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Félix Rossy & Jaume Llombart. «Diálogos viajeros a dos»


José Santiago Lardón 'Santi' - 12 mayo, 2021 - 0 comments

Félix Rossy (trompeta) Jaume Llombart (guitarra)

Clasijazz. Salón del Parque / jueves/13/05/2021/21:00 H

Diálogos viajeros a dos

A dos, o a dúo, es la forma primigenia de la comunicación desde tiempos ancestrales, la historia de dos ulises que surcan mares ignotos y territorios remotos y al cabo sus senderos se cruzan, hacen un alto en el camino, se miran, se reconocen, se saludan, toman asiento… y principia el relato de sus respectivas aventuras, la esencia de sus vidas…

Hay muchas formas y modos de contar una historia —desde luego, siempre que la haya—, se puede transmitir con la brevedad de un gesto, con la mudez de la mirada, con el vertiginoso laberinto de las palabras dichas o solo sugeridas, pero también con el etéreo e inasible lenguaje de la música, sea con la abismal desnudez de la voz o con el concurso de artificios sonoros, una caracola de mar, un tronco hueco, una liana tensa teñida al azar, un piano, una guitarra o un trombón de varas…

Félix Rossy y Jaume Llombart son, como es sabido, músicos de toda la vida —trompetista el uno, guitarrero el otro—, pero además y sobre todo son ulises empecinados en quebrantar los infinitos límites del universo, y amigos y cómplices desde bien antiguo. Exploradores de inexpugnables territorios, creadores de feraces e insospechados paisajes sonoros.

A dos es la región que han querido concertar como lugar de encuentro y ágora para comunicar su aventura musical, un espacio ideal, abierto, que facilita una honda complicidad y da pie al diálogo fértil, libre de cualquier género de ligazones y distracciones. Un espacio íntimo propicio para la indagación creativa, la improvisación, la confesión, la exploración infinita de los más diversos estados emocionales: alegría, pena, amor, pasión y, por supuesto, el puro divertimento, el deleite.

No se trata simplemente de dos músicos que se acompañan, que una voz ampare o cobije a la otra, sino más bien de dos músicos que se compenetran tocando en perfecta empatía. La guitarra puede ir cambiando de acordes con sutil y engañosa soltura, con un impecable tiempo y una sensibilidad exquisita en tanto que la trompeta teje un brioso tapiz que devora los cambios y con su fraseo aporta nuevos cambios y una invitación a la improvisación en un continuum en el que —como en toda conversación— se entrelazan ambas voces alternando la suavidad y lo velado con la mordacidad y el vigor destiladas con el filtro de cada personalidad.

Una conversación entre colegas ligados por una antigua amistad, un conocimiento recíproco y la pasión por la música y que ahora nos visitan para darnos noticia de sus aventuras y, acaso, próximo mensaje musical.

Llevados de sus manos y a través de sus voces viajaremos por los procelosos territorios sonoros de lo onírico, hollaremos senderos poblados de giros inesperados, cautivadoras armonías y melodías ensoñadoras, no dejaremos envolver por atmósferas de ensueño y, a cada tanto, sentiremos el sorprendente aguijón de alguna inimaginable improvisación…

Y todo a partir de un repertorio que incluirá algunos de sus clásicos predilectos, composiciones originales, libre improvisación e incursiones regeneradoras en otros estilos musicales. Un concierto íntimo, cargado de pasión que enervará al público hasta elevarlo al cenit de la sensación verdadera.

A dos, en ocasiones con la compañía del cellista Martín Meléndez, llevan viajando tiempo, midiendo el alcance de su mensaje, mostrando a quien como público quiere saber de viajes y aventuras musicales.

Valga, como ilustración, un par de registros de las presentaciones de estos dos ulises musicales:

En el Nota 79 (16 de septiembre de 2019)

https://youtu.be/Bd9dVWXPq6E

En el Jamboree (8 de abril de 2019)

https://youtu.be/hw_Vckq-EwE

Félix Rossy (trompeta)

Félix Rossy (Barcelona, 1994). Nació en un entorno familiar en el que la música era como el aire que se respira, baste recordar que su padre es el célebre batería, vibrafonista, pianista y trompetista Jorge Rossy. A los siete años comenzó a tocar la trompeta, entonces el instrumento de su padre y creció mamando música y formándose de una manera intuitiva merced a los consejos paternales y los de otras primeras figuras que solían frecuentar el hogar.

