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Ernesto Aurignac & Moisés P. Sánchez Dúo. «Mirando al futuro»


- 12 diciembre, 2020 - 0 comments

Ernesto Aurignac & Moisés P. Sánchez Dúo. Ernesto Aurignac (saxo alto) Moisés P. Sánchez (p). Clasijazz, viernes, 18 de diciembre de 2020. 20:00 H.

Mirando al futuro

Dos de las figuras más relevantes del jazz nacional unen su pasión por el jazz, la composición, los arreglos vanguardistas y la improvisación, en un encuentro íntimo a la par que imprevisible y espontáneo. Un cara a cara de una pureza y sonoridad cargadas de múltiples sugerencias en el que la diversidad de estilos y las personalidades únicas de ambos dialogan y se potencian. Ambos sienten el debido respeto por la tradición jazzística —que es una reveladora mirada al mañana—, y con ese legado como bagaje ofrecer propuestas al futuro con temas propios, arreglos personales de clásicos y poderosas improvisaciones. ¡Pura energía en escena!

Aurignac es uno de los saxofonistas más destacados del jazz europeo e internacional actual, posee un dominio exquisito y vertiginoso del instrumento y se mueve con hábil destreza entre la tradición de esencia parkeriana y la vanguardia del jazz.

Sánchez es uno de los valores más importantes del piano de jazz europeo, concibe la música de forma única, sin establecer límites ni fronteras entre géneros, sino con una amplia perspectiva sobre la improvisación, los arreglos, la armonía y la composición.

Ambos comparten visiones y ambiciones comunes, su afán por quebrar, u obviar, fronteras entre géneros musicales, su aguda mirada de futuro, su afán por la composición, su valentía por asumir retos de gran envergadura, incluidos inusitados proyectos orquestales, los convierten en rara avis en el panorama jazzístico nacional e incluso europeo, tal como reseñó el crítico Pablo Sanz refiriéndose al estreno de PlutónMetropoli, El Mundo, 2 de marzo de 2020— «No hay apenas referentes sonoros de este tipo en nuestro país, a excepción de la revisión jazzística de la Consagración de la primavera que realizó el pianista Moisés P. Sánchez. Fuera de nuestras fronteras… sí, siendo quizás el referente más claro para nosotros el latido visionario, emocionante y orquestal de la gran Maria Schneider».

En esta ocasión rinden homenaje a la revolucionaria música de Charlie Parker (1920-1955) con motivo del centenario de su nacimiento, interpretando —pero sobre todo, recreando— algunas de sus obras más emblemáticas con arreglos propios y mucho espacio para la improvisación, como hubiera gustado al maestro que vivió mirando al futuro, como quiso retratarlo Julio Cortázar en el relato El perseguidor

«Esto ya lo toqué mañana, es horrible, Miles, esto ya lo toqué mañana»

Juntos, esta noche, pero mirando al mañana, tripulando su singular nave musical del tiempo, nos fascinarán con sus fantasías de piezas inolvidables como “Lover Man”, “Boddy & Soul” o “Yardbird Suite”.

Ernesto Aurignac (saxo alto)

Ernesto Aurignac (Málaga, 1982) Licenciado en saxofón por el Conservatorio Superior de Málaga. A los 18 años se trasladó a Barcelona donde estudió de forma autodidacta jazz, armonía moderna e improvisación. Allí tocó en la calle para costearse los estudios y la manutención. Después se fue a Madrid y hará algo más de cuatro años volvió a Málaga y ahora reside en Fuengirola. En su horizonte, otro de sus sueños, anidaba el deseo de ir a Nueva York para tocar y grabar y de allí se trajó un saxofón que perteneció al legendario Phil Woods, acaso el que éste heredara de Charlie Parker.

Ha actuado a lo largo y ancho de toda la geografía española cosechando siempre éxitos de crítica y público, además de en New York, Finlandia, Polonia, Ecuador, Francia, Chile, Australia, Rusia, Alemania, Portugal, Inglaterra, Canadá y México.

