«Cuando escucho la vieja voz de mi sangre que canta y llora recordando pasados siglos de horror, siento a Dios que perfuma mi alma y en el mundo voy sembrando rosas en vez de dolor». Dorantes, Orobroy. (Letra: Pedro Peña Fernández).
El flamenco —como el jazz u otras músicas de raíz popular— nace de una perentoria urgencia expresiva, como un grito ansioso por comunicar o exorcizar sufrimientos, alegrías o emociones. De origen remoto y atávico surge vinculado al pueblo gitano, se substancia en una voz que clama y un instrumento —una guitarra, unas palmas— que dialogan, en una larga y evolutiva tradición que llega hasta hoy y apunta a un futuro fecundo y creativo. Sencillo en apariencia, pero proteico, de inmensa riqueza. Hoy es universal, sin perder un ápice de su esencia, acaso porque no temió mezclarse —nació mestizo— con otras formas musicales: contemporánea, clásica o jazz, ni asumir el eco de otros intrumentos. Una tradición que promete horizones insospechados.
Larga tradición flamenca asumida por David Peña Dorantes (Lebrija, Sevilla, 1969), nacido en el seno de una dinastía de suma hondura: hijo de Pedro Peña Fernández, nieto de María Fernández Granados ‘La Perrata’, sobrino de Juan Peña ‘El Lebrijano’ y pariente de Fernanda y Bernarda de Utrera. Con tal entorno era normal que de niño comenzará a coquetear con la guitarra —se presentó a algunos concursos—. A los 10 años, fascinado por el piano que había en casa de su abuela paterna María La Perrata, empezó experimentar de forma autodidacta sus posibilidades flamencas, algo insólito con un instrumento aún ajeno a esta música. Urgido por aprender, y tal vez alentado por la familia, ingresó en el Conservatorio Superior de Música de Sevilla, acrecentando su capacidad creadora al hallar nuevas armonías, ritmos y conceptos musicales que transcribir al flamenco. Fue el inicio de una auténtica revolución, que abrió senderos y marcó tendencias. Abandonó las armonías instituidas para la guitarra para transmitir al piano el pellizco y la hondura, y sentó las bases del actual desarrollo del piano flamenco, ardua labor si se tiene en cuenta que no había antecesores ni técnicas establecidas. Urgencia creadora para “sacar todo lo que uno tiene dentro”, porque “necesitaba explorar nuevos sonidos, llevar el piano hasta senderos desconocidos”, según sus palabras.
Debutó a los 22 años en el Real Alcázar (Sevilla) ante los Reyes de España, y se dio a conocer al gran públicó en 1998 con el álbum Orobroy (pensamiento en caló) cuyo éxito entre entendidos y público general le colocó en la primera línea del género. Los puristas alabaron su técnica, los aficcionados su valentía innovadora y la crítica, purista y no purista, unánime a sus pies. Y de seguido invitaciones y conciertos: Festival Jazz Plaza de La Habana, donde compartió cartel con Jack Dejohnette, Steve Turre, Roy Hargrove, Michel Camilo, Danilo Pérez o David Sanchez. Y así durante cuatro años recorriendo escenarios con figuras del jazz o de la clásica por Europa, Asia o América.
Bautizado como “el flamenco del siglo XXI” o “la joya del piano flamenco”, en 2002 volvió a sorprender a público y crítica con su segundo álbum, Sur, donde el piano se arropa con otros instrumentos acercándose al sonido de las grandes orquestas y con un cierto toque de romanticismo clásico. Nuevas giras por escenarios internacionales y un ramillete de galardones: tres Giraldillos en la Bienal de Flamenco de Sevilla (al mejor solista, mejor música original y el especial del público) y premio Flamenco Hoy 2003 como mejor disco instrumental.
En 2006 recibió el Giraldillo Momento Mágico por su actuación junto al cantaor Miguel Poveda y la bailaora Eva La Hierbabuena. En 2007 realiza el concierto de clausura del Flamenco Festival London, y en 2008 lleva a cabo una novedosa experiencia interpretando en directo junto a la Orquesta Nacional de Tokio su obra Sur Sinfónico, cuyo éxito le revalidó la invitación para 2009.
En 2009 fue invitado al Festival Midem (Cannes), inauguró el IX Festival Flamenco de Boston, realizó la dirección musical de Flamenco Sinfónico, obra concebida para orquesta para la que compuso para todos los instrumentos. Estrenada en Etnosur, permaneció durante un mes en el Teatro Coliseum de Madrid.
En 2010 recibió la máxima distinción otorgada por la Red Cultural Internacional para la Cooperación Luna Mora del Mediterráneo por su destacada trayectoria profesional internacional, siendo nombrado Embajador Cultural. Y el Ministerio de Cultura de España le invitó a formar parte de la Institución Pública Fundación de Cultura Gitana por su aportación a la cultura e internacionalización de la música flamenca. Fue invitado, además, a inaugurar la serie latina del prestigioso Festival de Jazz de Montreal y la cantante Noa le invitó al Festival de Jazz de Israel, cruce cultural del que surgió el proyecto Hispánico-israelí que recorrió durante el verano importantes escenarios.
