Around the books and the jazz and the celebrations
Vivimos en un mundo, o en una sociedad, ahíta de lo ceremonial hasta el extremo que y desde hace años las celebraciones han ido creciendo hasta límites insospechados. Hay un día para todo, para cada una de las cosas más inimaginables, unas con profundo fundamento, otras más banales o, tal vez, menos hondas, pero igualmente honorables…
A ojo de buen cubero podría decirse que el año anda corto de días para dar cabida a tanto y tan alborozado regocijo: día de la tierra, día de la danza, día de la poesía, de la educación, del braille, contra el cáncer, de la tolerancia cero, de la mujer, de la lengua materna, de la vida silvestre, de la felicidad… e incluso también y con la vitola de lo internacional existen los días de las legumbres o del chocolate…
Y bien está, celebrar que es rememorar y meditar y reflexionar y sacar conclusiones sobre todos estos, y otros muchos, temas para luego, actuar en consecuencia.
A book and one jazz album
Y es voluntad del abultado y casi infinito libro de efémerides que en este mes de abril tengan lugar dos que me son muy queridas e intuyo que también —estoy convencido— a muchas otras personas. Dos fechas para celebrar con la lectura y la música, ¡jazz!…



