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Clifford Brown with Strings. «Swinging Strings for trumpet»


- 4 julio, 2019 - 0 comments

Duccio Bertini (dirección, transcripción) Julián Sánchez (trompeta solista) Sección de cuerda de la Orquesta Sinfónica FIMA: Violines primeros: Alejandro Romero, Nel Cardo, Ana Querol. Violines segundos: Fernando Gallardo, Guillermo Bustamante. Violas: Alberto Saldaña, Berta Rodríguez. Cellos: Octavio Santos, Carmen Ballesteros. Cuarteto de jazz: Arturo Palenzuela (guitarra) Pablo Mazuecos (piano) Iván Vallejo (contrabajo) José Carlos González (batería). Clasijazz, jueves, 4 de julio de 2019. 21:00 H

¿Strings & Jazz?

¿Jazz y cuerdas? Antiguo interrogante que acude ahora a la memoria tres décadas después. Entonces, mediada la década de 1980, transitaba absorbido por hilarantes estéticas neovanguardistas, freejazzistas, fusionistas o hardboperas de alto voltaje —sin menoscabo de querencias rockeras duras, muy duras, o clásicas de amplio espectro—, con cierto y acusado sentimiento de traición hacia los fundamentos de la tradición y la inquietante sensación de dejar de lado algo de vital importancia, de que me estaba perdiendo obras fundamentales de ese inabarcable universo que es la música, toda la música.

Fue entonces cuando conocí a Lou Bennett (1926-1997), cronopio organista del ¡Hammond B3! —su continuo in transformation Bennett Machine, pedales de bajo incluidos— y maestro de esa suerte de gumbo jazz fuertemente salpimentando con gospel, funk y blues. En una de sus habituales visitas musicales al Georgia, creo que la segunda, y durante una tarde de reposo tras un copioso almuerzo, sentado al sol y arropado con una mullida manta, me preguntó con una delirante mezcla de spanishenglisfrench y acento indescriptible imposible de reproducir por escrito: «¿Tienes Charlie Parker con strings?». No, no lo tenía, ni se me hubiera ocurrido, ¿prejuicios?, ignorancia. Así que nos conformarnos con las sesiones de Parker para el sello Dial y entre corte y corte, merienda de café con leche y galletas María —le encantaban, mojadas al modo de Proust con su célebre madalena—, repetición reiterada de “Now’s the Time”, fue desgranando un denso, divertido y con sustanciaso master class en torno a las virtudes de las cuerdas en el jazz. Mucho de lo poco que aún sé sobre jazz lo aprendí de aquel entrañable músico y muy querido amigo…

Para su siguiente visita, pocos meses después, ya sí que tenía Charlie Parker with Strings pero también más cuerdas, mucho jazz with strings, cuerda para rato.

¡Strings, Strings, Strings!

El acompañamiento de cuerdas en el jazz, aún no siendo habitual, es un hecho que se remonta a bien antiguo en la historia y que tentó a jazzistas de todo tipo desde el clasicismo del swing, el be bop, hasta la actualidad. Una modalidad que en sentido estricto se circunscribe a músicos de jazz que interpretan jazz con secciones de cuerda de mayor o menor envergadura, descartando, por ejemplo, orquestas sinfónicas que interpretan composiciones de jazz o la llamada tercera vía (third stream), suerte de mixtura de elementos clásicos y jazz.

Se cita como piedra angular, o punto de partida, de esta tendencia el célebre álbum Charlie Parker with Strings que recoge las sesiones de 1949 y 1950, pero sin embargo con anterioridad se grabaron otras sesiones con este formato como por ejemplo las realizadas por Dizzy Gillespie en 1946 con cuatro clásicos de Jerome Kern y arreglos de Johnny Richards, editados en sendos 78 rpm de difusión limitada como Dizzy Gillespie with Strings por el sello Cleff Records, bloqueado por los escandalizados testaferros de Kern ante lo que consideraron herética profanación y no publicados de nuevo hasta 1980 por el sello Phoenix. Y aún antes, las bandas de Jean Goldkette y Paul Whiteman usaron cuerdas en la década de 1920, y en 1936 el clarinetista Artie Shaw grabó con un cuarteto de cuerdas y, por ejemplo, a mediados de la década de 1940, las orquestas dirigidas por Harry
James, Stan Kenton, Glen Miller o Tommy Dorsey solían incluir secciones de cuerda en sentido estricto o en el seno de una formación con más instrumentos.

Pero fueron precisamente las citadas sesiones de Charlie Parker las que en cierto modo legitimizaron la idea, en gran medida por la predominante posición de Bird como innovador e inflencia seminal. Desde entonces fueron casi legión los artistas que abrazaron esta idea cuasi romántica de aderezar with strings al menos una grabación, claro, siempre que el presupuesto lo permitiese, y que en muchos casos dieron lugar a excelentes trabajos, incluso a algunos de sus mejores álbumes.