En este sentido es reveladora su entrevista para la revista digital Tomajazz (Jesús Mateu Rosselló, 23.12.2014):

«Mi educación musical fue a través, sobre todo, de la receptividad. Escuchar mucha música, educar el oído, memorizar muchas canciones populares, infantiles, incluso de otros estilos como el clásico, rock o funk. Aprender de otras ramas del arte como la pintura y aprender a tocar con emoción. Transmitiendo un mensaje oculto o visible según como… más directo o más escondido, una educación muy intuitiva, con clases particulares y tocar en grupo que es lo que más me gusta hoy en día y lo sigo haciendo, además de componer y tocar otros instrumentos…»

Y en la citada entrevista hace referencia a su relación con la trompeta:

«Empecé a tocar la trompeta con siete años y como me pesaba, tocaba hacia abajo. Entonces me habitué, y tiene sus ventajas, el sonido es más cálido y te rebota, así te escuchas mejor si no llevas micro. Pero es importante poder tocar en más de una posición, estoy trabajando para poder estar cómodo tocando hacia abajo o mirando recto».

Pero además tiene intención de abrazar otros instrumentos: «… la trompeta fue mi primera elección, mi padre tenía una que tocaba cuando era más joven así que yo la rescaté de alguna manera. Actualmente estoy estudiando piano, bajo eléctrico y saxo, también canto un poco pero todo está poniéndose en marcha… espero poder tocar a buen nivel estos instrumentos en poco tiempo»

A los 11 ya participaba en jams sessions junto a destacados  jazzmen, entre otros Brad Mehldau. En 2006, con 12 años, participó en la jam session del Teatro Central de Sevilla, en el marco del programa Jazz viene del Sur (Sevilla, 8-11 marzo de 2006), con un repertorio que incluía temas firmados por Lee Morgan, Freddie Hubbard y Miles Davis, tres de los máximos exponentes del jazz en la época de mayor esplendor. Su habilidad con la trompeta ya daba que hablar.

Con 17 años publicó su primer álbum a su nombre, Introducing Fèlix Rossy (Fresh Sound New Talent, 2011), en compañía del pianista Mike Kanan, el bajista Ben Street y la tutela de su progenitor a la batería.

Al igual que hiciera en su día Chet Baker, Félix Rossy parece haber alcanzado a sus 17 años en su modo de tocar la trompeta equilibrio o equidistancia entre los tonos nítidos y sin trémolos y la reserva emocional de Paul Desmond y Miles Davis, con una preferencia por los tempos medios, las baladas y una sonoridad limpia, casi hiriente. Más que su juventud, sorprende su sonido, fresco, natural, inquietante a veces en el que se perciben bien asumidas resonancias de leyendas del instrumento como Lee Morgan, el primer Miles Davis o incluso el swing pausado pero efectivo del llamado west coast jazz (verbigracia, Chet Baker) que expresa a través de clásicos como “Three on One”, “You’re Driving Me Crazy”, “A Dandy Line”, “Stella by Starlight” o “All The Things You Are”, dando fe de que en su forma de tocar más que de laconismo cabría hablar de un inteligente y firme desinterés por la estridencia o demostración banal de virtuosismo, confirmando lo ya confesado, que aprendió a tocar antes de leer música y una lección bien aprendida de su padre, y de otros grandes, que tocase y oyese, que se guiase por su propio instinto.

Su segundo álbum, Félix Rossy & Albert Sanz, Dolphin’s Blues (Autoedición, 2014), fue grabado en directo en el café Mandacarú de Barcelona, financiado a través de una campaña de micro mecenazgo y publicado en edición limitada de 300 copias en formato vinilo, es la confirmación de una madurez anunciada tanto por su nivel de interpretación como por el riesgo asumido al afrontar la formación de dúo junto al prodigioso pianista Albert Sanz. Juntos —como dos personas que se conocen desde antiguo, que comparten afinidades y una especial sensibilidad por la melodía y reacios a demostraciones fútiles— y aunados por la complicidad y sintonía del tú a tú se meten uno en la mente del otro para expresar un mensaje musical a través de seis temas, el boogaloo “Cheek’s Sauce” original de Sanz, el imaginativo “Dolphin’s Blues” de Rossy, el debussiano “Arabesque”, la brasileña “De Volta ao Samba” (Chico Buarque), un blues de Wayne Shorter (“12 More Bars To Go” ) y la balada clásica “When Sunny Gets Blue” (Marvin Fischer & Jack Segal), conjurados a modo de un onírico viaje que principia en territorio conocido y que te lleva hasta los más recónditos paisajes de la memoria, tanto propia como la de quienes ejercen de guías musicales.

