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Judith Hill. «Letters from a Black Widow». «La catarsis de una voz»


José Santiago Lardón 'Santi' - 4 junio, 2024 - 0 comments

Judith Hill (voz, guitarra, gran piano)

Michiko Hill (órgano, teclados, sintetizador) Robert Lee ‘Pew Wee’ Hill (bajo eléctrico) John Staten (batería)

Clasijazz. Sala Principal. Martes, 4 de junio de 2024. 22:00 H

La catarsis de una voz

Alcanzar la fama, se dice con frecuencia y tantas veces con suma ligereza para definir los sueños de una cantante, acaso de una niña cuyo sueño no es tanto eso, brillar con el fulgor de la fama sino más bien y sobre todo dar rienda suelta o expresar una necesidad latente en su mente, en todo su ser… El sistema o la industria musical en colaboración con los mass media, fundamentalmente las grandes cadenas de televisión, tienen orquestados programas con la pretensión de tal fin, verbigracia, The Voice en Estados Unidos pero también en otros países, incluida España —Operación triunfo o la actual La Voz de Antena 3.

Por el escenario de Clasijazz han pasado grandes mujeres, grandes cantantes, que en su día intentaron asomarse a esas plataformas promocionales. Recordemos a la francesa Cyrille Aimée —abandonó porque debía cantar unas determinadas canciones— o a la estadounidense Shayna Steele que solo quedó en segundo lugar y regresó humillada a su casa para rearmarse y retomar su sueño aún con mayor firmeza.

También Judith Hill lo intentó en la cuarta temporada de The Voice, superó las eliminatorias entrando en el top 16 —ronda en actuaciones en directo— y aunque se le consideraba una de las favoritas tras su participación en el top 8 fue eliminada el 28 de mayo de 2013 junto a su compañera de equipo, Sarah Simmons, decisión considerada de las más polémicas de la temporada. Al respecto escribió Katy Kroll en la revista Rolling Stone:

«Es una triste pérdida para el espectáculo, ya que Judith poseía el tipo de habilidades vocales y presencia en el escenario que realmente deberían ser recompensadas por una competencia de este tipo».

Lejos de amilanarse, Judith continuó su camino, seguir adelante con todas las armas a su alcance —voz prodigiosa, hábil capacidad como compositora y diestra pianista, la guitarra llegaría después— y una sólida formación: académica, familiar y la adquirida por su experiencia como corista de destacados artistas. Corista, o cantante de respaldo para giras y grabaciones de grandes figuras es otro de los horizontes para toda mujer que sueña con alcanzar algún día un lugar entre los elegidos.

Vidas efervescentes, mujeres empecinadas en la consecución de un sueño —ser cantantes, expresar sus anhelos— cuyas vidas transcurren de escenario en escenario, de gira en gira, de gala en gala en sesiones interminables, noche tras noche poniendo voz, y matices, tantas veces tan importantes y decisorios, a grandes figuras, en ocasiones de menor valía, más chatos pero que la fortuna distanció veinte pasos…

Coristas y heroínas cuyos sueños y vidas retrata el extraordinario y premiado documental 20 Feet from Stardom [A veinte pasos de la fama] con guion y dirección del cineasta Morgan Neville y del que Judith Hill fue protagonista. Se presentó en el Festival de Cine de Sundance 2013 y obtuvo el Oscar y el Critics Choice como mejor largometraje documental y un Grammy a la mejor película musical, premio que se entregó a los artistas destacados y al equipo de producción. Judith Hill ganó un premio Black Reel a la mejor canción original por “Desperation”.

Judith Hill: a dos pasos de la música…

Sin embargo, Judith Glory Hill (Los Ángeles, California, 1984), siempre estuvo a muchos menos pasos, apena seis, incluso menos de la que era y sería su pasión y modo de vida. Sus padres eran reconocidos y consumados músicos.

Su padre Robert Lee ‘Pee Wee’ Hill, de origen afroamericano es bajista y productor de R&B y a lo largo de su carrera ha trabajado con artistas comoJimmy Smith, Bruce Springsteen o Thelma Houston. Su madre, Michiko Hill, originaria de Tokio, estudió piano clásico, es directora de coro y se desenvuelve con destreza con todo tipo de teclados electrónicos y ha trabajado con figuras de la talla de Wayne Shorter. Ambos ejercen una intensa actividad no solo como músicos, sino además como arreglistas de jazz y funk en el área de Los Ángeles y llevan tocando juntos desde la década de 1979, cuando se conocieron en una banda de funk y lograron notoriedad con el álbum Joey Express.