Abundan los ejemplos de álbumes muy recomendables con cuerdas, entre otros muchos, los de adscripción be bop como el de Parker, cool —Stan Getz o Paul Desmond, hard bop —Cannonball Adderley o Clifford Brown—, de vanguardias de mayor o menor radicalidad —Gary Burton álbumes Hot House (Concord, 2012) junto a Chick Corea o Seven Songs for Quartet and Chamber Orchestra (ECM, 1974) con ´composiciones del gran Mike Gibbs inspiradas en música de ambas orillas, clásica como Messiaen o Charles Ives y jazzística, como Miles Davis o Gil Evans.

Y no menos recomendables son los publicados por figuras  como el trompetista Roy Eldridge, el pianista Phineas Newborn Jr., los saxofonistas Stan Getz y Art Pepper, los guitarristas Wes  Montgomery y Russell Malone,, el trombonista J.J. Johnson, el pianista Bill Evans o el trompetista Tom Harrell… Sin olvidar los grabados por grandes vocalistas como Billie Holiday Carmen McRae, Ella Fitzgerald, Shirley Horn o Diana Krall.

Por lo general, aunque no necesariamente, jazz with strings hace referencia a un estilo de interpretación que se centra más en la melodía a través de frases nítidas y emotivas que en una experimentación formal o armónica para crear un mensaje sonoro hermoso, dulce, arrobado o pasional pero en modo alguno predecible o empalagoso, jamás cursi, sobre todo merced a la sabiduría de arreglistas y compositores doctos en la labor de escribir para cuerdas sin forzarles a hacer swing, sino ubicándolas en un contexto jazzístico al que dotan de un matiz de insospechada brillantez. En este caso, en los mejores álbumes con cuerdas que son todos los antes citados, las cuerdas, lejos de abrumar la voz del solista, la realzan y elevan.

Música hermosa, hermoso jazz, y que sin embargo hubo de arrostrar un aluvión de críticas deleznables y al desprecio de fanáticos o puristas —a ambas cosas a la vez—, vieja historia de sobra conocida a lo largo de toda la historia del jazz, desde sus mismos orígenes hasta hoy.

Nota bene: al final del texto se incluye el apéndice discográfico Vibrations Jazz with Strigs for a Happy Summer a modo de útil recomendación veraniega.

Hermosa música: Clifford Brown with Strings

De esta suerte de jazz de hondura hermosa y sutil delicadeza es la música que anida en el álbum Clifford Brown with Strings (EmArcy, 1955) y a la que se dedica esta segunda sesión de la residencia artistica jazz with strings.

La grabación original incluía a miembros habituales de Brown —Richie Powell (piano) George Morrow (contrabajo) Max Roach (batería) y la adición del guitarrista Barry Galbraith— además de una sección de cuerdas integrada por 6 violines, dos violas y un cello, con arreglos y dirección del gran Neal Hefti, responsable entre otros  trabajos del histórico Mr Atomic de Count Basie.

En este caso la sesión corre a cargo del trompetista granadino Julián Sánchez en el rol de solista estelar cuasi Brownie, sección rítmica de jazz —fabuloso cuarteto integrado por el pianista Pablo Mazuecos, el guitarrista Arturo Palenzuela, el contrabajista Iván Vallejo y el jovencísimo José Carlos González a la bateria—, sección de cuerda de nueve miembros—5 violines, 2 violas y dos cellos— bajo la certera batuta de Duccio Bertini, de nuevo obligado a transcribir en el papel pautado del pentagrama la música que a sus oídos y sensibilidad llega, nota a nota, instrumento a instrumento, partitura a partitura, creativo pero siempre fiel al espíritu de la letra, al mismo corazón de la música.

El With Strings de Clifford Brows ocupa lugar de honor entre los más hermosos álbumes de jazz con cuerdas grabados hasta la fecha. Su voz luminosa y lírica, su hondura melódica se ciñe a las cuerdas con tal sutileza, para generar un entramado sonoro semejante al revoloteo de una mariposa sobre un campo florido. Todo ello merced a los hermosos arreglos de  Hefti, pero sobre todo a la mágica manera de leer las melodías de Brown

A diferencia del Focus de Stan Getz —al que se dedicará la siguiente sesión— este álbum no estaba dirigido a la improvisación y en cada una de las 12 canciones los solos de Brown quedan restringuidos, en general, a los adornos temáticos durante la segunda mitad de cada corte.

Hermosa música y hermosas canciones, grandes clásicos y auténticas joyas del repertorio jazzístico. Tres fueron escritas por Jerome Kern, dos por Richard Rodgers y el resto autoría de  no menos preclares compositores: George Gershwin, Eubie Blake, Bob Haggart, David Raksin, Ann Ronell y Joseph Russel Robinson y para cerrar el álbum la impresionante redondez del “Stardust” de Hoagy Carmichael.

Clifford Brown with Strings está tan cerca de la perfección que más que rozarla traza una línea tanjente con ella y esta sesión en la que se le rinde sentido tributo no es el mero reflejo que devuelve el espejo, sino que como sucede en toda expresión artistica, es un destello nuevo, una nueva imagen/creacción fruto de la personalidad individual de cuantos se asoman al espejo, de cuantos participan en la obra, músicos y director.