Imparte clases en seminarios de jazz nacionales e internacionales como profesor de saxofón, iniciación al jazz, combos y armonía moderna y ha compartido elenco de profesores con músicos de la talla de George Garzone, Seamus Blake, Dave Kikoski, Peter Berstein, Bob Gullotti, John Lockwood o Steve Grossman.

Ha trabajado en multitud de formaciones con músicos como Chano Domínguez, Perico Sambeat, Gilad Hekselman, Eric Alexander, Albert Bover, Javier Colina, Marc Miralta, Alain Perez, Albert Sanz, Anders Christensen, Alexi Tuomarila, Mike Mossman, Massa Kamaguchi, Dee Jay Foster, Andre Sumelius, David Mengual, Ramón Prats, Enrique Oliver, Julián Sánchez, Toni Belenguer, Bobby Martínez, Jaume Llombart, Jesús Santandreu, Pablo Martin, entre otros, y con figuras del flamenco, como Gerardo Nuñez, Antonio Rey, el Rubio de Pruna, el Piraña, Jesús Méndez, Sandra Carrasco, Cepillo, La Tremendita, La Genara e Israel Fernández.

Además forma parte del cuadro de músicos del espectáculo Flamenco Hoy del cineasta Carlos Saura, bajo la dirección musical de Chano Domínguez.

Fue fundador y es vicepresidente de la Asociación de Jazz de Málaga, director de la AJM Bigband y profesor de saxofón, armonía y combos del Centro de Artes y Música Moderna ‘Maestro Puyana’ (CAMM).

Entre otras distinciones ha sido galardonado con el I Premio Concurso de San Sebastián 2008 con Albert Vila Quintet, Finalista Concurso Internacional Grupos de Jazz de Getxo 2008, con Josep Tutusans Septet, I Premio Mejor Grupo Concurso Internacional de Jazz Palma de Mallorca con Santi Colomer Quartet y Mejor Solista de Jazz Concurso Internacional Palma de Mallorca 2011. A finales de 2015 fue incluido como uno de los mejores en la lista elaborado por la revista El Cultura del diario El Mundo.

Ha colaborado como sideman en una treintena de álbumes con destacados músicos, entre otros, James Wood, Igor Tavan, Perico Sambeat, Sindicato Ornette, Sandra Carrasco, Víctor Correa, Javier Galiana o Arturo Serra.

Aurignac sólo quiere tocar y escuchar música, pero también y de forma muy intensa crearla. Son sus obsesiones esenciales, como lo fueron para proteicas figuras de la historia del jazz que bullen en su imaginario creativo como Charlie Parker, siempre y en el origen, la irreverencia de Ornette Coleman y toda una legión de conspicuos altoists entre los que me atrevo a incluir a Gary Bartz, Jackie McLean, Cannoball Adderley o a Phil Woods de quien posee una joya de saxo alto, añada 1951, comprado en Nueva York.

Su música es única, personal y muy reconocible. Sus conciertos son intensos, poderosos, vitales, prestos a la continua sorpresa y a la celebración en recíproca comunicación con el público, momentos únicos y mágicos. Quienes hayan tenido ocasión de asistir a algunas de sus presentaciones podrán confirmarlo sin lugar a dudas. Baste recordar algunas de sus visitas a Clasijazz: el maratoniano mano a mano con su alter ego tenor Enrique Oliver en el after hours tras el concierto del quinteto de José Carra allá por diciembre de 2011, su memorable solo en el monumental Epitaph de Charles Mingus en el seno de la Clasijazz Big Band expandida del Auditorio Maestro Padilla del 2 de noviembre de 2015 o la presentación en mayo de 2018 del fabuloso proyecto Ernesto Aurignac Strings Ensemble plays Originals & Strings. Momentos imborrables que nos revelaron que en su alma, en todo su ser, late toda la historia de eso que llamamos jazz, y que es mucho más que un estilo o un modo, música en libertad absoluta, y una forma de vida, o una enfermedad, según confiesa:

«Tengo una enfermedad incurable que es la música. No tengo una rutina definida de estudio actualmente. Me paso todo el día, las semanas y los meses: tocando el saxo, todo tipo de ejercicios técnicos, armónicos, transcripciones, improvisación, etc…; tocando con otros músicos haciendo conciertos, ensayos, sesiones, grabaciones, etc…; escribiendo música para todo tipo de formaciones y, tras un breve descanso, escuchando música, todo tipo de músicas, especialmente clásica y jazz».