En su tercer álbum, Sin muros! (2012), asume nuevos conceptos musicales, tesituras y sonoridades y su piano ahonda más en lo flamenco. Estrenado en la Bienal Flamenca de Sevilla con al cantaor El Pele como invitado, el concierto recibió un nuevo Giraldillo. Y de nuevo a los caminos: Festival Internacional de Piano de Antalya (Turquía), Festival de Jazz de Montreal 2012, Spoleto Festival (Estados Unidos), Festival Jazz Donosti, San Javier Jazz Festival, Rhino Jazz Festival, Jazz Sur son 31, Teatro Barts (Barcelona), Auditorio Nacional de Música de Madrid, Teatro Central de Sevilla, Festival de Musica y Danza de Granada o el Teatro de los Campos Eliseos. Y una gira internacional con el proyecto Free Jazz Flamenco Trío, con el contrabajista francés Renaud Garcia-Fons y el búlgaro Theodosii Spassov, intérprete de kaval (flauta sin embocadura tradicional de los Balcanes y Turquía).
En 2014 estrenó, por encargo del Festival Internacional Cervantino de México, la gran producción para Orquesta y ensemble intercultural Mediterráneo sin muros!, junto a grandes instrumentistas de 7 países mediterráneos (entre ellos el acordeonista Lionel Suárez, Hany El Badry o el griego Yanis Papaiounnu).
En la Bienal de Flamenco de Sevilla de 2014 presentó el proyecto Flamenco Acordes, pensado a dúo piano-contrabajo junto al contrabajista Renaud Garcia-Fons, origen de su último álbum, Paseo a dos, que vio la luz en octubre de 2015, y del que la crítica ha escrito: «Se escuchan ecos de inspiración muy variada: de la mejor tradición pianística española al barroco o la música experimental, con composiciones compartidas y mucha libertad para recrearlas. Y siempre al servicio del flamenco más genuino… Música para un universo donde los límites se diluyen en pura fantasía». Fermín Lobatón, Babelia (26.12.2015).
A lo largo de su carrera han compartido escenario con artistas de muy diferentes estéticas musicales. Cantaores y cantaoras como Enrique Morente, Carmen Linares, Esperanza Fernández, Pitingo, Paco Fernández, El Lebrijano, Lole Montoya, Alba Molina, Susheela Raman, El Barrio, El Pele, José Mercé, Miguel Poveda, Fernando Terremoto, Diego Carrasco, Rafael de Utrera, José Valencia, Tomás de Perrate, Inés Bacán, Haze, Chiquetete, Arcángel, Pitingo, Estrella Morente, Carmen Cortés, Diego ‘El Cigala’ o Noa. O instrumentistas como José Ángel Hevia, Gerardo Núñez, Cañizares, Jorge Pardo, Carlos Benavent ,Tino Di Geraldo, Keshab Canti Showdhury, Michael Camilo, Chucho Valdés, Randy Newman, Renaud García-Fons, Theodosii Spassov, Tomas Gubitsh , Vicente Amigo o Tomatito.
Sus composiciones han sido interpretadas por Omar Sosa, Kenny Werner, Chick Corea, Ara MaliKian, Wim Mertens o Yeduhi Menuhin, y desde la orilla clásica por formaciones como Orquesta Nacional de Tokio, Orquesta Nacional Radio Sofia, Orquesta Filarmónica de Andalucia, Sinfónica de Málaga, Cuarteto Celtiberia, Orquesta de Córdoba, Orquesta Filarmónica de Qatar. El Ballet Nacional de España le propuso una colaboración especial, como artista invitado, junto a Aída Gómez y Antonio Canales, quienes bailaron sus creaciones a lo largo de más de cuarenta funciones en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.
Entre otros escenarios ha visitado Sadler`s Wells (Londres), Midem (Cannes), Royal Albert Hall (Londres), Skirball Theater (NY), Lisner Auditorium (Washington DC), Bozar/Palacio Bellas Artes (Bruselas), Theatre Al´Hamabra (Ginegra), Lobero Theatre (California), Nuevo teatro Nacional de Tokio, Sumida Thriphony Hall (Tokio), Lobero Theatre (California), Teatro Manzoni (Italia), Suzanne Dellal Center (Israel), Teatro Maestranza (Sevilla), Palau de la Musica (Barcelona), Auditorio Nacional de Musica (Madrid), Antalya Kultur Merkezi (Turquía), Cemat Resit Rey Salonoy (Estambul), Rotterdamse Schouwbur (Holanda), Mayson Sinfonic Montreal (Canadá), La Grande Halle de la Villette (Paris), Bulgaria Concert Hall (Sofía), Auditorium Parco della Musica (Roma) o Concertgebouw Brugge (Bélgica).