Para su tercer trabajo discográfico reunió a un quinteto integrado por destacados jazzmen de la joven escena actual con quienes además mantiene estrechos lazos de amistad —seña identitaria de su personalidad—, a saber, el trombonista mallorquín Tomeu Garcías, el baterista barcelonés Andreu Pitarch y dos estadounidenses que suelen ser habituales en sus giras, el pianista Davis Whitfield y el contrabajista Ben Tiberio, ambos ya señaladas figuras de la escena neoyorquina y como invitada la cantante y trombonista Rita Payés en dos temas.

El fruto, el espléndido álbum titulado significativamente Looking at the Surroundings (UnderPool, 2020), que es, además, una suerte de manifiesto o proclama valiente y que en palabras de Rossy «es una llamada a la colectividad, a mirar más allá de uno mismo como oposición al actual clima general de individualismo» y que define la personalidad del trompetista, alguien que va mirando alrededor —en traducción no literal del título— para encontrar con quien tocar y quienes mejor que estos viejos amigos de toda la vida: Félix es amigo de Andreu desde los 10 años, de Davis desde la adolescencia y a Tomeu lo conoce desde que éste llegó a Barcelona para estudiar.

Grabado en directo tras dos giras en la barcelonesa sala Note 79 en julio de 2018, incluye siete temas, cuatro originales de Rossy —“Looking at the Surroundings”, “Kike’s Blues”, “Incandescent” y “One for Ana”—, “Changes”, la vibrante apertura del álbum es de Andreu Pitarch, Davis Whitfield aporta el que lo cierra, (“Back and Forth”) y último es la emotiva balada “Infant Eyes” que Wayne Shorter dedicó a su hija Mikayo, incluida en Speak No Evil.

Ejercicio de maestría y pura complicidad en una sesión que Rossy describió como «íntima, misteriosa y poderosa».

A lo largo de su carrera ha compartido escenario y colaborado con destacadas figuras del jazz nacional e internacional, entre otras, Chris Cheek, Mark Turner, Brad Mehldau, Rj Miller, Marco Mezquida, Albert Sanz, Mike Kanan o Jorge Rossy, ha liderado proyectos siendo aún adolescente y formado parte activa de bandas como The Wild Bunch o The North Atlantic Jazz Connection.

Memorable fue en este sentido su presentación en Clasijazz —14 de febrero de 2015— al frente de un quinteto de jóvenes jazzmen, auténticas jóvenes estrellas portadoras de idéntica pasión y adalides del futuro del jazz, esa música fresca, inquieta y revulsiva que se cocina a cada instante, como el batería israelí Ofri Nehemya, el saxofonista estadounidense Ben Solomon, el pianista Davis Whifield y el contrabajista catalán Pedro Campos.

Valga como recuerdo de aquella noche las notas finales al programa de mano que para la ocasión escribí:

«Noche de futuro, porque el futuro del jazz no podía estar en mejores manos, futuro que afronta cada uno de los miembros del quinteto construyendo en cada actuación una nueva vía creativa, porque el jazz es como el camino y “se hace camino al andar” o, en palabras de Dizzy Gillespie “esta música solamente va de una manera y es adelante”. El jazz es lo que está sucediendo, en cada instante, de improviso, entre el laberinto de un solo».

«Con todo el tiempo del mundo por delante para realizar los proyectos que de seguro tendrá en mente, Rossy está en un excelente momento como lo demuestran sus numerosos conciertos con formaciones siempre de evidente calidad. Como el que se presenta en Clasijazz esta noche»

Discografía esencial

  • Félix Rossy, Introducing Félix Rossy (Fresh Sound New Talent, 2011). Félix Rossy (tp) Mike Kanan (p) Ben Street (b) Jorge Rossy (d).
  • Félix Rossy & Albert Sanz, Dolphin’s Blues (Autoedición, 2014). Félix Rossy (tp) Albert Sanz (p).
  • Félix Rossy [Quintet Live], Looking at the Surroundings (Underpool, 2020).- Félix Rossy (tp) Tomeu Garcías (tb) Davis Whitfield (p) Ben Tiberio (b) Andreu Pitarch (d) Rita Payés (trombón, 04, vocal, 05).