Repertorio

Yesterdays (Kern), Laura (Raskin); What’s New? (Haggart); Blue Moon (Rodgers, Hart); Can’t Help Lovin’ Dat Man (Kern); Embraceable You (Gershwin); Willow Weep for Me (Ronnell); Memories of You (Blake); Smoke Gets in Your Eyes (Kern); Portrait Of Jenny (Robinson); Where Or When (Rodgers, Hart); Stardust (Carmichael).

Strings at Clasijazz

A lo largo de la historia de Clasijaz han pasado por su escenario notables ejemplos de jazz con cuerdas, Vayan algunos ejemplos, el cuarteto del vibrafonista Arturo Serra presentando un proyecto con orquesta de cuerdas y viento de standards americanos y composiciones originales, con arreglos de Arturo Serra y la Orquesta Sinfónica FIMA, allá por marzo de 2015 y en septiembre de dicho año la interpretación del saxo alto Antonio González de clásicos de Charlie Parker también con la colaboración de la Orquesta Sinfónica FIMA y el pianista Marco Mezquida; la monumental puesta en escena del mítico álbum de Billie Holiday Lady in Satin que tuvo lugar en febrero de 2018, también con la Orquesta Sinfónica FIMA al completo, coro de voces, una extraordinaria Susana Sheiman como solista indiscutible y un colosal Duccio Bertini como timonel absoluto y responsable, además, de la transcripción de las partituras, dado que no se conservaban notaciones de la grabación original. Titánica tarea y aldabonazo mundial.

Y cuerdas —junto a otros instrumentos de cámara— alentó la impresionante creación del saxo alto malagueño Ernesto Aurignac bajo el apelativo de Ernesto Aurignac Strings Ensemble plays Originals & Standards, presentada en mayo de 2018, por citar algunos ejemplos, sin olvidar la anterior sesión de este ciclo de residencia artística, de nuevo con Bertini al frente de la FIMA en un repertorio también inédito de composiciones de Tom Jobim con las voces de Rocío Asensio y Ruth Becerro.…

Clifford Brown ‘Brownie’

Clifford Brown (Wilmington, Deleware, 1930-Pennsylvania, 1956). A los 15 años su padre le regaló una trompeta. Estudió armonia, instrumento y teoría musical, piano, vibráfono y contrabajo. Aún adolescente conoció a Miles Davis y Fats Navarro, dos de su principales influencias. En 1949 sustituyó durante un breve periodo a Bennie Harris en la big band de Gillespie. En 1950 un accidente le dejó inmovilizado y tras su recuperación su carrera experimentó un giro vertiginoso. A los 22 años era una figura destacada de la trompeta y comenzó a trabajar con Tadd Dameron, Charlie Rouse, Percy Heath, Art Blakey o Lionel Hampton, con quien realizó una gira europea de la que quedan testimonios discográficos. Fue despedido porque en solía frecuentar las jams sessions durante los after hours de numerosos locales parisinos.

Con 23 años debutó como líder para Blue Note —destacable fue su versión de “Easy Living”—. Por sugerencia de Parker Art Blakey le contrató para sus Jazz Messengers (At Birland, Blue Note, 1954).

En 1954 tuvo lugar un hecho decisivo, conoció al baterista Max Roach. Juntos fundaron y codirigieron un quinteto mítico y seminal que renovó la escena del jazz y uno de los pilares esenciales del hard bop. El quinteto contó con el tenor Harold Land, al final sustituido por Sonny Rollins, el pianista Richie Powell —hermano menor del mítico y también pianista Bud— y el contrabajista George Morrow. El impacto de la banda fue extraordinario y su influencia decisiva en la historia del jazz.

Las primeras sesiones de grabación para el sello EmArcy, tuvieron lugar el 2 de agosto de 1954 y las últimas el 17 de febrero de 1956, publicando en tan solo dos años álbumes considerados obras maestras absolutas: Clifford Brown & Max Roach, Study in Brown, At Basin Street o Clifford Brown with Strings (con orquesta de cuerda dirigida por Nat Helti). En estos trabajos el joven trompetista dio rienda suelta a su arte, primero con Harold Land, luego con Sonny Rollins, creando ambos un vocabulario renovado que va marca las bases del hard bop: de ahí la afirmación de que no se puede entender el hard bop sin la figura de este extraordinario trompetista: sus solos constituyen una leccion magistral en el sentido pleno de la palabra.

Pese a su prematura muerte en accidente automovilístico —fatídica noche del 26 de junio de 1956 que se llevó también al pianista Richie Powell— trabajó y grabó con una copiosa nómina de grandes del jazz entre los que cabría citar, amén de los citados, a John Lewis,
Russ Freeman, Shelley Manne, Kenny Drew, Zoot Sims y un largísimo etcétera.

Su sensible, delicado y poderoso estilo melódico —trompetista de voces o trompeta que canta, podría decirse— fue muy solicitado para acompañar y grabar con legendarias cantantes como, por ejemplo, Dinah Washington (Dina Jams, 1954), Sarah Vaughan (Sarah Vaughan with Clifford Brown, 1954) o Hellen Merryl (Hellen Merryl with Qince Jones, 1955), álbumes que nadie debiera dejar de oir al menos una vez en su vida, sobremanera quienes han decidido hacer de la voz instrumento expresivo.

