy Heath (ss, st) Ted Dunbar (g) Cedar Walton (p, pel) Mickey Bass (b) Billy Higgins (d).
  • Fire and Filigree (Bee Hive, 1978): Curtis Fuller (tb) Sal Nistico (st) Walter Bishop Jr (p) Sam Jones (b) Freddie Waits (d).
  • Four on the Outside (Timeless, 1978): Curtis Fuller (tb) Pepper Adams (sb) James Williams (p) Dennis Irwin (b) John Yarling (d).
  • Giant Bones’80 (Sonet, 1980): Curtis Fuller (tb) Kai Winding (tb) Horace Parlan (p) Mads Winding (b) Ed Thigpen (d).
  • Giant Bones at Nice (Ahead, 1980): Curtis Fuller (tb) Kai Winding (tb) Hank Jones (p) John Clayton (b) Jimmy Cobb (d).
  • Curtis Fuller meets Roma Jazz Trio (Timeless, 1982): Curtis Fuller (tb) Danilo Ra (p) Enzo Pietroaoli (b) Roberto Gatto (d).
  • Blues-ette Part II (Savoy, 1993): Curtis Fuller (tb) Benny Golson (st) Tommy Flanagan (p) Ray Drummond (b) Al Harewood (d).
  • Together in Monaco (Amosaya, 1996): Curtis Fuller (tb) Paul Jeffrey (st) John Patton (p) Marc Abraham (b) Michael Scott (d).- Coliderado con Paul Jeffrey.
  • Keep It Simple (Savant, 2003): Curtis Fuller (tb) Javon Jackson (st) Doug Carn (p) Rodney Jordan (b) Fritz Wise (d).
  • Up Jumped Spring (Delmark, 2004): Curtis Fuller (tb) Brad Goode (tp) Karl Montzka (p) Laryy Gray (b) Stewart Miller (b) Tim Davis (d) Jacey Falk (v).
  • I Will Tell Her (Capri, 2010): Curtis Fuller (tb) Al Hood (tp) Keith Oxman (st) Chip Stephens (p) Ken Walker (b) Todd Reid (d).
  • The Story of Cathy and Me (Challenge, 2011): Curtis Fuller (tb) Lester Walker (tp) Daniel Bauerkemper (st) Akeem Marable (st) Henry Conerway III (d) Clarence Levy (perc) Nick Rosen (p) Kenny Bank (p) Brandy Brewer (b) Kevin Smith (b) Tia Michelle Rose (v).
  • Down Home (Capri, 2012): Curtis Fuller (tb) Al Hood (tp) Keith Oxman (st) Chip Stephens (p) Ken Walker (b) Todd Reid (d).

© José Santiago Lardón ‘Santi’ (Febrero, 2020)

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