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Na Corda Bamba. Los pies en el precipicio, el corazón bailongo


José Santiago Lardón 'Santi' - 9 julio, 2016 - 0 comments

Na Corda SambaNa Corda Samba

«Óh, Antonico / vou lhe pedir um favor / Qué sou depende de sua boa vontade / É necessário uma viraçao pro Nestor / Que está vivendo en grande dificuldade / Ele está mesmo dançando na corda bamba / Ele é aquele que na escola de samba / Toca cuica, toca surdo e tamborim / Faça por ele como se fosse por mim…». Ismael Silva. “Antonico”

El trío Na Corda Bamba  nació en Almería en 2015, un miércoles por la noche en una jam sessions de Clasijazz, con la intención de indagar, rescatar e interpretar canciones del repertorio de la música popular brasileña y la bossa nova. Canciones que están en la memoria cultural colectiva, o que forman parte del legado musical vivido por cada uno de sus integrantes.

Na Corda Bamba (En la cuerda floja), está integrado por la cantante Rocío Asensio, el guitarrista Chumy e Iván Vallejo al contrabajo.

Sin otra intención que disfrutar de la vida, Na Corda Bamba está “pronta pra cantar”, aunque sea en la cuerda floja, aguzados por la urgencia de la hogaza diaria pero con el corazón ahíto de emociones, al igual que el personaje de “Antonico”, viviendo con grandes apuros, bailando en la cuerda floja, cançao de donde toman su nombre en una vivaz y más que oportuna metáfora.

Y que otra cosa sino congratularse con la bona nova del nacimiento de esta nueva formación que esta noche cálida, por lo del entrañable entorno, se estrena en esta casa que es la de todos los aficionados a la música, la cultura… y alguna que otra birra..

Rocío Asensio (Voz)

Rocio Asensio

Rocío Asensio (Almería) Vocalista de “Na Corda Bamba”, admiradora de la música popular brasileña y la bossa nova desde la niñez, influida por la pasión musical de su padre gracias al cual pudo escuchar las famosas grabaciones de La Fusa, Os Maracatú, Jobim, Buarque o Nascimento, así como la música folclórica de Argentina, pais donde vivió la emigración junto a su familia. A través de los recuerdos narrados por su padre y las canciones del otro lado del Atlántico, se creó un paisaje imaginario donde todo parecía tener otros colores y vitalidad.

Rocío forma parte de otras agrupaciones como Correlimos, con composiciones propias junto a Iván Vallejo, y desde hace cuatro años forma parte del Coro Ciudad de Almería, dirigido por Jose Azurmendi. Recientemente formó parte como bailarina-coreógrafa, del proyecto Bass et Danse, que auna la música antigua con la danza contemporánea.

Chumy (Guitarra)

Chumy 2

Chumy (Tánger) Guitarrista básicamente autodidacta, está influenciado por la música popular mallorquina, tierra donde pasó la infancia y adolescencia, y el rock.

En Barcelona se interesó por la música brasileña, bebiendo de fuentes como Badem Powell, Stan Getz y Joao Gilberto.

En 1994 trasladó su residencia a Almería, donde cursó estudios musicales en el Conservatorio Profesional de Almería, acabando en 2004. Después regresó a Barcelona para estudiar en el Taller de Mùsics.

En la actualidad, además de formar parte del trío Na Corda Bamba, colabora con formaciones tan dispares como Kbrown.es, interpretando rhythm & blues y un monográfico de David Bowie, y Wild Dogs, formación de rockabilly. Y es uno de los más acérrimos asiduos de las jam sessions de esta casa.

Iván Vallejo (Contrabajo)

Ivan Vallejo

Iván Vallejo, madrileño afincado en Almería desde hace 16 años, ha formado parte de grupos musicales de muy diversos ámbitos, desde el barroco (con Bass et Danse), a lo experimental (Cuasi un objeto), pasando por el rock (Planeta Fritanga), el jazz (Paris Swing, Plastic Quartet…) o el flamenco (Ea!). Coautor en la formación Correlimos, junto a Rocío Asensio, considera el contrabajo como un amigo en estas aventuras. En la actualidad ha orientado su rumbo a tierras brasileiras, al encuentro con sus músicas para seguir aprendiendo en este trío recién nacido.