Rara enfermedad u obstinado desvarío que le empuja sin descanso a idear nuevas formas, nuevas músicas, acaso con la esperanza de hallar paliativo a su inquietud, consciente o inconsciente de cada paso no es más que el inicio de un nuevo reto, de un riesgo que asumir…

Y mientras escribo este texto recibo un aviso vía facebook en el que anuncia que acaba de terminar una nueva obra de 60 minutos en la que fusiona música antigua con el jazz, el flamenco, la saeta y la música contemporánea escrita para la conjunción de diversos cuartetos: de musica antigua, de cuerdas, de voces, de jazz con guitarra flamenca y con cantaora.

Discografía Ernesto Aurignac

Su producción discográfica es fiel reflejo de sus anhelos y sueños, proyectos en los que dar cabida a la grandeza de su música. En solitario ha liderado los álbumes UNO (Moskito Records, 2014); Anunnakis. Live at Jamboree (Fresh Sound New Talent, 2015); Plays Standards. Vol. 1 (Blue Asteroid, 2016); U Circle Breakers, Música para un pez descalzo (Autoedición, 2019) y Ernesto Aurignac Ensemble, Plutón (Autoedición, 2019).

Como líder o colíder —al margen de su copiosa producción como sideman— ha publicado media docena de álbumes. Dos de ellos compartiendo liderato y autoría con otros destacados músicos.

El primero como miembro de Sindicato Ornette, clara advocación el padre del free jazz, y que bajo el título de Live at Clasijazz (Clasijazz Live Records, 2010), reunió a cuatro de los más destacados jóvenes valores del jazz nacional e internacional: Julián Sánchez (trompeta) Ernesto Aurignac (saxo alto) Paco Veht (contrabajo) y Ramón Prats (batería). Aurignac aporta cuatro temas: “Churrasco Internacional”, “Esperma Lee” y “La mosca cojonera”.

El segundo, más reciente, como miembro del trío MAP, de título homónimo y publicado en 2016, junto al pianista menorquín Marco Mezquida y el baterísta gironés Ramón Prats. Álbum innovador y atrevido, su música remite a un lugar y a un tiempo imaginado. Es una síntesis regeneradora de músicas y estilos populares, académicos y libres. Una confluencia de la musicalidad de Mezquida, la pasión y visceralidad de Aurignac y la fantasía estructurada de Prats. Con una oportuna cita del poeta Fernando Pessoa —“Soy los alrededores de una ciudad que no existe, el comentario prolijo a un libro que no se ha escrito”— definitoria del oriente y sentido de su discurso musical, de toda la música, de lo que fue el jazz desde sus orígenes. Música heterodoxa y nada convencional, que huye del cliché y los prejuicios, que se articula a medida que se interpreta, una suerte de viaje musical por paisajes sonoros que se despejan a medida que el intérprete y el oyente avanzan. Una mixtura de clasicismo, jazz, free jazz, música contemporánea y popular, cocinada con admirable sabiduría por la poderosa personalidad de sus intérpretes. Doce temas originales de los miembros del trío que destilan un discurso musical sin fronteras, trazan un mapa de sonidos sin límites y una invitación a un viaje musical por regiones inexploradas con conspicuas referencias a Bill Evans, Keith Jarrett, Brad Mehldau, Agustí Fernández, Charlie Parker, Sonny Rollins, Steve Coleman, Ornette Coleman, Tony Williams o Jack DeJohnette, entre otros.

Su primer álbum como líder en solitario —UNO (Moskito Records, 2014)— y acaso con el principia la materialización de sus quimeras, es un auténtico turbión de sueños y anhelos confesos como declaró en una entrevista para la revista digital Saxrules Magazine. Ideada para una gran orquesta, contó con la colaboración especial como músicos invitados de figuras como Perico Sambeat, Carles Beneavent, Enrique Oliver, Julián Sánchez, Toni Belenguer, Dee Jay Foster, Ramón Prats o Carme Canela, entre otros. Un proyecto nacido de sus experiencias e influencias musicales, con una formación y sonido original donde música clásica y jazz se dan la mano en un todo que evoca al infinito Uno.