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Años más tarde, recordando el hogar de su infancia en el que había instalado un estudio de grabación, señaló:

«Mi habitación era la sala vocal… Mi padre tocaba con Billy Preston y, a veces, venía a casa y tocaba el órgano, y siempre era un placer verlo. Mis padres tocaban con Rufus, Chaka Khan…. Pensé que era una vida normal, pero ahora cuando miro hacia atrás, me doy cuenta del tesoro que tenía». Judith Hill, Entrevista, NPR Music (11.10.2015).

Judith —que habla y canta tanto en inglés como en japonés y también habla francés y español con fluidez— completados los estudios secundarios se graduó en composición musical en Biola University y en 2007, recién graduada, viajó a Francia para actuar como corista para una gira con el legendario cantante francés Michel Polnareff, acrisolando la experiencia de actuar para grandes escenarios y audiencias, como por ejemplo, el concierto celebrado en el entorno de la Torre Eiffel ante un millón de personas.

De regreso a Estados Unidos inició su carrera como cantante de acompañamiento, tanto en solitario como formando parte de coros, para destacados artistas de muy diferentes estilos, entre otros, Gregg Allman, Anastacia, Patrizio Buanne, Andraé Crouch, Harold Faltermeyer, Josh Groban, Taylor Hicks, Carole King (A Holiday Carol), Evelyn King, Mike Oldfield (Mano n the Rocks), Barry Manilow, Dave Stewart, Rod Stewart (Soulbook) o Robbie Williams (Intesive Care).

Y como corista destacada ha participado en álbumes como Inspiration: A Tribuete to Nat King Cole de George Benson; I’ll Take Romance de Steve Tyrrell; The Last Ai de Ai o That’s Life de Landau Eugene Murphy Jr. También ha puesto su voz para bandas sonoras como The Lorax de Dr. Seuss (canciones originales del film) y Happy Feet Two (banda sonora).

Además cantó los coros en tres canciones del álbum de Josh Groban All That Echoes y asistió al acto de apertura de la tercera etapa de su giran internacional All That Ecohes en el otoño de 2013 y con él intervino en dos duetos en su set para The Prayer y Remember When It  Rained, este publicado en single. Aparece en el vídeo oficial de Groban de su canción “Brave”.

Fue telonera en la gira All of Me de John Legend en el Reino Unido en otoño de 2014, así como vocalista destacada en la composición “Party Rockers” del álbum Life in the Bubble de Big Phat Band de Gordon Goodwin, canción nominada a un Grammy 2015 al mejor arreglo instrumental y vocal.

Varias canciones propias, incluida “Desperation”, aparecieron en el film Read Hook Summer (2012) de Spike Lee, estrenada en el Festival de Cine de Sundance en 2012. Sobre Judith, Lee declaró a la revista Rolling Stone: «Posee un talento fenomenal. Puede cantar con los mejores».

Destacable por cuanto tuvo de repercusión en su carrera fue su colaboración para el dueto junto a Michael Jackson para las presentaciones del concierto documental dirigido por Kenny Ortega This is It. Con Jackson estuvo hasta su muerte el 25 de junio de 2009. Hill con el resto de los miembros del elenco del documental actuaron en el funeral celebrado en el Staples Center de Los Ángeles el 7 de julio de 2009. Llamó la atención internacional al cantar la canción principal “Heal the World”, considerado uno de los momentos cumbres de la ceremonia. Hill publicó además un tributo a Jackson, “I Will Always Be Missing You”, que lleva el nombre de su dúo con Jackson “I Just Can’t Stop Loving You” en el futuro concierto This Is It.

Y no menos decisiva fue su relación con el rey del pop, Prince. Prince vio en un videoclip —emitido en un programa de la cadena Revolt TV— una entrevista en la que Judith Hill confesaba que le gustaría trabajar con él, éste la localizó y la invitó a una fiesta para escuchar su nuevo álbum Art Official Age. Prince le pidió que le enviara algunas canciones, le hizo algunos comentarios y luego Judith fue invitada al complejo de los estudios de Prince en Paisley Park para que tocará con su banda. Hill ya había escrito algunas canciones para su futuro debut discográfico y Prince sugirió algunos arreglos nuevos que funcionarían mejor con una banda.

