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Martin Andersen Almeraya Latin. «Y de nuevo lo latino en Clasijazz»


José Santiago Lardón 'Santi' - 13 enero, 2020 - 0 comments

Martin Andersen Almeraya Latin. Ruth Becerro (voz) Pilar Romero (flauta) Octavio Santos (piano) Fafi Molina (bajo) Martin Andersen (batería) Juanjo Simón (percusión). Clasijazz, jueves, 16 de enero de 2020. 21:00 H.

Y de nuevo lo latino en Clasijazz

Se dice del baterista Martin Maretti Andersen que es mitad danés, mitad almeriense, mitad mexicano, mitad ciudadano del mundo porque al igual que en su música hay múltiples martines, ora el jazzista, ora el percusionista que ahonda en el folclore de mil universos, ora el músico vanguardista… pero sobre todo el amigo, esa suerte de amigo personal y musical, intrépido y revoltoso, enamorado de esta tierra de sol, mar y desierto —¡y pescadito y buen vino!

Y también se dice —es notorio y más que sabido— que cada vez que nos visita se arma la revolución en un doble sentido que bien mirado es el mismo: la personal y la musical, porque la música es asunto de amigos, de honda amistad.

Los músicos, y las músicas, son gentes que andan siempre ahítos de atención, viven sumidos en sueños profundos que parecen sobrevenidos de ultratumba, en la mayoría de los casos mano sobre mano, sin nada que hacer práctico en el sentido prosaico de la vida hasta que surge el momento, la ocasión, algo que les ilumine la ilusión, un que hacer mientras pasa el tiempo, los días, las horas, los instantes…

Y en eso, como se dice, llegó —no el comandante— sino el amigo maestro de címbalos y tambores y se armó la revolución, una revolución musical cargada de acentos de aquí y de allende los mares, y todas y todos sintieron grande regocijo y el aguijón de la añoranza. ¿Y si repetimos?, se preguntaron con alborozo, ¡Pues claro que sí!, respondieron ¡Entonces fue fabuloso!

Entonces fue como brotó común entendimiento y decidieron aunarse en banda y llamarse Clasijazz Combo Latino porque alguién les invitó al XXVII Festival de Jazz de Almería 2019… ¡Trabajo!, gritaron, ¡Trabajo al fin!… Y allá fueron y triunfaron.

Pero aquello acaeció en el ocaso veraniego y luego, acuciados por la nostalgia del otoño y con ella la remembranza de aquel merecido éxito, anduvieron desasosegados de un lado para otro sin nada, o poco, que hacer, hasta que un día se encontaron guiados por el azar paseando por una paradisiaca playa del Cabo y fue mirarse de nuevo y renacer el entendimiento y con él el gusanillo del deseo ¿Y si repetimos?, se dijeron, ¡Somos músicos!, gritaron, ¿Cómo vivir sin el calor del público?, susurraron y entre una algarabía de voces quebraron el avieso nubarrón de reparos, objeciones y contras que pudieran obstaculizar su deseo —¡Otra vez!, ¡Pero sí apenas hace un mes!, ¿Les gustará al público?…—, y al cabo hallaron de nuevo cobijo en Clasijazz que es casa de acogida, refugio y hogar de todos ellos…

Todas, y todos, nacieron con la ponzoña de la música inoculada en los genes, crecieron entre sones y melodías, unos con la pura voz, otros dándole al tambor, timbal o pandero, los hubo que se enredaron entre cuerdas de tripa de gato, metal o nailon o incluso aventurados entre el infinito teclado del piano y así crecieron y se hicieron mayores de tiempo que no de espíritu y andando ellos y con ellos el tiempo un día se encontraron en una esquina de Almería, allá por la parte  de Clasijazz, y se reconocieron sin conocerse, les bastó el fuego de las miradas, el latido musical de sus pulsos…

Clasijazzeros lo son todos, merodeadores de territorios musicales del vasto universo de la canción y los sones de aquí y allende los mares, adictos a los impetuosos placeres de la rumba y el bolero pero también del samba y la bossa nova entre otros deleites de ese ancho cajón que llamamos música hispanoamericana.