Jaume Llombart (guitarra)

Jaume Llombart Jorba (Igualada, Barcelona, 1980). Inició sus estudios musicales en 1986, a la edad de 6 años, en la Escuela Municipal de Música de Igualada, donde cursó el grado medio en la especialidad de guitarra clásica, recibiendo también clases de flauta travesera, trombón y piano.

A los 15 años comenzó a interesarse por el jazz, participando en los seminarios de verano que la Escuela de Música de Igualada comenzó a organizar. Su creciente interés por el jazz le llevó a seguir clases en el Taller de Músics de Barcelona donde estudió guitarra eléctrica y armonía moderna con Javier Juanco, Marcelino Galán, Llorenç Ametller, a la par que tocaba y colaboraba en diferentes proyectos musicales de estilos diversos. Entre 1999 y 2000 participó en el prestigioso seminario del Palau de la Música de Valencia (Sedaví), recibiendo clases de músicos como Kurt Rosenwinkel, Mark Turner, Nasheet Waits, Ben Street, Bruce Barth, Perico Sambeat y Pat Metheny, entre otros.

A los veinte años ingresó en la Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC), primera promoción del centro, donde siguió los estudios en la especialidad de guitarra de jazz, recibiendo clases del instrumento de Marteen Van der Grintten, José Luis Gámez y Daniel Pérez. Además, y entre otras muchas asignaturas, estudió piano con Lluís Vidal y Elisabeth Raspall, armonía con Lluís Vergés, improvisación con Agustí Fernández y Gary Willis y combo con Joan Monné, Eladio Reinón y Lluís Vidal. Asistió además a seminarios y/o masterclass con Dave Douglas, Kenny Werner, Jesse Van Ruler, Hein van der Gein, Álvaro Is, entre otros. A raíz del proyecto final de carrera en la ESMUC, creó un septeto con música y arreglos propios que combinaba el jazz con ritmos africanos.

Desde el año 2000 reside en Barcelona donde empezó a tocar con diversas formaciones, entre otras, la cobla orquesta internacional Nocturna, el grupo de jazz rock Happy House (con David González, Daniel Domínguez y Albert Cirera) con el que obtuvo el primer premio del concurso de jazz de Copons, que consistía en la grabación de un disco y su edición por el sello Fresh Sound New Talent. Además lideró el trío Trilogía (con Guillem Arnedo y Joan Motera) y el Jaume Llombart Quinteto (con Eladio Reinón, Jordi Berni, Bori Albero y Xavi Hinojosa), así como el Quinteto (con Ion Robles, Juanma Nieto, Roger Mas y Bori Albero), grupos con los que recorrió buena parte del circuito catalán de salas y festivales de jazz como los de Bañolas o Tarrasa.

Además es colaborador habitual de las más relevantes figuras del jazz nacional e internacional, entre otras, Jorge Rossy, Enrique Oliver, Marco Mezquida, Ernesto Aurignac, Roger Mas, Dee Jay Foster, Felix Rossy, Joe Smith, Bill McHenry, Eladio Reinón, Christian Coxholt, Silvia Pérez, Laia Cagigal, Celeste Alías, Juanma Nieto, Orquesta BCN 216, Jordi Matas, Santi de la Rubia, Xavi Hinojosa, Guillermo McGill, Dmitri Skidanov, Dani Domínguez o Jordi Berni.

Músico versátil y creativo es muy solicitado para importantes proyectos entre los que cabe señalar sus colaboraciones en álbumes como Roger Mas Quintet, Mason (Fresh Sound New Talent); la Asociación Libre Orkesta dirigida por Joe Smith, ALO (Festina Lente Records); Eladio Reinón Quartet, Trencadís (Jazztones) y A flor de piel (Jazztones, 2012); Guillem Arnedo Band & Celeste Alías, Let’s Sing Again (Swit Records, 2014); Ernesto Aurignac, Anunnakis (Fresh Sound New Talent, 2015) y Uno (Moskito, 2015); Sergi Sirvent, Inferencies (Fresh Sound New Talent); la formación Amomg 3, Among 3 (Fresh Sound New Talent, 2006), José Carra, Verso (Romero Music, 2016) y destacable fue su participación en el álbum del saxofonista Chris Cheek, Saturday Songs (Sunnyde Records, 2016), donde toca el bajo eléctrico y que fue presentado en esta sala. Y celebrados son sus dúos con la cantante Mayte Alguacil o con el gran pianista Marco Mezquida.