Repertorio

El repertorio escogido para este concierto en Clasijazz se compone de temas clásicos de la bossa nova, fruto de las parcerías de Vinicius de Moraes y Toquinho, como “Tarde em Itapoa”, o “Como dizia o poeta”, y temas pertenecientes a las músicas anteriores a la bossa, como son las sambas y los choros, como “Dança da solidao” de Paulinho da Viola y “Carinhoso” de Pixinguinha, al que se puso letra casi veinte años después de ser compuesto, ya que los choros son instrumentales.

El repertorio cuenta también con joyas como “Naquela mesa”, escrita por Sergio Bittencurt a la memoria de su padre, el gran Jacob do Bandolim, referencia mayor brasileña de este instrumento del que tomó su apodo.

De Tom Jobim, que en palabras de Vinicius de Moraes marcó un antes y un después en la historia de la música de Brasil, del mismo modo que Astor Piazzolla lo hizo en Argentina, interpretaremos canciones como “Dindi” o “Samba de uma nota só”.

Y de Chico Buarque, un tema maravilloso, “Pedro Pedreiro”, reflejo de la sensibilidad por la crítica social de este cantor, compositor y escritor de profunda mirada aguamarina.

Y casi lo olvido, también Ismael Silva, histórico de la música popular, autor entre otras estupendas canciones de “Antonico”, de donde Na Corda Bamba toma su nombre.

Na Corda Bamba se acerca a este repertorio con la más absoluta humildad y agradece profundamente a los autores la creación de estas músicas que siguen y seguirán haciendo la vida más hermosa.

Na Corda Samba 2

Los pies en el precipicio, el corazón bailongo

«A quien no le guste la samba o está mal de la cabeza o enfermo de los pies». Dorival Caymmi.

La samba —el samba en portugués— recién cumple un siglo desde que se registraron sus primeros balbuceos. Se dice que fue “Pelo telefone”, obra de Ernesto do Dantos, Donga y Mauro de Almeida, la primera grabada allá por noviembre de 1916 para el sello Odeon, y al poco se convirtió en el gran éxito del carnaval y pronto en asunto de moda. Tiene su origen en un término de ascendencia bantú y se aplica tanto a una música como a un baile y llegó de la mano de los libertos negros antaño esclavos en los campos de caña de azúcar y cafetales.

De raíces africanas y pronto mestizada con tradiciones musicales portuguesas, europeas e indígenas, la samba pasó de ser referencia espiritual de los marginados, despreciada por los bienpensantes e incluso perseguida a máxima expresión cultural de un país. De ritmo maldito a expresión nacional.

La samba es un fenómeno cultural que abarca un complejo mundo de saberes y modos de vida en estrecha relación dialéctica a partir de múltiples vivencias que van desde la forma de cantar, danzar, comer, beber, bregar, incluso matar y morir, y desde luego amar, gozar o reinventarse la vida día a día.

Muchos textos, incluida la Wikipedia, of course, la consideran como la principal manifestación cultural surgida en Brasil en el siglo XX, como una expresión artística querida y muy sentida o como el elemento definidor de la identidad brasileira. En 2005 fue proclamada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, en la categoría “Expresiones orales e intangibles”.

Poliédrica y múltiple cabría hablar de tantas clases de samba como casi de lugares y momentos. Las hay de breque, chulado o sincopado en cuanto al género musical, y si de periodos históricos tendríamos Anos Dourados, República Velha…, y en cuanto a su génesis tendríamos sambas de conciencia negra, de amoríos o de maladragem (de pandilleros de los barrios bajos o de las favelas). Pero también las hay según la estructuras de las escuelas (ala, bateria, comision de frente…), o según los instrumentos musicales, los estilos o modos de bailar, o al hilo de la gastronomía típica, o de las fiestas populares.

Pero no todo es samba, sino que la música popular brasileña abarca mucho más, como vivo reflejo de su diversidad cultural donde laten en vivo y creativo mestizaje ritmos afrícanos, tradiciones musicales europeas y estilos indígenas, que se fue gestando a lo largo del devenir histórico desde la época colonial, configurando un panorama musical de los más significativos del mundo. Un mestizaje que originó un amplio abánico de ritmos que hoy día conviven junto a la samba y la bossa nova —ya célebres en medio mundo— como, por ejemplo, brega, choro, forró, ciranda, zouk, gauchos, arroxa, o baião.