Vuelven ahora en profunda comunión musical para dejarnos una plétora de aguijones sonoros —acaso “Doralice”, “Eu sei que vou te amar”, “Quizás, quizás, quizás”, “Carinhoso”, “Muñequita linda”, “Influencia do jazz”, “Madalena” o “Dolor”—, acaso temas originales que ha ido atesorando desde entonces con la ilusión del niño que por vez primera ve el mar

Clasijazzeros de ley al modo de bien avenida familia son la voz de Ruth Becerro, la flautista Pilar Romero, el cellista pero también pianista Octavio Santos, el bajista Fafi Molina, la batería de Martin Andersen y la percusión de Juanjo Simón… Clasijazzeros que recién comenzaron a escribir una leyenda que pronto dejará de ser inédita.

Ruth Becerro (voz)

Ruth Becerro Velasco (Béjar, Salamanca, 1974). Periodista de casta —si no, no sería tal cosa— llegó a Almería hace ya casi dos décadas al hilo informativo de los trágicos acontecimientos que incendiaron el municipio de El Ejido. Embargada por el horror, estuvo tentada de regresar a territorios salmantinos pero no tardó en quedar presa de la cegadora luz y el susurro sincopado de la mar de esta tierra que nos da cobijo, vida, emociones y futuro y así, desde entonces, es un espíritu más entre nosostros, un espíritu sensible pero enérgico, que sabe disfrutar de la vida, y la disfruta.

Al cabo halló un resquicio a través del que dar rienda a su sueño original, informar, en medios locales de diversa índole, y que casi siempre ejerció —como suele acontecer en estos y otros tantos menesteres— en ese estado de limbo que llamándolo en precario parece como si no existiese: intensivas jornadas laborales, colaboraciones gratuitas… que fue capeando, cuando la crisis hizo tala general, con trabajos de teleoperadora, asesora comercial, asesora de formación o asistente de fotografía.

Pero sobre todo, aquí halló familia, amigos y el relumbrón de una pasión, la música, un veneno que le inoculó un amigo músico que tocaba bossa nova y que le empujo a la exploración de mundos sonoros, si bien siempre cantaba en pequeños círculos o bajo la ducha que bien hubiera sido bajo la lluvia si esta tierra no fuese tan parca de ella. Sin embargo, la urgencia de cantar llegó con el nacimiento de su hijo porque «los hijos te abren, te brindan la oportunidad de hacer lo que llevas dentro».

Fue entonces cuando apareció en su imaginario, y realidad, Clasijazz. Su apuntó a su Coro Gospel, comenzó a frecuentar las jam sessions con la timidez del neófito que palió formándose en talleres impartidos por cantantes como Celeste Alías, Ángela Muro, Irene Shams, Celia Mur o Sofia Ribeiro, hasta que llegó la hora de la verdad con ocasión de un Especial cantantes en el que se atrevió con un clásico de la bossa. Un rodaje continuo, una suerte de master sin reglaje, que la llevó ahondar en la música brasileña, al aprendizaje de la suave cadencia del portugués brasileiro y al irrefrenable deseo de cantar: «Cómo molaría tener un grupo, pero eso es para otros […] Ahora digo que si la vida me empuja, tengo que salir» —confesó en reciente entrevista para el diario La Voz de Almería.

No hay límite que frene el deseo y, cierto día, un amigo le dijo que el guitarrista Alberto Bonilla buscaba colegas para formar un grupo y, claro, de cabeza y de ahí surgió Más que Bossa, tránsito obligado y sendero que condujo a Fome de Ritmo y a la culminación de otro sueño de grandeza, de la mano del guitarrista Liborio López quien, sostiene Ruth, «me hizo ver que era mi proyecto personal, sobre la música que a mí me gusta hacer». Una experiencia, y volvemos a la citada entrevista, «que me abrió los ojos de lo que era la música. De pronto me vi en el escenario teniendo que demostrar todo y eso me pegó una sacudida personal increíble. La música ha sido la gran transición de mi vida, me ha dado la vuelta, me ha puesto boca abajo. Hay quien dice que cantar es una limpieza del alma y sí, pero ¿y todos los demonios que saca?».

Con Fome de Ritmo —en sus inicios con Liborio López y Pedro Dedinho y luego con el auxilio de músicos como el bajista Rafael ‘Fafi’ Molina o el baterista Miguel Canale— ha recorrido, y continua hoyando, locales y escenarios de media geografía provincial y nacional, repartiendo deliciosos bocados entreverados de genuina bossa nova, elegantes y dinámicos sambas, boleros en clave de jazz y algún que otro tema mecido por el swing.