Además desarrolla un intensa actividad docente como profesor de guitarra eléctrica, guitarra clásica y armonía moderna en varios centros de música de Cataluña.

En 2011 presentó su nueva formación, Jaume Llombart Sextet, con la que publicó su primer álbum como líder, Live at Robadors 23 (Cd Baby, 2011). Música anclada en las raíces del jazz e interpretada por un inusual conjunto formado por dos guitarras eléctricas, saxo tenor, clarinete bajo, bajo y batería, con una sonoridad potente, compacta a la par que dúctil y sensitiva. Incluye 8 temas, 5 de ellos del propio Llombart y el resto de Bill McHenry, en los que aborda desde el sistema de tres acordes de la escala cromática de Ornette Coleman como en “LA Cromatica” o “Violeta”, baladas, relecturas de clásicos emblemáticos como “¿Qué hay de nuevo?”, hasta blues muy personales.

El último proyecto de Jaume Llombart Sextet es el álbum Magenta (Fresh Sound New Talent, 2015), presentado en esta sala en concierto en octubre de 2015. Incluye 11 temas, 6 de Llombart, 2 de Joe Smith, 1 de Roger Mas y dos standards, “All Blues” de Miles Davis y “Liza” de Gershwin. El sexteto lo integraban el propio Llombart, el también guitarrista Alfred Artigas, el saxo tenor Miguel Villar, Pau Domènech al clarinete bajo, Marc Cuevas al contrabajo y el baterista Joe Smith.

Sobre Llombart y su sexteto la crítica ha escrito: «De la prestigiosa generación Emuc destacan músicos como Jaume Llombart, guitarrista inquieto, interesado en lenguajes poco convencionales, en formas de componer y arreglar próximas a la exploración, en el universo del jazz de vanguardia. Un buen ejemplo lo encontramos en este sexteto de altura, integrado por lo mejor del jazz más subterráneo de nuestra ciudad. Música fibrosa, enigmática, batida por un jazzman conocido por sus destacadas colaboraciones».

«Una instrumentación inusual ofrece un sonido de grupo en el que las jerarquías habituales de solista y ritmo se cambian cuidadosamente. Los dos guitarristas intercambian lugares y roles, mientras que los vientos alternan el acompañamiento de ostinato con excursiones en solitario sorprendentemente efectivas… El mundo musical de Llombart parece extenderse desde el bop-into-cool de la canción principal hasta los márgenes del rock». Brian Morton, Jazz Journal (agosto, 2015)

En enero de 2011 Jaume Llombart fascinado por la música de Thelonious Monk decidió grabar en el estudio Underpool una serie de standards inspirados en las interpretaciones que Monk había realizado. Cinco años después vio la luz la grabación como Jaume Llombart, Solo (Underpool, 2015), álbum en el que se aprecia la influencia de Monk, pero también las relecturas de una tradición que Llombart ejecuta con un lenguaje personal y maduro.

Para la ocasión escribió el también guitarrista y compañero musical Alfred Artigas unas esclarecedoras notas:

«Cuando se habla de un músico y de su respeto por la tradición se está pensando en lenguaje, no en costumbre. La transmisión de los códigos y usos de una música concreta es, en la mayor parte de los casos, una línea discontinua en la que el artista elige uno o varios segmentos para incrustarse como puno de partida. Por encima de los lenguajes hay otra tradición: la de hacer sonar lo mejor posible todo lo que tocas. La de la respiración, la de la generosidad, la de la imaginación, la de la sinceridad. Al fin y al cabo, un metrónomo define un tempo, pero el vaivén acechante de los omoplatos de un guepardo también».

Con el comentario del guitarrista Alfred Artigas a modo de presentación y una dedicatoria a Monk, el álbum incluye diez clásicos, pero ninguno escrita por el legendario pianista aunque sí los había interpretado y hechos propios. Por eso huele a Monk, sabe a Monk, aunque no haya piano ni sean sus más emblemáticas canciones.