Premios y distinciones
Premio Demófilo al artista revelación (1997). Premio nacional de la crítica Flamenco Hoy al mejor álbum 1999, por Orobroy. Tres Giraldillos de la Bienal de Sevilla 2002 por el álbum Sur (a la mejor música original, al mejor espectáculo y el especial del jurado). Premio nacional de la crítica Flamenco Hoy 2003 al mejor álbum instrumental del año, por Sur. Premio nacional de la crítica Flamenco Hoy 2004 al mejor dvd de flamenco del año. Giraldillo al momento mágico 2006: Dorates/Poveda /Hierbabuena. Premio Demófilo a la mejor producción del bienio 2008. Hijo predilecto de la ciudad de Mairena del Aljarafe (2008). Nominado a los Premios de la Música, por Cuando El Lebrijano canta se moja el agua (2009). Premio Nacional de Música al Joven Creador 2009, de la Fundación Pública de Cultura Gitana y el Ministerio de Cultura.
Discografía
Orobroy (Chrysalis, 1998).
Sur (EMI, 2002).
Sin muros! (Universal, 2012).
Paseo a dos (E-motive Records, 2015)
JAVI RUIBAL (BATERIA, PERCUSIÓN)
Javier Ruibal (El Puerto de Santa María, Cádiz, 1983). Inmerso en un entorno musical —es hijo del cantautor Javier Ruibal—, empezó a tocar la batería a los 13 años, según cuenta «se dejaron una batería en el estudio de casa tras un ensayo de mi padre, me encerré varias horas y cuando salí sudando como un pollo, le dije a mi padre: ¡Quiero tocar la batería!».
Inició su carrera profesional a los 15 años acompañando a su padre. Estudió en la Escuela de Música Popular en 2003. Después en Madrid con Guillermo McGuill, y entre 2004 y 2006 en la Escuela de Música Creativa donde complementó su formación en lenguaje musical y piano complementario. En 2007 recibió clases durante tres meses en Cuba de Ruy Lopez Nussa (batería ) y Adel Gonzalez (conga). En 2009 asistió a un cursillo intensivo de swing en Nueva York con Ian Froman. Además es ingeniero de Sonido titulado por el C.E.V (2000).
Confiesa que al principio tocaba de forma autodidacta, por encima de los discos, y luego en encuentros informales con bateristas de su entorno (Domi González de los Cucas o Juan Sainz de la Big Band y El Barrio, con una fuerte fuerte influencia de Alfonso Gamaza, multiinstrumentista gaditano y bajista de su padre, quien le explicaba patrones y formas de entender el ritmo).
Baterista y percusionista por igual, se considera un batería que piensa más como percusionista, que explora los sets híbridos mezclándolos, lo que ha moldeado su forma de pensar y tocar. Interactua con otros instrumentos, improvisa y conversa con los demás músicos. Cree esencial tener excelente tempo, oído, creatividad y mentalidad abierta. Piensa que pese a las diferencias entre batería y percusión, es clave estudiar ambos, así como otros instrumentos, porque ayuda a entender lo que sucede en el escenario.
Pese a su juventud, es ya un reputado músico solicitado por numerosas formaciones y colaboraciones, además de su padre y del pianista Dorantes. Con sus amigos, el guitarrista José Recacha y el bajista Daniel Escortel, forman la banda Glazz, con tres álbumes editados: Let’s Glazz (2008), Cirquelectric (2011) y Take 1 (2012). En enero de 2015 estuvieron en Clasijazz acompañando a Javier Ruibal en la presentación del álbum Quédate conmigo. Hacen música de fusión, poco convencional, plena de texturas, mezcla de jazz, rock progresivo, flamenco y otras músicas, con un sonido propio. Han recorrido grandes escenarios de España, Tokyo, Líbano, Londres o Amman, y salas como Galileo Galilei (Madrid), Central Lechera (Cádiz) o Teatro Echegaray (Málaga).
Entre sus influencias cita a músicos con los que ha tocado como su padre, José Recacha, Munir Hossn, Tito Alcedo y Alfonso Gamaza, y entre los que no a Pat Metheny, Paco de Lucía, Sting o Beatles. Como bateristas: Stewart Copeland, Gene Lake, Omar Hakim, Dennis Chambers, Steve Jordan o Bill Bruford, y como percusionistas a Piraña, José Antonio Galicia, Bandolero y Naná Vasconcelos.
Acerca de su colaboración con Dorantes dice que es «un gran placer, es un músico muy original y de una calidad técnica y humana increíble. El repertorio que tocamos es vivo y enriquecedor y se disfruta cada nota. Fue una gran alegría que me llamase para tocar con él. Y por si fuera poco me está dando la oportunidad de tocar con otros músicos increíbles como Renaud García-Fons, Francis Posé, Javier Moreno, Esperanza Fernández o Arcángel».
David Peña Dorantes (piano) Javi Ruibal (batería, percusión). Clasijazz 4 de febrero 2016.
José A. Santiago Lardón ‘Santi’ (1 de febrero de 2016)