Para Anunnakis (Fresh Sound New Talent, 2016) recurrió al formato de quinteto —con Jaume Llombart (guitarra), Roger Mas (piano), Dee Jay Foster (contrabajo) y Joâo Lopes Pereira (batería)—, para un álbum especial tanto por el diseño, obra de Arkitz del Río, como por su título y su contenido musical, como señala el propio Ernesto: «El título está relacionado con mis inquietudes y pensamientos desde hace muchos años y que tienen que ver con el Universo, los planetas, las galaxias, las dimensiones, los sonidos, la vida y las teorías extraterrestres y terrestres. Todos los temas que he compuesto para Anunnakis son un reflejo de los sonidos que mi mente imagina a partir de estas inquietudes cósmicas». De ahí que no resulten gratuitos los títulos de piezas como “Ufos Are Here!”, “La órbita de Venus” o “Bienvenidos al inframundo” que forman parte de las 6 composiciones originales incluidas en el álbum

En Ernesto Aurignac Trío plays Standards (Blue Asteroid, 2017), grabado en esa íntima pero arriesgada formación que es el trío, junto al contrabajista Pedro Campos y Santi Colomer a la batería, Ernesto deja escapar un anhelo anidado en el remolino de su mente: «Siempre tuve en la cabeza hacer un disco a trío, sin instrumento armónico, tocando algunos de mis standards favoritos. Un disco que fuera sencillo, fácil de escuchar y dinámico, en el que se pasen los temas volando, lleno de clásicos, todos los temas de duración breve, solos cortos,  exposición y reexposición de las melodías al uso, con un sonido directo, humilde y sincero… Ni ensayamos ni pensamos que tocar antes de grabar. Lo improvisamos todo. Llegamos  al estudio y una vez con los intrumentos y el sonido preparado: ¿qué tocamos?». Un disco sencillamente superlativo, como en un directo, cargado de be bop complejo pero directo y carente de adherencias superfluas, acaso como lo hubiera hecho Bird de vivir. Diez clásicos de toda la vida como “Night and Day”, “On Green Dolphin Street”, “Body & Soul”, “Struttin’ With Some Barbecue” o el “Just Friends” que cierra el álbum.

U Circle Breakers. Música para un pez descalzo (Autoedición, 2019). Primer álbum del ensemble contemporáneo U Circle Breakers, integrado por 18 músicos que generan un sonido único e inconfundible que absorbe a los oyentes, mostrando una voz propia y una actitud que se daba por perdida en el mundo de la música. Las 22 composiciones de Ernesto Aurignac encarnan este inusual fenómeno, aportando una sonoridad distintiva y un lenguaje que bebe de numerosas influencias: desde la profunda asimilación de la tradición clásica occidental hasta el flamenco más arraigado y el jazz más salvaje. Con el objetivo de liberarse de los convencionalismos musicales y de los cánones que los rigen, la obra nació de forma espontánea de la imaginación de los miembros del ensemble en una constante búsqueda musical urgidos por desnudar de significado al estilo o al género en terminos musicales. La obra fue escrita expresamente para esta agrupación de la que cabe destacar el eclecticismo de sus miembros. El propio Aurignac definió a la banda y al proyecto como «Orchestra futurista. Proyecto artístico libre de convencionalismos musicales y cánones artísticos. Música única y original. Viaje indescriptible».