Después, el 22 de marzo de 2015, Prince invitó a representantes de varios medios de comunicación de Minnesota para una audición previa del álbum debut de Hill en Paisley Park. Se reprodujeron seis selecciones de Back in Time, grabado en tan solo dos o tres semanas en Paisley Park con Prince como productor e intérprete en algunos temas: «Es el álbum más rápido que he producido», confesó complacido.

Sorprendentemente, Prince no descubrió a Hill ni The Voice ni en el documental de Michael Jackson This Is It, donde apareció como corista en los ensayos de su próxima gira. Supo de ella, acaso por casualidad, en la mencionada entrevista de Revolt TV.

Casualidad o no, lo cierto que Back in Time marcó el inicio de la carrera musical de una de las voces más destacadas de la música actual y el principio de la liberación de eso que todo artista teme —pese a su necesario concurso—, la angustia de las influencias… Ahora camina libre hacia el futuro, construyendo con su voz e instrumentos un universo sonoro rico e insospechado.

*

«Su voz es distintiva, conmovedora y tiene una cualidad terrenal que la hace única. Se mueve fácilmente del R&B al funk, al hip-hop, al jazz y al góspel». Tom Meek, Los Angeles Weekly

Paso a paso: una discografía

Back in Time (NPG, 2015) es su debut como líder para el que contó con el apoyo de Prince —que también interviene en la grabación—. El álbum incluye 11 canciones, la mayoría de su autoría…

Entre ellas hay una, “As Trains Go By” que recoge su experiencia desde que pisó los escenarios por vez primera… Posee un poderoso ritmo funk que la dota de un aire festivo pero de su trasfondo brota la dureza de ciertas verdades:.. “También podría ser famosa, ya que no seré blanca”…

La propia Judith aclara el sentido de la frase en una entrevista para la publicación NPR Music:

«Siendo una mujer de color, he experimentado mucho cuanto se necesita para abrirse paso en esta industria. Y cuando escribí esto, era también durante la época en la que estábamos sufriendo mucho lo que sucedía con la brutalidad policial… Así que, en realidad, se trata del grito de nuestra comunidad que se levanta y dice, ya sabes, tenemos que unirnos y hacer algo al respecto. Cuando canto: “También podría ser famosa, ya que no seré blanca”, es como si pudiéramos usar nuestra música y nuestros talentos para difundir un mensaje, y eso es tan poderoso como cualquier otra cosa». Judith Hill, Entrevista, NPR Music (11.10.2015).

En su segundo álbum —siguiendo un estudiado programa, un álbum cada tres años—  Golden Child (Gloryhill Music, 2018) además del poderío expresivo de su voz da muestras de su capacidad como compositora: la mayoría de las 11 canciones que incluye son de su autoría. Música mezcla sin complejos y trasgresora de lenguajes musicales que van del funk al soul, pasando por el góspel o el hard rock. Un álbum que posee una destacada «temática que le da unidad —según Judith Hill— y respuesta a tiempos políticos turbulentos», y así la canción que abre y da título al disco “Golden Child”, comienza como una canción de cuna con piano mientras la voz de Hill profetiza un futuro prometedor: «La tierra girara con el sonido del cambio» o en «The Pepper Club» describe una suerte de paraíso cultural, un lugar en el desierto donde las personas se mezclan con toda clase de sonidos, a ritmo de poderoso funk soul. Y, por ejemplo, el último tema —“We Are One” es un himno que propone la resiliencia como modo de afrontar ese futuro que vislumbra: «¡Somos uno!», grita en el estribillo de la canción. Pero también hay espacio para la pasión, como en la canción “Gypsy Lover” que narra un fugaz encuentro amoroso: «Estás leyendo mi cuerpo / Susurrándome con dulzura al oído». Y, creo, un guiño a la voz rota de Janis Joplin de “Cry Baby” en su canción de acento rockero “I Can Only Love You by Fire”

Para la grabación contó con la colaboración de sus padres —Mikiko Hill (órgano) y Robert Lee Hill (bajo eléctrico), desde entonces fijos en sus grabaciones y conciertos—, del batería Michael White y del guitarrista Tony Maiden. Ella suma a la voz, el piano y la guitarra que aprendió a tocar poco antes y ya instrumento habitual.