Su última grabación tuvo lugar en marzo de 1956 junto a sus colegas del célebre quinteto pero publicada a nombre de Sonny Rollins como Sonny Rollins plus 4 (Prestige). Tres meses después tuvo lugar el fatídico accidente que se llevó ademas a Richie Powell. Clifford tenía entonces 26 años.

*

¿Que aportó, Clifford Brown al jazz? Basándose en la concisión formal que Fats Navarro había aplicado al be bop, Clifford liberó su música de las ataduras métricas, aplicó la variabilidad del volumen y resolvió el problema de la temática en el sentido de recuperar la “historia a contar”.

Sonoridad poderosa, precisión y constante mesura incluso en las notas vibrantes caracterizan un estilo muy técnico. Tiende a las notas limpias y a doblar el tiempo (en la linea de Fats Navarro), pero con una inspiración más fresca y una gran capacidad de generar largas frases melódicas. Su estilo reside en una articulación variada y compleja (habrá que esperar a Marsalis para ver innovación en este terreno) y un sentido melódico excepcional. Es una síntesis precoz pero lograda de todas las innovaciones del be bop en el seno de un discurso tan puro y coherente como el de un Armstrong o un Bix Beiderbecke.

Su importancia en la historia del jazz trasciende la del instrumentista, improvisador y compositor —de su autoría son numerosas canciones hoy clásicos—, sino que es además innovador y fundamental en la génesis y desarrollo del hard bop como dejó patente tanto en su quinteto junto a Max Roach como en su estancia en formaciones esenciales de este estilo como fueron los Jazz Messegers de Art Blakey o el quinteto liderado por Horace Silver.

Su influencia será tan importante como las de Miles, Dizzy y Fats para todos los grandes trompetistas de generaciones posteriores: Lee Morgan, Freddie Hubbard, Booker Little o Woody Shaw, así como para muchos que aún no habían nacido cuando murió: Wyton Marsalis, Wallace Roney, Terence Blanchard o Roy Hargrove…

Y Arturo Sandoval estudió de forma especial su estilo y le brindó tributo en el álbum I Remember Clifford (GRP, 1991) con un repertorio de canciones de Brown o asociadas a él, como la que da título al álbum o la balada original de Sandoval que cierra el álbum “I Left This Space for You” en la que busca con éxito un retrato sonoro de la personalidad de Clifford y que apostilla en las notas del álbum:

«Todas las personas con las que he hablado y que conocieron a Brownie, coincidieron en describir su corazón y su sencillez como artista. Modestia, sentimiento, dignidad, virtuosismo, no es un mal legado… Con todo mi corazón y alma ofrezco este sincero trabajo a uno de los mejores trompetistas de todos los tiempos, un hombre que dejó su huella como persona y como artista».

Unánime coincidencia de opiniones en torno a un hombre esencialmente bueno que corrobora el crítico Dan Morgenstern en las notas del álbum Clifford Brown with Strings a la par que añade reveladores aspectos de su personalidad:

«Sin duda alguna, Clifford era un joven excepcional. No cayó en ninguna de las actividades propias de la agotadora vida del músico de jazz, pero no menospreció a quienes lo hicieron. Fue, tal vez debido a su comienzo tardío en la música, pero más probablemente por su profundo amor por la interpretación, un intérprete constante y diligente. Para las sesiones de grabación, era probable que apareciera más de una hora antes para limpiar su trompeta, calentar y prepararse mentalmente para el trabajo. Era un experto matemático y un excelente jugador de ajedrez… Y fue incondicionalmete amable y generoso con todos los que se cruzaron en su camino».

En los últimos años su figura ha experimentado un gran resurgimiento en gran medida debido al reconocimiento de  su figura por parte de la comunidad jazzística internacional, pero también por otras razones: los sucesivos homenajes celebrados en Wilmington, su ciudad natal, al que acudieron muchas leyendas del jazz —Benny Golson y Jimmy Heath, entre otros—, o la repercusión del documental Brownie Speaks. The Life, Music & Legacy of  Clifford Brown (2014) dirigido por Don Glanden y que recoge entrevistas con Benny Golson, Sonny Rollins, Jimmy Heath, Donald Byrd, Lou Donaldson, Harold Land, Wynton Marsalis o Arturo Sandoval, entre otras relevantes representantes del jazz. El mismo Rollins declaró que era «una gran película sobre un gran hombre».

Decisivo en este renacer browniano fue la creación de la Clifford Brown Jazz Foundation (CBJF), con la finalidad de fomentar y promocionar el jazz y el estudio y la memoria del trompetista y Nick Catalano —profesor de música y literatura de la Pace University y miembro y director de arte de dicha fundación— publicó su primera y única autobiografía autorizada y aprobada por la página web de Brown y la fundación, con el título de Clifford Brown: The Life And Art Of The Legendary Jazz Trumpeter (New York, Oxford University Press, 2000).