La revolución que provocó en la música brasileña la aparición en 1958 de Chega de Saudade de João Gilberto, así como las creaciones de Tom Jobim o Vinicius de Moraes, dando lugar a la bossa nova —cosa nueva— fue de tal alcance que modificó muchas de sus bases y estructuras a modo de onda expansiva que se extendió y absorbió influencias y contaminó a otras músicas, entre otras, al jazz, dando origen a nuevos estilos como el llamado jazz samba.

Desde entonces no hay cantante ni orquesta norteamericano de la época clásica que no haya grabado bossa nova, en una casi infinita nómina que incluiría, entre otros, a Tony Bennett, Nat King Cole, Billy Eckstine, Johnny Hartman, Mel Tormé, Frank Sinatra, Blossom Marie, Ella Fitzgerald, Peggy Lee, Julie London, Camen McRae, Helen Merrill, Anita O’Day, Sarah Vaughan, Oscar Peterson, Dizzy Gillespie, Coleman Hawkins, Earl Hines, Duke Ellington, Kenny Dorham… Pero también a cantantes de hoy como Diana Krall, Kristin Korg, Laura Fygi, incluidos Eric Clapton o Sting.

Pero además, como es lógico, supuso un revulsivo para la música popular de aquel país que abrazaron la cosa nueva como Oscar Castro, Eumir Deodato, Sérgio Mendez, Flora Purim, la propia Astrud Gilberto entre otros muchos.

Y ya en la década de 1960 la cosa nueva experimentaría transformaciones de alcance de mano de una nueva generación de compositores, y fue precisamente Arrastão, el que marcó el fin de la bossa nova y el punto de partida de la denominada de lo que convino en llamarse musica popular brasileña, seminal tema de Vinicius de Moraes —precursor en su día de la nueva cosa— y de Edu Lobo, por entonces músico novel integrado en la ola renovadora del movimiento, caracterizado fundamentalmente por sus dejes nacionalistas y por un reacercamiento a la samba tradicional.

Fue el inicio de un nuevo género, que ya tenía poco o nada de bossa nova, de carácter difuso y que abarca diversas tendencias de la música brasileña durante las siguientes décadas. La música popular brasileña, que echó a andar con un perfil de fuerte acento nacionalista, fue cambiando e incorporando elementos de procedencias varias con mezclas de diversos géneros musicales. Diversidad y mixtura que no tardó en ser asumida e incluso aclamada, y que constituye una de sus cualidades primigenias.

Sus primeros intérpretes tomaron prestados elementos de la bossa nova y, a menudo, se basaban en una poco velada crítica a la injusticia social y a la represión gubernamental, encontrándose en progresiva oposición a la escena política caracterizada por la dictadura militar, la concentración de la propiedad de la tierra y el imperialismo. Una variación, efímera pero influyente, fue el movimiento artístico conocido como Tropicália.

Y como andando se hace el camino, y toda música es un constante caminar con rumbo al futuro pero con un pie asentado en la tradición y el otro en el momento presente, la nueva corriente absorbió todo cuanto le rodeaba, no siendo ajena, como no lo fue al jazz en su momento, al rock o a muchas melodías del naciente pop, y ya en tiempos modernos al reggae, hip hop o al rap, como es el caso de Marcelo D2 que en 2003 publicó el álbum A Procura da Batida Perfeita para muchos el inicio del samba rap.

En estos tiempos de inquietud, mentiras y zozobra todos estamos en la cuerda floja, con los pies abocados al precipicio pero en el corazón el latir irreverente y gozoso de la música, sea samba, bossa, jazz o lo que les venga en gana.

Bibliografía

  • Arteaga, José, Oye como va, el mundo del jazz latino (Madrid, La Esfera de los Libros, 2003).
  • Castro, Ruy, Bossa Nova. La historia y las historias (Madrid, Turner, 2008).
  • Chediak, Nat, Diccionario del jazz latino (Madrid, Fundación Autor, SGAE, 1998).
  • Delannoy, Luc, ¡Caliente!: una historia del jazz latino (México, Fondo de Cultura Económica, 2001).
  • Lopes, Nei y Luiz Antônio Simas, Dicionário da história social da samba (Civilizaçao Brasileira, 2015).

Na Corda Bamba. Rocío Asensio (voz) Chumy (guitarra) Iván Vallejo (contrabajo). Músicas del Brasil. Clasijazz, 9 de julio de 2016.

© José Santiago Lardón ‘Santi’ (Almería, 9 de julio de 2016).

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