Pilar Romero (flauta)

Pilar Romero (Marines, Valencia). Se crió musicalmente en la banda de su pueblo natal y en la Banda Primitiva de Llíria compaginándolo con estudios de Coro, Orquesta, Banda Sinfónica, en tanto terminaba el grado profesional y superior en el Conservatorio Superior de Música de Valencia. Pronto comenzó a trabajar en los conservatorios de Albacete, Almansa, ambos en Castilla la Mancha, Alcañíz (Teruel) y finalmente en el de Almería donde obtuvó la plaza por oposición en 2006.

Desde siempre ha sentido inquietud por el flamenco y al conocer el antiguo Clasijazz, el del Quinto Pino, comenzó a saborear y disfrutar del jazz de la mano de Pablo Mazuecos, Antonio González y la gran familia jazzística del Clasijazz.

Fundadora junto a la pianista Maite Palomo, el contrabajista Ginés Peregrín y el batería Jordi Lluis Espuny de Brotolling Quartet, es frecuente su colaboración en numerosos proyectos de la Orquesta Sinfónica FIMA, entre otros, los excelentes repertorios que bajo el apelativo de Jobim Sinfónic 1 y 2 se dedicaron al insigne Tom Jobim con arreglos, transcripción y dirección del director italiano Duccio Bertini.

Se considera privilegiada de que músicos almerienses cuenten con ella, ¡una flautista clásica!, para llevar a cabo otras facetas musicales, y confiesa con orgullo «aprendo día a día para después enseñárselo a mi alumnado del Conservatorio».

Octavio Santos (piano)

Octavio Santos (Madrid, 1986). Aunque nació en Madrid se crió en Almería. Ha estudiado música desde los ocho años, licenciándose en la especialidad de violonchelo en el Real Conservatorio Superior de Música Victoria Eugenia de Granada.

Su gran y principal pasión es la música a la que se dedica por completo, componiendo canciones tanto con el cello como con el piano, realizando conciertos en público e impartiendo clases y talleres.

Su trayectoria en el ámbito del jazz comenzó en Clasijazz hacia el año 2003, donde inicio su estudio de forma autodidacta y asistiendo a diversos cursos y seminarios con profesores como el pianista Kenny Barron, o los trompetistas David Pastor y Joe Magnarelli, entre otros.

Ha autoeditado el disco de jazz Contrastes con canciones originales, entre ellas “Bossando” que será interpretada por el Clasijazz Combo Latino.

En el ámbito del jazz toca habitualmente en Clasijazz con el cello o el piano junto a formaciones como la Clasijazz Big Band Latina dirigida por Fernando Wilhelmi, la Clasijazz Big Band Swing & Funk o la Orquesta FIMA con la que participó como cellista en los extraordinarios conciertos interpretando los repertorios de Stan Getz Focus, Clifford Brown with Strings y sendos Jobim Sinfónico, con arreglos, transcripción y dirección del director italiano Duccio Bertini.

Y reciente es su colaboración con el Clasijazz Combo Latino, que se presentó con gran éxito en el marco del XXVII Festival de Jazz de Almería 2019.

En el campo de la música clásica suele presentarse en diversos escenarios con diversos proyectos, entre otros, los conciertos de presentación de sus grabaciones.

Ha publicado dos álbumes, Cheloterapia y Piano al cielo, en plataformas digitales en los que muestra su faceta de compositor más experimental

En la actualidad se encuentra componiendo su próximo disco con canciones originales para violonchelo y orquesta.

Si desean escuchar su música y seguir sus conciertos, visiten su web: octaviosantos.com.