Plutón (Autoedición, 2019). Escrita por encargo de Pepe Mompeán, para el Festival Internacional de Arte Sacro de Madrid (FIAS), la obra presenta 17 temas originales para una formación de noneto. Como ya indica su título, se trata de un viaje de exploración sonora, una obra evocadora, cinematográfica. A veces de suave e íntimo diálogo de música de cámara que se transforma en profundos desarrollos orquestales de dilatadas cadencias bien articuladas. Es, además, la narración que a través de su línea compositiva busca la conexión entre los opuestos. Una historia, o muchas historias, que nos habla de la belleza de lo pequeño y de lo mayúsculo, de lo simple y de lo complejo. Los elementos compositivos e interpretativos oscilan desde una línea mínima protagonizada por la conversación tranquila y elegante entre dos instrumentos hasta un desarrollo de concepto sinfónico. El hilo conductor es la evolución de un motivo hacia pasajes de ricas melodías y elaboradas texturas de gran coherencia interna que nos trasladan a otros mundos. Una obra que va más allá del jazz contemporáneo y de la música clásica, a través de evocadoras composiciones a veces cargadas de ironía como el inicial saludo “Welcome to Plutón”, “Mingus at the Circus”, “Cirrosis popular”, “Duke Ellington ‘El Puerco’”, “Melonious Monk” o “Pansequitos Style” y un último tema, “Ser de Luz”, escrito con posteridad a la memoria del trombonista valenciano Toni Belenguer fallecido en 2020. Composiciones arrebatadoreas con innumerables conexiones, desde el blues al hard bop, intensas improvisaciones y pasajes con acentos latinos como lo es siempre la música de Aurignac:

«Solo imagino otros mundos y otros sonidos. Mi sonido es algo muy abstracto porque no pienso en ninguna pauta. Es lo que tengo en mi mente. Lo más interesante es lo que experimenta el oyente».

Moisés P. Sánchez (piano)

Moisés P. Sánchez (Madrid, 1979) es un músico inquieto, conocedor y amante de un gran espectro de estilos musicales. Con un currículo dotado de innumerables y sobresalientes proyectos como pianista, compositor y productor, es en la actualidad uno de los valores más importantes del jazz europeo.

Comenzó a tocar el piano a los tres años y se embarcó en su primera gira como músico profesional a los 17. Estudió Ingeniería Informática pero la llamada musical fue demasiado fuerte y con el apoyo familiar emprendió su sendero hasta hoy: «Tocar fue desde el principio una obligación que no me podía saltar, y eso acaba suponiendo un esfuerzo psicológico muy grande. En octavo de EGB, con 13 o 14 años, llegaba del cole a las cinco de la tarde y sabía que debía sentarme al piano, ineludiblemente, desde las cinco y cuarto hasta las ocho. Los conflictos, sobre todo con mi padre, eran inevitables: miradas, enfados, gestos… Pero ningún proceso es perfecto, y hoy a mis padres les estoy eternamente agradecido».

Su peculiar manera de entender y estudiar la música se traduce en una forma única y particular de concebir el instrumento y la música en sí. Por eso adopta una amplia perspectiva sobre la improvisación, los arreglos, la armonía y la composición.

Apasionado del jazz, intenta no establecer ni delimitar esas fronteras. Interpreta muchos estilos —rock sinfónico de los setenta, música clásica, música contemporánea— y los incorpora a su manera de entender el jazz, logrando transmitir cómo todo puede convivir. Sus composiciones tienen un anhelo de desarrollo sinfónico, de grandes estructuras en varias partes, motivos conductores que se desarrollan, se retoman y aparecen modificados. Músicos como Bill Evans, Keith Jarrett y Brad Mehldau son el pilar básico de sus influencias. Entre los más recientes, Tigran Hamasyan, Aaron Parks y Craig Taborn.

Bajo su dirección —y con el reto de sacar la esencia del artista e imprimir su sello propio— han nacido trabajos como Los viajes inmóviles del rapero Nach, Ambrosía de Juan de Valderrama o el homenaje al centenario del nacimiento de Juanito Valderrama, Homenaje a Juanito Valderrama, en el que tuvo la ocasión de producir y arreglar a Joan Manuel Serrat, Martirio, Antonio Carmona, Arcángel, Juanito Valderrama, Pasión Vega o Diana Navarro.

Además ha trabajado como arreglista y compositor, desde su particular pensamiento musical, entre otras obras en la adaptación del ballet La consagración de la primavera de Stravinsky, por encargo del XXVII Festival Internacional de Arte Sacro de la Comunidad de Madrid. Realizó a su vez un ballet sinfónico para el Ballet Nacional de España basado en el mito de Electra, junto al contrabajista Pablo Martín Caminero y el guitarrista Diego Losada.

