Ben Monder. Clasijazz, domingo, 27 de octubre de 2019. 20:00 H.
El guitarrista internacional Ben Monder sumió la tarde del domingo 27 de octubre a una entregada audiencia en un feraz viaje por universos sonoros inimaginables
«Escuchar música en compañía es alcanzar una condición privada, casi autista, y al mismo tiempo extrañamente unida a otro». George Steiner, Necesidad de música

Con esa poderosa pero desvalida soledad del portero ante el penalty, pero sin el temor preconizado por el reciente Nobel de Literatura Peter Handke en El miedo del portero al penalty apareció en la entrañable penumbra del escenario de Clasijazz, tras oír atento sentado junto a las tablas la apresurada presentación —uno de los grandes, tal vez el más grande, guitarrista de culto, guitarrista de guitarristas…—, palabras que se dicen cuando lo que apetece y lo que importa es oír música —¿cómo contar o vaticinar con palabras lo que al cabo de unos instantes tendrá lugar.
Intérprete y público prestos para la experiencia única e irrepetible de la comunicación, sumidos con reconcentrada entrega
Circunspecto, más que serio, absorto, abrazado a su Ibanez AS-50, fiel compañera de toda la vida, con gestos pausados esbozó un breve saludo y con los ágiles dedos de sus manos como guía inició un viaje anímico a través de su conciencia lírica y musical muy personal y única y por tanto universal a través del que nos ilustró de las músicas, sonoridades, y poesía que laten en sus sueños y en sus fantasmas más íntimos, el vértigo de la pasión, la incertidumbre del caos, la noche, la mística, el azar, incluso el negro horizonte del fin o de la muerte.

Con semejante bagaje en el alma y la sola compañía de su Ibanez auxilada con sutil tacto por el eco reverberante de un sinfín de coros y tonalidades
Defendía André Breton en El arte mágico —imprescindible reciente edición en castellano a cargo de la editorial Atalanta de un texto inencontrable desde hace tres décadas— que «el arte no hace más que dar, o devolver, el impulso moral o poético a lo que fue el afán de la magia».
Y magia de esta suerte, hechizo fascinante de alto voltaje, centelleó en el impagable concierto rayano en las dos horas que Ben Monder nos brindó el último domingo de octubre.
© José Santiago Lardón ‘Santi’ (Ascara, Huesca, 13 de noviembre de 2019)