Rafael ‘Fafi’ Molina (bajo)

Rafael ‘Fafi’ Molina Herrera (Almería, 1954). Absorto en la música desde siempre, desde los 9 años con el maestro Richoly, con la bandurria, el laúd, la guitarra. Luego el bajo eléctrico y grupos locales, y el flamenco y el jazz que incendiaron su espíritu y sus andanzas por Barcelona codeándose en jam sessions y grabaciones con grandes como Enrique Herrera, Joan Albert Amargós, Max Suñé, Toti Soler, Gato Pérez, Sisa (colaboró en Quaselvol nit pot sortir el sol), o Jordi Sabatés, y conoció al bajista Carles Benavent. Y en Granada como músico de Carlos Cano con quien realizó la primera grabación del Himno de Andalucía y el álbum A la luz de los Cantares. Y desde 1978 asentado en esta ciudad donde, entre otros, creó y formó parte de formaciones como Chanca y luego La Bulla Blues Band, con el guitarrista Alberto Bonilla organizó el Taller de Músicos de Almería del que surgieron grupos que participaron el IV Festival Internacional de Jazz de Almería. En los 90 creó el grupo de fusión Sonido Blanco actuando con frecuencia en la Peña el Taranto, como en el memorable homenaje al guitarrero almeriense Antonio de Torres, donde compartió cartel con Juan Habichuela, Tomatito y Niño Josele. Luego Groove Jazz Collective que actuó en numerosas sesiones del Georgia Jazz Club, donde acompañó al trompetista norteamericano Stephen Franckevich y participó en el X Aniversario del Boulevard del Jazz (1995), programa radiofónico de Canal Sur Radio dirigido por Javier Domínguez, junto a Paul Stoker, Chano Domínguez, Guillermo McGuill e Insólito Club. Colaboró artistas y grupos significativos de la escena local: Miguel Saavedra, Alberto Bonilla, José del Olmo, Paco Rivas, Pepe Viciana, Agustín Sanchis, Antonio Gómez,  Indal Jazz o Petit Comité.

Dirigió el grupo de jazz del Aula de Música dependiente del Vicerrectorado de Extensión Universitaria de la Universidad de Almería, organizó un taller de improvisación e impartiendo clases de teoría del lenguaje de jazz.

Con el nuevo milenio su ímpetu musical le llevó a integrarse en el grupo del Niño Josele, actuando en el Festival de Flamenco de la Feria de Almería, Festival de Jazz de El Ejido y en la Bienal de Flamenco de Sevilla. Formó la UAL Jazz Band que participó en el Festival de Jazz de El Ejido, Níjar y en el San Juan Evangelista de Madrid. En 2003 colaboró con el grupo teatral La Torna y en 2004 con el grupo de la vocalista Chelo García. Con el percusionista Salvador Martos y el guitarrista Ruben de Rosario fundó Plaza Vieja en la onda del nuevo flamenco y en 2007 el grupo de fusión Tangai. En 2009 colaboró con el guitarrista y cantaor flamenco El Niño de Las Cuevas en su espectáculo Sinfonía Flamenca. Actuó en el Festival Flamenco de Los Escullos junto al Niño Josele y el bailaor Juan de Juanes, liderando su propio grupo. En 2010 fue miembro de Pepe Viciana Jazz Trio. Grabó con Sensi Falán el álbum Y vivir de nuevo (2011) y colaboró en el video reivindicativo para la Restauración del  Cortijo del Fraile con La Nana del Caballo Grande. En 2012 participó en la grabación de Die Vier Spiegel des Emirs Von Córdoba, álbum de Cluse Krings de nueva música andalusí basado en la vida de Abd al-Rahman emir de Córdoba de Cluse Krings.

Músico de dilatada experiencia en el flamenco, jazz y folclor, miembro de Clasijazz, es solicitado como sideman, amén de trabajar como freelance para formaciones como Isabel Hernández Quintet o Jazz´ta Quintet presentado en esta sala en marzo de 2016 junto a José Carlos Hernández, José Diego Sarabia, Pablo Sánchez, Mike Fletcher y Pablo Mazuecos.

Martin Andersen (batería)

Del batería Martin Andersen (Silkeborg, Dinamarca) se ha dicho que es un torbellino musical en cualquier estilo. Su toque expresivo —liberado de la tradicional función de metróno de la batería— asume el rol de un solista más trazando líneas melódicas, acentos, puntuaciones impresionistas teñidas de todo cuanto absorbió o lo largo de su dilatada y fructífera carrera, bebop, vanguardia o ritmos latinos.