Julián Sánchez (trompeta)

Julián Sánchez (Huétor Vega, Granada, 1980). La música siempre estuvo presente en su hogar de mano de su padre. A los nueve años y estando en el seno de la banda de música de su pueblo natal, su tío Luis le regaló unas grabaciones de Benny Carter, Roy Eldridge y Charlie Parker. Desde entonces se sumergió en el jazz compartiendo afición con colegas de su ciudad y combinándola con los estudios de música clásica en el Conservatorio Superior de Música de Granada y de Magisterio Musical en la Universidad de dicha ciudad. Con el tiempo creció su amor por la improvisación y el jazz hasta que la necesidad le empujó a Barcelona donde encontró el ambiente propicio y un alto nivel musical entre compañeros de los que aún sigue aprendiendo. Obtuvo el Título Superior de Jazz por la ESMUC (Escola Superior de Música de Catalunya), formando parte al mismo tiempo de la escena jazzística más destacada de la ciudad condal. Después complementó su formación en Nueva York becado por la Generalitat de Catalunya y la Junta de Andalucía y a donde viaja periódicamente para perfeccionar junto a referentes de la trompeta de la escena  jazzística internacional como Joe Magnarelli, Ralph Alessi, Tony Malaby, Ingrid Jensen y Avishai Cohen, entre otros. Fue proclamado ganador del II Certamen Internacional de Solistas de Alcañiz (Teruel).

Su sentido musical y su increíble energía puesta siempre al servicio de la música y de las personas, le ha llevado a formar parte de grandes proyectos internacionales tanto a nivel discográfico como en giras y conciertos junto a relevantes artistas como Chano Domínguez (Chano Domíngez, New Flamenco Sound), Perico Sambeat (Voces y Flamenco Big Band ambos publicados por el sello Verve), Bruce Barth, Dave Santoro y Rudy Royston, Jorge Pardo, Rubem Damtas, Nou Nonet de Joan Monné, Horacio Fumero Trio, Jordi Rossy, Paul Stocker, Samuel Torres, Dick Oatts, Bob Mintzer, Enrique Oliver Quintet, Ramón Cardo, Toni Belenguer, Tomasito, ‘el Piraña’, Mario Rossy, Sonora Big Band de Cádiz, Joven Big Band Nacional, Big Band de Terrassa, Big Latin Band de Barcelona, Pedro Cortejosa Septet, Juan Galiardo, Sergio Pamies Grupo, Big Acustic Band, La Canalla, Javier Ruibal, Miguel Poveda, Michael Tomas, entre otros.

Ha actuado en numerosos festivales y clubes de jazz nacionales e internacionales repartidos a lo largo del mundo: Festival de Jazz de San Sebastián, North Sea Jazz Festival, Nice Jazz Festival, Vienna Jazz Festival, Festival Jazz Terrassa, Voll-Damm Festival Internacional Jazz de Barcelona, Festival de Jazz de Madrid, Jazz en La Costa (Almunécar, Granada), Jazz In Situ de Quito (Ecuador), Jazz Festival Warsaw (Polonia), así como en escenarios como el Carnegie Hall y otras salas y clubes de referencia de la escena de Nueva York.

Además de su faceta como sideman, manifiesta su gran compromiso con la música a través de la composición y creación de sus propios proyectos como Sánchez y Galiana Dúo en coliderazgo con el pianista Javier Galiana y cuya producción discográfica alcanza ya tres volúmenes publicados por el sello Nómada 57 de Barcelona: Aires I (2009), Aires II (2011) en colaboración con el cuarteto de cuerda Murillo y Aires III (2016); la formación Sindicato Ornette junto al saxofonista malagueño Ernesto Aurignac, el contrabajista argentino Paco Weth y el baterísta catalán Ramón Prats publicando el concierto en directo Live at Clasijazz; Parkeland Nonet (álbum homónimo publicado por Sedajazz Records), el colectivo barcelonés Free Art Ensemble (FAE) que aglutina grandes músicos emergentes de la actualidad del jazz nacional herederos del legado free de los 60 y con re gistros discográficos como Free Art Ensemble + Agustí Fernández (Discordian Records, 2012) y Cap de toro (Discordian Records, 2015) o Free Art Three (Free Art Three, 2013, 2015); la banda Tumbando a Monk, sexteto de jazz latino que rinde tributo al legen dario pianista Thelonious Monk que publicó el álbum Abriendo el Thelonious (Rizoma, 2015) aunque grabado en 2011, entre otros muchos trabajos y colaboraciones, con artistas de la talla de Ernesto Aurignac, Pedro Cortejosa o su reciente colaboración con la violinista y perfomer malagueña Luz Prado, recogida en el álbum  con composiciones propias One, Two, Free Fall (Underpool, 2017), presentado en Clasijazz en junio de 2018.

Su espectacular arreglo bajo el nombre de Ravelio del 1º movimiento Allegro Moderato (Très doux) del Cuarteto para cuerdas en fa mayor de Maurice Ravel estrenado junto a la Clasijazz Big Band en el Auditorio Municipal Maestro Padilla de Almería es algo fuera de lo común.

En el terreno docente ha sido profesor en el Conservatorio Superior del Liceo de Barcelona, del Conservatorio Superior de Valencia y ha impartido numerosos workshops, cursos y seminarios. En la actualidad imparte clases en el CAMM (Centro deArte y Música Moderna de Málaga).