Y otra reseña, ahora de Jesús Mateu Rosselló, en Tomajazz, 25 de febrero de 2016.

«Jaume Llombart grabó un disco conceptual. Conceptual en el sentido en que el guitarrista interpreta diez standards. Hasta aquí algo muy habitual y lógico. A lo que hay que añadir que los interpreta inspirándose en las diferentes versiones que dejó el inimitable e imprescindible Thelonious Monk. Temas tan archiconocidos como “Satin Doll”, “Just a Gigolo” o “I Should Care ”».

En todas y cada una de las interpretaciones anida una forma muy particular de tratar el tiempo, los ataques y los espacios de tensión que nos recuerdan asombrosamente a Monk pero pasado por el matiz personal y enriquecedor de Llombart.

Un disco de profunda hermosura, diez temas interpretados de una manera muy sencilla, sin recurrir en ningún momento ejercicios circenses, huyendo de los lugares comunes tan habituales en los repertorios de versiones. Está la esencia y el espíritu de Monk, pero sobre todo ese algo tan difícil que es expresar la propia personalidad del intérprete, la del magistral Llombart.

Destacable en su carrera es la asociación que mantiene con el saxo tenor Enrique Oliver, unión empática de dos de los más destacados músicos de la escena jazzística nacional. Viejos conocidos, juntos han colaborado en numerosos proyectos ajenos —por ejemplo, y entre otros, en álbumes como Uno (Moskito, 2014) de Ernesto Aurignac o Voces (Nuba, 2015) de Perico Sambeat—. Dúo simbiótico y único de dos creadores a la vanguardia de su generación, con una larga trayectoria de experiencias compartidas que se manifiesta en la complicidad de su música y la belleza del diálogo sincero y creativo entre dos instrumentos donde la guitarra y el saxo se complementan para trazar un tejido sonoro de singular belleza.

Una música que se erige como un lenguaje muy personal con la mirada puesta en el futuro y, respetando la tradición, aportar una nueva perspectiva a un repertorio clásico.

Su asociación se remonta a 2005, cuando ambos fueron invitados a participar en el Festival Internacional de Jazz de Birmingham. Tras su exitosa experiencia, fueron invitados en las siguientes dos ediciones. Desde entonces han compartido infinidad de experiencias y escenarios.

En 2007 viajaron a Nueva York donde pasaron a ser músicos residentes del club Café Brama, tocando cada semana con invitados de lujo como el batería RJ Miller, los contrabajistas Chris Higgins y Chris Van Woorst o los saxofonistas Mariano Gil y Javier Vercher, entre otros.

De regreso a España —y al margen de los compromisos al frente de sus respectivos proyectos y colaboraciones con otros músicos— realizaron juntos giras y actuaciones a lo largo de la geografía nacional: más de un centenar de conciertos en los últimos diez años. Una experiencia fructífera y enriquecedora que quisieron registrar en tres espléndidos álbumes autoeditados. El primero, Plays Standards (2007) con una gran selección de clásicos. En el segundo, Play Ellington (2011), rinden tributo al gran maestro Duke Ellington y el tercero, I Surrender, Dear (2014), de nuevo con novedosas relecturas de clásicos del cancionero americano y brasileño, como la hermosa “Voce vai ver”, del maestro Jobim.

Por supuesto que esto no podía ser todo y que la fiesta recién comenzaba: llevados por su pasión dan un paso adelante en su camino, haciendo lo que les gusta… Y lo que les gusta llegó quince años después en forma de álbum: Everything I Love (UnderPool, 2020), ahora con la colaboración del trompetista barcelonés Félix Rossy en dos de los temas (“If I Ever” y “Love Me Tender”), en el que ahondan en una serie de estándares de compositores, sobre todo estadounidenses, en un álbum cálido y entrañable, cuyo título —tomado del clásico de Cole Porter— es una clara declaración de intenciones, o sea, todo lo que aman, y diríamos, por extensión todo aquello que les gusta, una manera de entender conceptos como el jazz, la tradición, el futuro, la vida misma. Para ello han rescatado temas del legendario cancionero americano —Great American Songbook—, en particular de compositores como Hoagy Carmichael, Jimmy Van Heusen, Cole Porter o Billy Strayhorn y los han hecho propios con una hondura íntima y cómplice.

