Yo quiero tocar hasta que me muera”. Bebo Valdés (1918-2013)
*La música de Chico y Rita. Tributo a Bebo Valdés. Clasijazz Big Bang. Orquesta Sinfónica FIMA. Sensi Falán (voz). Sergio Núñez (voz). Francisco Blanco ‘Latino’ (director invitado). Auditorio Municipal Maestro Padilla. Almería. Domingo 1 de marzo de 2015. 19:30 H

Silencio. Fundido en negro. Un foco ilumina al enorme y desvencijado baúl que yace en el centro del escenario cuajado de sellos: La Habana, New York, París, Estocolmo, Madrid, Almería. Silencio. Se abre la tapa con inquietante chirrido de goznes mal engrasados y de su negra entraña de noche van saliendo con tímida expectación saxos, trombones, trompetas, un pianista —otro don, Pablo Mazuecos para más señas—, contrabajo, batería, congas y tundidoras,¡toda una big band!, hombres y mujeres abrazados a violines, a violas, a cellos, dos contrabajos más, ¡una orquesta de cámara!, y una mujer a quien dicen Sensi Falán —resonacia marina en su voz aguda como de chillido de gaviota, grave como el eco espiral de una caracola— y la poderosa voz tenor de Sergio Núñez, el corazón partido entre almeriense y canario y otro don, Latino,
All that jazz… un oleada de vientos incendia el recinto con las resonacias cobrizas de una descarga, ingenio de don Bebo como lo es ese ritmo afrocubano de la batanga, “Nocturno en Batanga”, y “Lizzy”, tema central de la película Chico y Rita, y el desconsuelo de “Deportación” a tutti cuerda, y tiempo de boleros como “Bésame mucho” o “Sabor a ti” en las impagables voces de Sensi y Sergio, o la tristeza de “Love for Sale”, y otra descarga es “Persecución”, y el alma cubana vibrando en “Tin Tin Teo” o “Mambo Heard” y así durante casi dos horas mientras en la pantalla titilaban imágenes del film, de la arquitectura colonial de una La Habana tan cercana a la del ayer de Almería derruida bajo la picota de los nuevos tiempos.

Silencio. Yace en el escenario el baúl de don Bebo atesorando en sus entrañas el corazón de la ciudad, presto a desatar, cual caja de Pandora, y a la menor provocación otra explosión de descargas, batangas, mambos, boleros… Yace en la memoria un hartazgo de música, materia sutil y etérea pero de remembranza tan honda como tajo de fierro.
© José A. Santiago Lardón ‘Santi’ (3 de marzo de 2015