Ha grabado infinidad de álbumes de otros ámbitos musicales entre los que cabe reseñar el magnífico y multilaureado Las Coplas del querer (Universal, 2009) del cantaor Miguel Poveda, donde su oficio y versatilidad queda manifiesta con sólo oir “Vente tú conmigo”, copla que abre el primer Cd, así en la segunda “Ojos verdes” y sucesivamente, en un fértil diálogo con la violinista Olvido Lanza.

Considerado en la actualidad como uno de los trompetistas más valorados de la escena jazzística europea, sobresalen valores como su depurada técnica, su condición de pasional intérprete y sobre todo el de ser un investigador nato de nuevas sonoridades. Su afán e inquietud le llevan a ahondar en territorios musicales de la más diversa adscripción, desde el jazz más clásico, como en este sentido tributo al inolvidable Clifford, a manifestaciones del free más radical, la libre improvisación o las sonoridades de su Brasil querido, esa tierra de promisión musical infinita que transita recientemente.

Duccio Bertini (dirección, transcripción)

Duccio Bertini (Florencia, 1968) Arreglista, compositor y director de orquesta, en la actualidad desarrolla sus proyectos musicales entre Italia y España. A los 8 años inició el estudio del piano dirigido por su padre Sergio, pianista que le inculcó la pasión por el jazz. A los 14 comenzó a estudiar clarinete con Dario Goracci (de Maggio Musical Fiorentino Classical Orchestra) y después saxofón con Mirko Guerrini, Nico Gori, Marco Bini, Renato Cordovani, Daniele Malvisi, Pietro Tonolo y Barend Middlehoff. En 2008 se graduó en jazz en el Conservatorio de Música de Bolonia G.B. Martini.

Estudió composición y arreglos de jazz con Klauss Lessmann, Giancarlo Gazzani, Giancarlo Schiaffini, Bruno Tommaso, Mario Raja y Roberto Spadoni; música para cine con Luis Bacalov (premio Oscar) y dirección de orquesta con Carlomoreno Volpini y dirección de orquesta de jazz con Bruno Tommaso.

Fue finalista y ganó varios concursos internacionales de arreglo y composicòn para orquesta de jazz, entre otros, primer premio en la XVI International Competition Bargajazz 2003, en cuyo jurado participó el saxofonista norteamericano Lee Konitz, y en 2004 y 2005 ganó el tercer premio en la citada competición. En 2006 fue finalista en la I International Competition for Arrangement and Composition of PiacenzaJazz.

Ha colaborado como director, arreglista y compositor con numerosas formaciones de diverso formato (combos, bandas, big bands, orquestas sinfónicas), entre otras, Obiettivi Sonori (2003), Incapaci Orchestra, band del cómico italiano Alessandro Paci (2004), One Nite Stand (2004), Millennium Bug’s Orchestra, dirigida por Mirko Guerrini (2004–2005), Blue JazzBand (desde 2001); Frances Swing Orchestra (2005-2006), Radio 39 Orchestra (2006), Verona Improvisers Orchestra (desde 2007), Futura Jazz Orchestra (desde 2007), deciBel Orchestra (desde 2008), Cromatos Project (desde 2009), Barcelona Jazz Orchestra (2012), Big Band Banda Municipal de Granada (Retroback Festival, Granada 2012), Cam Big Band (desde 2012), Rainbow Jazz Orchestra (desde 2012), Andalucia Big Band (2012, 2014), No Slavery Life Orchestra (2012), Original Jazz Orquesta del Taller de Musics (Barcelona, 2013, 2014, 2015), Royal Big Band (Stockholm, 2013), Collettivo Musicadabra Extended (Giotto Jazz Festival, 2013), USAL Big Band (Salamanca, 2013, 2015), Eskimo Jazz Band (2013,2014), Città di Grosseto Symphonic Orchestra (2013), La Locomotora Negra (Voll-Damn Festival Internacional de Jazz de Barcelona, 2013), Florentine Swing Orchestra (2014), EMM Big Band (Vilafranca, 2015), Duccio Bertini Big Band (2015).

En la actualidad desarrolla importantes proyectos con los que ha realizado conciertos tanto en Italia como en Europa. Es director, compositor y arreglista de la Futura Jazz Orchestra, integrada por 17 músicos y considerada como una de las mejores orquestas de jazz contemporáneo en Italia, así como de laRainbow Jazz Orchestra, también de 17 miembros y con sede en Florencia, con la que grabó el álbum A View on Standards (Temps Record, 2014) en el que participó Perico Sambeat, y sobre el que el saxofonista David Liebman escribió en las liner notes: “La música es realmente excepcional, bien hecha y Perico toca de manera fantastica”. Y desde 2015 dirige además la Duccio Bertini Big Band, conbase en Barcelona.

Ha escrito más de 180 arreglos y composiciones para combos (jazz, rock, blues latin), y más de 120 arreglos y composiciones para big band y orquestas de jazz, además de suites para orquestas sinfónicas y composiciones para orquestas de cámara (cuarteto de cuerdas, conjuntos de viento). En noviembre de 2013 la prestigiosa asociación ‘Amici del Loggione del Teatro alla Scala’ de Milan le encargó la composición de un cuarteto de cuerda y clarinete (Quintet for Strings & Clarinet) estrenado en Milán.