Ha colaborado en grabaciones y directos con músicos y en proyectos notables e innovadores como John Adams y la Orquesta Nacional de España, Plácido Domingo, Benny Golson, Jorge Pardo, Chuck Loeb, Eric Marienthal, Wolfgang Haffner, Chano Domínguez, Javier Vercher, Pablo M. Caminero, Luis Verde, Javier Paxariño, Carmen París, Cristina Mora, Pasión Vega, Nach, Noa Lur, Ara Malikian, Fernando Egozcue, Chema Vílchez, Albert Vila y un largo etcétera.

Discografía Moisés P. Sanchez

Ha publicado a su nombre siete álbumes, todos ellos reconocidos tanto por el público como por la audiencia.

Debutó con Adam the Carpenter (Autor, 2007), por el que el autor siente un especial cariño. Un proyecto grande para el que contó con la Orquesta Sinfónica de Bratislava, Borja Barrueta a la batería y el contrabajista Toño Miguel como miembros de su trío y Javier Paxariño y Manuel Machado como músicos invitados en algunos temas. Narra la historia de Adam, un muchacho que necesita encontrarse a sí mismo y emprende un viaje a través del cual intenta hallar significado a ciertas cosas que no es capaz de comprender en un principio. «Incluso escribí incluso un cuento que viene incluido en el Cd, y cada tema refleja una etapa de su vida hasta llegar a la revelación final. La idea me vino de la influencia del álbum de Genesis The Lamb Lies Down on Broadway.

Dedication (Universal/Magna Records, 2010). Grabado en formato de cuarteto —junto a sus habituales Borja Barrueta y Toño Miguel y la adición el saxofonista Javier Vercher—, nace con el espíritu de tocar en grupo y tocar en clubes o como el propio Moisés confiesa: «nace con el objetivo de crear un sonido compacto, una música viva, compleja desde el punto de vista compositivo y estructural, pero a la vez sencilla e interesante para el público, apoyándose en melodías llenas de vida y ricos desarrollos armónicos». Incluye nueve composiciones originales con gusto por el desarrollo melódico, armónico y rítmico y en los que todos y cada uno de los músicos aportan talento a la hora de improvisar. Destacan perlas como el homenaje que dedica a Esbojrn Svensson, una de sus grandes influencias con el tranquilo “When God Created a New Star” o el preciosista final con “Long Way Home”.

Ritual (Autoproducción, 2012). Su primer álbum en formato de trío, de nuevo con Borja Barrueta y Toño Miguel, con quienes lleva tocando una década y nunca habían grabado juntos, pues una suerte de deuda pendiente. Así lo cuenta el autor en el libreto que acompaña a la grabación: «El título de Ritual me vino a la cabeza cuando empecé a plantearme seriamente volver a componer para este nuevo disco. Después de los dos anteriores, sentía que el proceso volvía a repetirse de nuevo pero de una manera más consciente. La homogeneidad de las composiciones, la evolución del sonido, la elección del estudio de grabación y el tipo de técnico que creía podía capturar el sonido de la manera más cercana a lo que yo tenía pensado… En fin, una serie de decisiones concatenadas que no dejan de ser, ahora y siempre, una especie de “Ritual” mediante el cual el mecanismo se pone en marcha». Incluye 11 composiciones originales —dos de ellas firmadas por Toño Miguel y Borja Barrueta—, entre los que destacan “Amanecer”, “Si fuera yo”, “Detrás del espejo”, “Danger in Tangier”, “Sol” o “Eclipse”.

Soliloquio (Autoproducción, 2014). Para su cuarto álbum decidió abordar el arriesgado reto de enfrentarse por primera vez al piano solo o como confiesa, «mezcla entre el miedo a la soledad y las ganas de contar historias que uno lleva muy dentro de sí y que tan solo se puede explicar cuando uno se sienta a solas frente al instrumento». Para tal fin incluyó 10 nuevas composiciones originales en las que expresa un gran abanico de influencias e inquietudes que ha ido desarrollando a lo largo de los años, desde reminiscencias flamencas (“Beatrice”), delicadas melodías (“La casa en el mar”), desazón (“Un ligero despertar”) o cierto aire premonitorio (“Un pasado premonitorio”) y siempre con una apuesta clara por la melodía tanto escrita como interpretativa.