Pero no solo torbellino musical, sino personal —ambas indisolubles— aguijoneado por una curiosidad infinita. Niño absorto en los discos de su madre, estudió batería, piano, flauta y guitarra desde los 9 años, tocó en bandas locales a los 12, escuchaba grabaciones de Deep Puplee, Basie o Max Roach en la biblioteca municipal. Ávido de nuevos sonidos en Veracruz, Méjico, hasta donde fue en un intercambio escolar, estudió y tocó nuevas formas expresivas, y de regreso, henchido de música, tocó en cuanta ocasión o banda se puso a su alcance, campaginándolo con estudios de piano, teoría musical y clases particulares con el baterista Alex Riel. Se mudó a Århus, implicándose en clubes, seminarios de la Danish Jazz Foundation con maestros como Adam Nussbaum, Tony Moreno o Billy Hart. Esto le llevó a Nueva York donde estudió durante un año en la Drumming Collective School con Marvin ‘Smitty’ Smith, Brad Flikinger, Mike Clark o Frank Malabe, mientras por las noches escuchaba a grandes bateristas. Llegó a la conclusión de que su vida era la música.

A su regreso participó en la orquesta del musical Les Misérables danés, en la gira de la compañía de West Side Story y luego en Chicago. En esta coyuntura se trasladó a Copenhague, ampliando su red de colaboraciones y labrándose una excelente reputación profesional.

En 1993 Butch Lacy, pianista de Sarah Vaughan y director de orquesta, le contrató y en sus grupos acompañó al saxofonista Bob Rockwell, al trompetista Anders Bergcrantz o a la cantante Mark Murphy.

En Copenhague participó en jam sessions y en diversos escenarios con los jazzmen y formaciones destacados: The Orchestra, Horace Parlan, Carsten Dahl o Anders Christensen. Estudió con el percusionista cubano Calixto Oviedo, y experimentó instrumentos de percusión afrocubana. Su interés por la música latina le llevó a tocar con músicos cubanos como el percusionista Ignacio Guerra Acosta y el bajista Yadam González. En un taller del Conservatorio de Copenhaguen conoció a su héroe, el baterista de Irakére Enrique Plá.

Es miembro desde 2000 de la insólita y reputada New Jungle Orchestra (NJO) liderada por el guitarista Pierre Dørge (pronto en esta sala), integrada por diez miembros y cuyo inmenso repertorio y amplio enfoque estilístico exigen una capacidad de improvisación abierta y una visión libre y avant garde de la música. La NJO colabora con formaciones, como  Athelas Sinfonietta o Denmarks Radio Girls Choir, y con solistas como Yusef Lateef, Ray Anderson, Harry Beckett, Herb Robertson, John Tchicaï, Marilyn Mazur, Han Bennink, Josefine Cronholm, Adam Rudolph, Shashank Subramanyam, Yu Jun, Sergey Letof, Lelo Nika o Mikko Innannem.

En la actualidad trabaja en diversos proyectos propios como los tríos con el saxofonista Stephen Riley, con el pianista Dave Kikoski o Different Day, con el guitarrista español Israel Sandoval y el bajista sueco Thommy Andersson, cuyo primer álbum homónimo, publicado en 2007, incluye composiciones de sus miembros. Colidera Mad Cats, con Thommy Andersson y el saxofonista Marc Bernstein. Otros proyectos recientes son el combo de latin jazz Kirsten & Carsten (con el pianista Carsten Kjær) y el trío Third Voyage con el bajista Torben Westergaard y el saxofonista Thomas Agergaard. Más reciente es su participación en el cuarteto Scram del que forman parte además el trompetista noruego Gunnar Halle, el contrabajista sueco Thommy Andersson, el saxofonista y clarinetista Anders Banke, todos miembros de la citada New Jungle Orchestra y cuyo álbum debut está a punto de ver la luz. Y aún más reciente en su colaboración en el álbum Vision Tales (Rizoma, 2017) coliderado por el vibrafonista Arturo Serra y el bajista Javier Delgado.

Más reciente es su participación como crucial partenaire en dos excelentes grabaciones a trío, Pinocchio e altri racconti (Abeat, 2018) liderado por el pianista italiano Antonio Zambrini y con el contrabajista danés Jesper Bodilsen y Pieris (Stunt, 2018) coliderado con el pianista Marco Mezquida y de nuevo Jesper Bodilsen al contrabajo.