Como docente ha impartido cursos y masterclass de dirección de big band, arreglos y composición para combos y grandes formaciones en numerosas escuelas, entre otras, Taller de Músics de Barcelona, Universidad de Salamanca, SedaJazz (Valencia) y Scuola CAM (Florencia, Italia). En la actualidad es profesor de Arreglos y Composición de Jazz en el Conservatorio de Protenza (Italia).

Ha participado en prestigiosos festivales, entre otros, Festival On the Road of Pelago (1994), 50 International Festival of Mandorlo in Fiore in Agrigento (1995), International Festival of SchlossHof 2004 (Germany), 13 International Festival of Dixieland in Tarragona (Spain), NeustadtNacht Festival 2006 (Germany), Civitavecchia Summer 2005, Cittadella Jazz and More 2006 of Viareggio, TschirgArt Jazzfestival 2007 (Austria), Valsugana Jazz Tour 2007, Millenium Concert (Rignano sull’Arno, 2008), Retroback Festival (Granada, 2012), Giotto Jazz Festival 2013. Y realiza conciertos en Italia, España, Alemania, Suecia y Austria.

Ha colaborado y tocado con destacados artistas, entre otros, Perico Sambeat, Scott Hamiltom, Patti Wicks, Joyce Yuille, Gianni Basso, Claudio Fasoli, Fabrizio Bosso, Marco Tamburini, Fabio Morgera, Nico Gori, Mirko Guerrini, Ignasi Terrasa, Franco Nesti, Walter Paoli, Alessandro Galati, Claudio Giovagnoli, Rossano Emili, Riccardo Onori, Susana Sheiman, Esteve Pi, Dani Alonso, Javier Delgado, Carlos Bermudo, Nacho Megina, Karima, Nicola Vernuccio, Lello Pareti, Andrea Melani, Dario Cecchini, Stefano Scalzi, Luca Mariannini, Sergio Gistri, Diego Carraresi, Paco Peña, Stefano Rapicavoli, Tony Cattano, Emanuele Parrini, Francesco Maccianti, Filippo Pedol, Giovanni Sanguineti, Daniele Gorgone, Mirco Rubegni, Luca Signorini, Ian Da Preda, Federica Gennai, Piero Bittolo Bon y Piero Borri.

Labor heroica

Encomiable y titánica labor la que Bertini viene realizando desde hace tiempo en Clasijazz, manifiesta, por ejemplo, en la serie de conciertos didácticos dirigidos a escolares concluida hace unos días, o al frente de  la Clasijazz Big Band Swing & Funk junto al maestro Arturo Sandoval, o la que perdura en el recuerdo con ardiente centelleo y que tuvo lugar hace ahora un año: transcripción y dirección del mítico álbum Lady in Satin de Billie Holiday al frente de la Orquesta Sinfónica FIMA y con la cantante Susana Sheiman como solista y el coro de voces de Mª Cruz Romera, Mar Salvador, Mª Ángeles Castaño y Ana Pedrosa o como la anterior sesión Antônio Carlos Jobim Sinfónico.

Selección discográfica

  • Duccio Bertini & Susana Sheiman, A Day in Barcelona (Temps Record)
  • Duccio Bertini & Rainbow Jazz Orchestra, A View on Standards (Temps Record, 2014)
  • Franco Nesti & Duccio Bertini, Cromatos Project (Caligola Records)
  • Duccio Bertini Quintet, Moving Off (Splasc-h Records)
  • Futura Jazz Orchestra, Introducing FJO (Relampago)
  • DeciBel Orchestra & Jubilation Gospel Choir with Joyce Yuille, Millennium Concert Live at Rignano 2008 (ADR-001)
  • Futura Jazz Orchestra, Live at Teatro Metastasio 2010(video) (Relampago)

Reseñas críticas

«Me he impresionado la maestría musical del álbum A View on Standards (Duccio Bertini & Rainbow Jazz Orchestra), prueba de su talento para la escritura de jazz. Le deseo mucha suerte en tus proyectos musicales. Creo que Duccio tiene grandes perspectivas de futuro». Sammy Nestico

«Un proyecto muy elegante y los músicos que participan son buenos». Paolo Fresu.

«La música de Duccio Bertini es realmente excepcional». David Liebman

«Un repertorio de arreglos de standards que interpretan de maravilla… Un álbum pleno de energía». Jordi Martì Fabra (Enderrock)

«Arreglos creativos e interesantes, con espacio para la improvisación». George Hulme (Jazz Journal).

«Arreglos escritos con buen gusto, impecables, ligeros y sutiles como cirros en un caluroso día de verano». Vincenzo Roggero (All About Jazz).