Metamorfosis (2017). Vuelve a rodearse de sus habituales Borja Barrueta y Toño Miguel y en algunos temas con la cantante Cristina Mora y el batería Michael Olivera. La música es reflejo del ideario del pianista que no se circunscribe al jazz sino a otros géneros como el rock sinfónico. Es un recorrido musical de su visión de los procesos de la vida y la naturaleza, los cambios y adaptación y de su experiencia vital. Incluye títulos como “Génesis”, “Crisálida”, “Imago” o la suite en tres partes “Simbiosis”, acaso lo más destacado del álbum con imaginativas construcciones que van desde la intimidad hasta ritmos desbordantes. Un paso más en el camino que le lleva a ser reconocido como uno de los grandes pianistas del jazz contemporáneo. El álbum fue premiado como mejor disco de jazz 2017 tanto en los Indie Acoustic Awards de Estados Unidos como en los Premios MIN de la música independiente

Unbalanced: concerto for ensemble (2019). Una nueva aventura musical más, acaso su proyecto más ambicioso y para el que contó con una larga decena de músicos. La obra tiene su origen en el encargo por parte del Festival de Stresa (Italia) junto a Los Veranos de la Villa de Madrid para conmemorar el centenario del nacimiento del gran compositor Leonard Bernstein, autor del célebre West Side Story y numerosas obras para cine y musical. «Empecé a componer un concierto en tres movimientos con la idea de usar motivos de la obra de Bernstein y jugar con ellos, pero tras la experiencia que tuve con la adaptación que hice de La Consagración de la Primavera de Igor Stravinsky en 2017 para el Festival Internacional de Arte Sacro en Madrid, (tuvimos problemas con los derechos y no hemos podido representarla más) decidí que toda la música iba a ser totalmente original. Poco a poco se convirtió en una composición independiente, con vida propia, aunque en el tercer movimiento se pueden apreciar algunas llamadas a West Side Story”, a modo de reminiscencia del encargo original». En la obra anida un amplio rango de influencias musicales que van desde el jazz a lo clásico pasando por el rock sinfónico, desde Rachmaninov a Path Metheny o a Genesis.

There’s always madness (Uno Music, 2019). Séptimo y último trabajo a su nombre, ahora a quinteto bajo el apelativo de Moisés P. Project —Moisés P. Sánchez (piano, Rhodes, teclados, voces y composición), Toño de Miguel (contrabajo), Borja Barrueta (batería, percusión y lap-steel), Miron Rafajlovic (fliscorno, guitarra eléctrica y shaker) y Cristina Mora (voz)—. Un nuevo y arriesgado paso adelante, un ejercicio casi suicida en el que se mezclan influencias de los grandes del piano del siglo XX (Brad Mehldau, Keith Jarrett y Bill Evans), Pat Metheny, el rock sinfónico o progresivo a lo Genesis. Un disco conceptual que gira en torno a la novela gráfica de Alan Moore The Killing Joke (La broma infinita) y cuyo título tomado de una frase de la obra —en traducción, “Siempre nos quedará la locura”—, es toda una declaración de principios, porque según Moisés «Al ser humano siempre le fascinó y aterró la locura: es imposible la indiferencia. La locura ha propiciado los momentos más atroces de la humanidad, pero también alguna idea maravillosa. La creatividad enloquecida es casi una salida de emergencia, una reacción a los tiempos que vivimos». Fantástico viaje sonoro a través de las ocho composiciones originales que incluye el álbum de gran variedad estilística, con piezas delicadas y sutiles —“Light into darkness”, “Darkness into light”—, los inquietantes 11 minutos de la que título ál álbum cargada de cambios abruptos de intensidad y dinámica, el recuerdo a ese lugar lúgubre que era el asilo del comicv en “Welcome to Arkham” o el estallido roquero de la pieza final “Fear of Solitude” que dedica al guitarrista británico de jazz fusión Allan Holdsworth fallecido en 2017.

© José Santiago Lardón ‘Santi’ (Diciembre, 2020)

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