Studio Live Session (LoENde Records, 2019) Es un Lp en edición limitada grabado en Little Big Beat Studios (Eschen, Liechtenstein) donde al rigor del estudio se unió la efusión de una audiencia atenta: «Fue una experiencia mágica, junto a mi banda nos divertimos  conectándonos con la audiencia  en  un ambiente tan  íntimo que permitió a todos experimentar los encantos de un estudio y del escenario en vivo a la vez ¡Esperamos que disfruten de la jam que celebramos!», anunció Judith en su muro de facebook. Participaron sus padres —Michiko y Robert Lee— el batería Michael White y el guitarista R.L. Ronquillo. Judith añade a la voz la guitarra y los teclados. Incluye 6 temas originales grabados con anterioridad: Irrepaceable Love / Hey Stranger / Cry, Cry, Cry / As Trains Go By / Jammin’ In The Basemente y Gypsy Lover.

Baby, I’m Hollywood! (Regime Seventy-Two, 2021), su tercer álbum, incluye 13 originales con producción propia en el que recurriendo de nuevo a lenguajes como el funk, el soul, el rock o el góspel nos muestro una fiel radiografía de su universo vital y musical, como señala la cantante «En gran medida es un reflejo de mi vida y de cómo he ido creciendo en el negocio del espectáculo…, expresa el dolor que he soportado y el cómo poner ese dolor en las canciones… Más allá de las luces y del glamour, hay profundidad. Quería mostrar ese lado de Hollywood y darle a las palabras un sentimiento diferente», es la esencia que late en “Baby, I’m Hollywood!”, el tema que da título al álbum. Y, por ejemplo, en “Americana” bullen críticos comentarios sociales que cuestionan el significado real de ser estadounidense con un corte de canción moderna, dura y funky impulsada por el contundente ritmo de sintetizadores  y bajo eléctrico.

Con producción y arreglos propios contó con la colaboración de sus padres —sintetizadores y bajo— y de diferentes músicos, entre  otros, secciones de cuerdas y metal, coro (Carmel Echols, Sohpie Whitehurst), el percusionista Munyungo Jackson y al baterista Donnell Spencer, mientras ella se encarga de la guitarra y el piano.

Letters from a Black Widow (Regime Music Group, 2024) —su último álbum y que ahora presenta en extensa gira internacional, incluido este alto en el camino en Clasijazz— podría considerarse en cierto sentido autobiográfico o más bien un ajuste de cuentas, una liberación o estado de la cuestión: black widow (viuda negra) fue el apodo que le adjudicaron en la maledicente y ofensiva telaraña de las redes tras la muerte de su mentor Prince en 2016 y la de Michael Jackson con quien también colaboró en 2009. En la canción “Black Widow” y en modo de balada teatral que recuerda Nina Simone —maestra en la catarsis del odio—, reflexiona sobre la carga que le supuso soportar tal epíteto con una letra desgarradora aceptándola como experiencia de crecimiento musical y fortalecimiento del espíritu… En “Dame de la Lumière” dibuja una carta de amor musical a su madre y a su abuela a la par que rinde tributo a las mujeres que buscaron empoderarse y ser ellas mismas expresado en una suerte de jazz de cámara teñido de góspel y pop… Y así canción tras canción en un álbum catártico calificado de «excepcional en su escritura y producción, una declaración madura de una artista que sabe lo que vale, expresa empatía, practica la aceptación y aprovecha las posibilidades» Thom Jurek, All Music.

El álbum incluye 2 originales: One of the Bad Ones / Flame / My Whole Life Is In The Wrong Key / We Are The Power / Black Widow / Touch / Dame de La Lumière / Let Me Be Your Mother / You Got It Kid / Runaway Train / Downtown Boogie / More Than Love. Y para la grabación contó con músicos de la casa: Judith Hill (voz, piano, bajo, guitarra, composición) Michiko Hill (órgano) Robert Lee ‘Pee Wee’ Hill (bajo eléctrico) John Staten (batería) Daniel Chae (cuerdas) Coros: Brandon Winbush, Carmel Echols, Sophia Whitehurst.

© José Santiago Lardón Santi (Junio, 2024)

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