Foto portada: Plantilla de Clasijazz Big Band en modo Epitaph de Charles Mingus (02.11.2015)
Dedicado a las mujeres y hombres que han formado, forman y formarán parte de la Clasijazz Big Band Profesional, sin su esfuerzo, abnegación e ilusión ningún sueño sería posible.
Retrato del joven músico de jazz
«El joven músico de jazz —si se toma en serio que su oficio sea una vocación con significado para los demás—, ha de aprender mucho. Primero debe, por supuesto, conocer su instrumento, conocerlo hasta el punto que, parafraseando a Yeats, resulte difícil decir dónde termina el músico y dónde comienza el instrumento. Debe combatir los obstáculos de la técnica hasta que sus dedos ejecuten lo que su mente piensa mientras piensa, sin que importe la dificultad o complejidad del pensamiento. Y si quiere mantenerse al día en el proceloso mundo de lamúsica contemporánea, el joven músico de jazz se enfrentará a muchos y más osados desafíos que todos los que la Corte del Rey Arturo hubieran imaginado.
Debe poder leer, no solo los arreglos comerciales para las más variadas grabaciones, sino los nuevos e inesperados giros del creciente número de escritores del jazz moderno. Debe, a menos que se limite a un solo idioma y a un grupo conocido de músicos, ser capaz de improvisar en un amplio y a veces vertiginoso rango de situaciones.
Una vez dominado esto, comienza su problema básico. Debe encontrarse a sí mismo, ser relativamente original. Una vez alcanzada la habilidad suficiente para atraer la atención, es probable que los críticos comiencen a llamarlo eléctrico o influenciado, los demás instrumentistas lo respetarán, pero esperan escuchar lo que hace y no escucharon antes, y lo más importante de todo, él mismo se preocupa con obsesión sin límites por liberar y desarrollar su propia voz. Ese punto en el que los buenos y hábiles intérpretes se distinguen del resto, que van más allá de la competencia para convertirse en los principales estilistas, en los músicos que influyen en otros músicos». Nat Hentoff, lines notes al álbum Art Farmer, Modern Art (United Artists, 1958).
Y sin embargo, vivimos rodeados de una legión de jóvenes músicas y músicos de jazz que se han formado en prestigiosos centros, han luchado con denuedo, han escuchado y absorbido la tradición, han compartido los más insólitos escenarios, han pateado los polvorientos caminos de medio mundo y parte del otro… y se han encontrado a sí mismos como en el fondo de un espejo, y hallaron infinidad de historias que contar y, sobre todo, una voz propia y personal con las que contarlas.
Y sin embargo, el jazz es como un grifo que se abre y se cierra al azar, al albur de mil circunstancias, caprichoso, amigable a veces, cruel en la mayoría de los casos. Un grifo que se abre y vierte raudales de felicidad y creación, pero también el grifo que se cierra en un silencio de desolación.
«El amor es como el grifo
se abre y cierra
A veces, cuando piensas que está abierto, nena
se ha cerrado y se ha ido»
Fine and Mellow, Billie Holiday
© José Santiago Lardón ‘Santi’ (Abril, 2021)