Como sideman ha colaborado y colabora en infinidad de proyectos de muy variada adscripción estilística participando en la grabación de más de medio centenar de álbumes.

En España ha colaborado, entre otros, con el pianista Moisés Sánchez, el guitarrista Israel Sandoval, el contrabajista Javier Colina, el pianista Iñaki Salvador, el saxo alto Santiago Ibarreche, el también altista Perico Sambeat, los pianistas Chano Domínguez y Mariano Díaz, el armonicista Antonio Serrano, la cantante Martirio, Alfonso Pérez, Daniel Yacaré, Pablo Martin Caminero, además de llevar con el batería Borja Barrueta el dúo Boom Crash Colapso.

Es profesor de batería en la Academy Of Music and Dramatic Arts of Southern Denmark y en el Rhythmic Conservatory de Copenhague.

Juan José Simón (percusión)

Juan José Simón (Almería). Su inclinación o deriva musical comenzó en la infancia cuando se inició en el estudio de la percusión con los tambores de detergente, ollas, cazuels y demás cahivaches de la cocina de su madre —¡pobre!— . Tras un sinfín de años de tocar con mucha gente en locales, ensayos, garitos o en la calle comenzó más en serio con el grupo de pop rock Sendero Luminoso en el que tocaba congas, bongos y otro variado cacharrerío de percusión.

En orden aleatorio formó parte junto al teclista Juanma Cidrón de Piel de Canto electrónica y percusión. Se inició en el jazz con Fool Acoustic junto a Alberto Bonilla, Ginés Peregrín, Ernesto Sorensen y Magda Crespo. Fue percusionista del grupo de bossa nova Bossaravah! junto a Elena Cano, Pablo Mazuecos, Rafael Arcos y Samuel Roque. He acompañado a la cantautora almeriense Sensi Falán en numerosas ocasiones, junto a grandes músicos como Chochi Duré, Fafi Molina y Francis Hernández (el Niño de la Manola), y en diversos lugares, entre los que destaca una extensa gira por Marruecos). Además realizó una gira con el cantautor granadino Paco Damas y los músicos de la formación Fool Acoustic con un proyecto en torno al poeta Juan Ramón Jiménez.

Inició sus pinitos con la batería, por fin, con el grupo almeriense Sefronia junto a Angelina Olea y A.L. Guillén, con quienes realizó grabaciones y giras por varios lugares de la geografía nacional.

Ha participado como percusionista con numerosas formaciones como Si se calla el cantor junto a Ginés Peregrín y Joaquín Carrillo. He participado en varias ediciones del programa Amanecer en la Alcazaba, tocando con varios cantautores y formaciones musicales.

Fue percusionista y batería del grupo de bossa nova Mas que Bossa integrado por Ruth Becerro, Ginés Peregrín y Alberto Bonilla, de Strada Duo junto a Isabel Casanova y Frans E. Bennekers, y de De la Costa Trio con Libo Magneto, así como de la banda de música latina Territorio latino, junto a destacados músicos como Ginés Peregrín, Jonay Cano, Pilar Romero, Roberto Sabater y Francisco Rodríguez.

Es también percusionista de José Balastegui Septet. Homenaje a Cole Porter, junto a José Balasteguj, Ginés Peregrín, José Granados, Miguel Canale, Sara Marcos y Arturo Almécija, con quienes grabó un álbum en directo en el concierto en el Teatro Apolo de Almería, presentándose ademas en escenarios como el Teatro de Carboneras (Almería) y el Teatro Cervantes de Almería.

A lo largo de los últimos años ha tenido ocasión de compartir y tocar en Clasijazz con muchos músicos nacionales e internacionales y de participar en incontables jam sessions¸ talleres y combos, fundamentalmente de jazz, música latina y brasileña He recibido formación en percusión latina de varios maestros, entre los que destaca Yaroldi Abreu, percusionista de Cucho Valdés o Irakere entre muchísimas otras grandes fiutras.

En la actualidad forma parte de la excelente formación Four Jazz Set —con el clarinestistas y saxofonista José Belastegui, el guitarrista José Granados y el bajista Miguel Vera— en la que toca un set de cajones y platos en un ambiente jazzístico y funky. Clasijazz Combo Latino fue su última aventura musical.

© José Santiago Lardón ‘Santi’ (Enero, 2020)

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