«Duccio Bertini es un joven arreglista atento a la potencialidad de los solistas y timbres de la orquesta que mezcla en un contexto moderno».Vittorio Formenti (Mescalina)

«Su firme raíz en su propia cultura e historia le permiten mirar alrededor y hacia adelante; o sea un ADN pleno de curiosidad, sin prejuicios y sin provincianismo, esencial en lenguajes como el jazz orquestal, que exigen una sólida mezcla de habilidad práctica, gran capacidad para confrontarse con la gente —músicos y no músicos—, lucidez en el proyecto y en su elaboración y dosis industriales de perserverancia y dedicación». Bruno Tommaso (contrabajista, director, arreglista y ex director de la European Youth Orchestra).

Orquesta Sinfónica FIMA

Una de la tres orquestas sinfónicas de Almería (junto a la OCAL y la OJAL), la Orquesta Sinfónica de la Fundación Indaliana para la Música y las Artes (FIMA), conocida como la FIMA, nombre que comparte con la fundación privada que la sustenta. Ambas, orquesta y fundación, fueron creadas por un grupo de músicos almerienses, treinta en total, gran parte de ellos profesores del Real Conservatorio Profesional de Música de Almería y de otros centros como los de El Ejido y Roquetas de Mar. Tras esta iniciativa está Pablo Mazuecos pianista y profesor del Conservatorio, inagotable motor de la música de esta ciudad en susmúltiples variantes, desde el jazz al dixie a través de la asociación del Club Indaljazz hasta este otro último proyecto. “Fue una idea de un grupo de músicos almerienses y llevamos ensayando desde hace meses. La orquesta está dirigida por el violinista y director almeriense Emilio José Fenoyque la define como: “Un proyecto idealista, pero con base, es un proyecto de futuro”. El director considera que, además de potenciar la cultura en Almería, la Orquesta FIMA colaborará con la Orquesta Ciudad de Almería (OCAL) y que no habrá trabas ni obstáculos entre ellas. Los conciertos de presentación de la orquesta tuvieron lugar los días 28 y 29 de junio de 2011 en el teatro Cervantes de la capital.

Integrada por una gran plantilla, tanto en número de músicos como en calidad, con invitados de diferentes rincones de Europa y con el violinista y director almeriense Emilio Fenoy a la cabeza, ya ha dado pasos de gigante, interpretando un amplio repertorio de los más importantes compositores, como por ejemplo el programa dedicado a L.V. Beethoven, Sinfonía nº 5 en Do menor, op 67 (14.12.2014), una de las obras más importantes y conocidas de la literatura musical de todos los tiempos.

Entre sus actuaciones más recientes cabe destacar las del pasado 1 de marzo en el concierto Chico y Rita. Tributo a Bebo Valdés, junto a la Big Band Clasijazz, en el Auditorio Municipal Maestro Padilla, la del 22 de marzo de2015 junto al cuarteto del vibrafonisa valenciano Arturo Serra en la sede de Clasijazz, o las interpretaciones de signficadas obras de la historia del jazz como Journey into Jazz de Gunther Schuller o Parker with Strings con Antonio González como saxo solista que tuvieron lugar en la sede de Clasijazz el 22 de septiembre de 2015 bajo la batuta de su director titular Emilio Fenoy y el más reciente Lady in Satin dedicado al mítico álbum de Billie Holiday y con la cantante Susana Sheiman como solista, estrenado en Clasijazz del 17 de junio de 2018.

Y como una gran orquesta, o una big band, es un organismo mudable, cambiante y flexible que precisa amoldarse a las urgencias precisas de la expresión musical, es su oriente y su instrumento expresivo, su razón de ser. En esta ocasión, la brillantez lírica y melódica que alienta en Clifford Brown with Strings es la responsable de su peculiar configuración restringuida a la típica seccion de cuerda.

Vibrations Jazz with Strings for a Happy Summer

El verano es tiempo de holganza, de descanso, de vacación quien la hubier, de asueto sobrado para placeres infinitos, como por ejemplo el incomparable placer de una atenta escucha musical de alguno o todos estos maravillosos álbumes con mucha cuerda.

  • Charlie Parker:With Strings (Mercury, Verve, 1949-1952)
  • Clifford Brown:With Strings (EmArcy, 1955)
  • Cannoball Adderley: Cannoball Adderly and Strings / Jump for Joy (EmArcy, 1958)
  • Paul Desmond: Desmond Blue (BMG, 1961, 1962)
  • Wes Montgomery:Fusion! (Riverside/OJC 1963)
  • Stan Getz:Focus (Verve, 1965)
  • Bill Evans: Bill Evans Trio with Symphony Orchestra (Verve, 1965)
  • Art Pepper: Winter Moon (OJC-1980)
  • J. Johnsson: Tangence (Polygram, 1994)
  • Phineas Newborn, Jr.:While My Lady Sleeps (Bluebird/RCA, 1957, 1958)
  • Tom Harrell:Paradise (RCA, 2001)
  • Russell Malone:Heartstrings (Verve, 2001)
  • Gary Burton: Seven Songs for Quartet and Chamber Orchestra (ECM, 1974)
  • Gary Burton & Chick Corea: Hot House (Concord, 2012)

Y como postre, aperitivo o a todas horas, Billie Holiday: Lady in Satin (Columbia, 1958)

© José Santiago Lardón ‘Santi’ (Julio, 2019)

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