Marzo Mezquida & Chicuelo Trio – 7-8-2025
Jueves 7 de agosto en Cable Inglés, Marzo Mezquida & Chicuelo Trio. Mientras la luna llena baña con su luz las tranquilas aguas del mar… el sonido de la guitarra, el piano y la percusión inunda el espacio, invitando a todas las almas, románticas o no, a seguir soñando … Justo cuando piensas que no puedes sorprenderte más con los artistas… ¡sucede de nuevo! Esta vez con una formación de un guitarrista que toca guitarra española, un pianista y un percusionista. Y los tres tan talentosos, tan apasionados por su arte… tan vivos…
Los géneros musicales se mezclan entre sí, sin dejar a nadie indiferente. Melodías latinas y ritmos españoles… jazz y melodías tradicionales… en algunas piezas alternando con el nostálgico compás del vals… El legato conduce suavemente al staccato y viceversa… Mientras la música es fuerte e invita a bailar… de repente todo se calma… del fuerte al suave… y de nuevo… Estos mismos cambios son los que me sorprenden, me encantan y realmente me conmueven…
Los músicos están todos alegres… ríen mientras tocan con el alma… y esta energía positiva la trasladan a su música y, por supuesto, al público… La gente, completamente cautivada por el espectáculo, mira el escenario con absoluta concentración y con una sonrisa. Y luego, al final de cada pieza, todos aplauden de pie…
El sonido de la guitarra… que se combina armónicamente con el piano y la percusión… te embriaga… Una dulce sensación de libertad y euforia… Al principio… piensas que la guitarra protagoniza… luego… piensas que es el piano quien guía. En realidad… todos los instrumentos colaboran entre sí a la perfección. Momentos especiales ocurren cada vez que el pianista se levanta de su asiento y toca, golpeando las cuerdas o las teclas del piano, creando ritmos y melodías que cambian de repente el estilo de la pieza. Hay veces que observo al guitarrista tocar con los ojos cerrados… como si estuviera dominado por sus sentidos y se dejara guiar por la música… y cuando toca… sus largos dedos se mueven hábilmente como acróbatas que equilibran de cuerda en cuerda…
El percusionista toca rápido y con estilo, como si sus movimientos ejecutaran una coreografía perfectamente realizada… La mayoría de las veces toca usando mazos o escobillas o muchas veces solo sus manos. Combinando el cajón y el djembe crea una sensación acogedora y más suave… Además, el udu, el instrumento de percusión, como un jarro, cada vez que se escucha en manos del percusionista, si cierras los ojos es como escuchar gotas de agua caer en un pozo profundo…
La música hace aflorar colores… imágenes… pensamientos… emociones… nostalgia… paz… melancolía… alegría… entusiasmo… todo en las dosis adecuadas para transportarte a un lugar diferente cada vez… Desde la primera hasta la última melodía… cada pieza un cuento diferente… de esos que estás ansioso por saber cómo terminan pero al mismo tiempo quieres que la narración dure para siempre…
Los caminos (“Camonos”) con las alternancias musicales de cada artista por separado y todos juntos como conjunto… del rápido al lento, del suave al fuerte… me recuerdan a caminos serpenteantes… que se vuelven cada vez más complejos a medida que progresa la música… Un momento caminos nevados junto a un río… y al siguiente… caminos inundados de flores mientras al borde hay un gran acantilado y el espectador se deja guiar por la música para llegar al otro lado… Y esa pieza increíble… “El faro de los deseos”… dedicada a todas las personas que sufren… con el piano evocando música en un baile de hadas…. Al principio… las notas son muchas… como lluvia… luego los acordes se vuelven más estables… como los sueños y deseos que toman forma… y es como si las melodías, a través de rápido, lento, fuerte, suave, expresaran todo tipo de deseos… desde los más simples y obvios hasta los más complejos y ocultos que a veces ni te atreves a narrarte a ti mismo…
Al salir… me siento feliz pero también triste al mismo tiempo. Es una de esas experiencias que necesitas caminar solo dejando que los pensamientos y la música que acabas de escuchar se asienten dentro de ti… para entregarte a cada sentimiento… una de esas noches que deseas que nunca termine… Quizás uno de los mejores conciertos a los que he asistido en mi vida.
Crítica de Zoi Michailidou