Everything I Love es un disco hermoso de principio a fin —a todos nos gustan esos clásicos de toda la vida, valga la redundancia, hemos crecido a compás de sus sones—, interpretado de esa manera tan íntima y arriesgada del dúo, del tú a tú, y lo que a priori pudiera parecer una drástica reducción al prescindir de una sección rítimica, muda en sublimación de sonidos originales, destilados con inspiración a su esencia más limpia, quizás más bella.

De este modo, cuando Oliver se erige en solista, Llombat busca la apoyatura armónica con las cuerdas y, a la inversa, cuando la guitarra asume el papel solista, la cosa se complica y entonces Oliver demuestra por qué es un referente del tenor nacional.

Ambos asumen el rol de solista o de acompañante con la fluidez de una conversación entre amigos, porque cuando hablamos de jazz se trata de eso, de establecer una conversación en cuyo transcurso surgen ideas novedosas, acaso insospechadas, pero siempre sugerentes como lo es un paso hacia el más allá, al futuro.

Solo dos músicos de la talla, y el saber hacer, de Oliver y Llombart son capaces de transformar canciones conocidas en sugerencias de una riqueza extraordinaria y, así, “But Beautiful” emerge como una delicada balada con aire brasileño, “Lush Life” en puro sentimiento, “Tangerine” en toda una fiesta, el conocido “Everithing I Love” de Porter en un breve estallido de perfecta complejidad o “For Heaven’s Sake” en una emotiva balada que te envuelve en sus secretos, y así sucesivamente a lo largo de las 12 canciones incluidas en el disco:

  1. There Shall Be No Night (Abner Silver, Gladys Shelley). 2. For Heaven’s Sake (Donald Meyer, Elise Bretton, Sherman Edwards). 3. Tangerine (Victor Schertzginer). 4. Daydream/After All (Billy Strayhorn). 5. Everything I Love (Cole Porter). 6. But Beautiful (Jimmy van Heusen). 7. If Ever I Would Lose You (Alan Jay Lerner, Frederick Loewe). 8. Georgia (Hoagy Carmichael). 9. I Surrender, Dear (Harry Barris). 10. Raincheck (Billy Strayhorn). 11. Lush Life (Billy Strayhorn).. 12. Love Me Tender (George Rodway Poulton).

El gran saxofonista y afín musical Ernesto Aurignac escribió sobre Llombart a propósito de su álbum Uno unas hermosas palabras que definen meridianamente su personalidad musical y humana:

«Jaume Llombart es un genio, inspiración y admiración máxima. Nunca he conocido a alguien con tanto talento, los que le conocemos sabemos que es uno de esos músicos que toca en un circuito pequeño cuando podría estar tocando por el mundo, en los mejores festivales y con los mejores músicos del mundo. Pero él es extremadamente introvertido, generoso y humilde, le gusta mucho la huerta, Thelonious Monk y los calçots. Escucharlo siempre es una lección, no es normal el control que tiene de los sonidos y su capacidad creativa, no exagero cuando digo que es un verdadero genio. Nos conocimos en Barcelona hace ya 13 años, vivir con él una temporada fue una masterclass constante, aprendí mucho de lo que ahora sé. Recuerdo levantarme cada día a las 10, entrar en el salón y verle apoyado en la ventana con su café y su guitarra (siempre sin amplificación) desde las 7 de la mañana transcribiendolo todo, Coltrane, Parker, Monk, Tristano, Konitz. Cocina una pasta con nata, champiñones y calabacín de otro planeta, y hasta hace poco conducía un coche antiguo sin carnet de conducir y con una cinta de Joe Pass medio rayada que nunca cambiaba. ¡Tengo el honor y le placer de que grabe en mi disco! Su papel es muy importante y no sé cómo voy a hacer para gestionar sus solos con tantos músicos, teniendo en cuenta que mi cabeza se imagina a Jaume tocándolo todo».

Discografía esencial

  • Jaume Llombart Sextet, Live at Robadors 23 (Cd Baby, 2011).
  • Jaume Llombart Sextet, Magenta (Fresh Sound New Talent, 2014). Jaume Llombart (g) Alfred Artigas (g), Miguel ‘Pintxo’ Villar (st) Pau Doménech (cl b) Marc Cuevas (b) y Joe Smith (d).- Cd.
  • Jaume Llombart, Solo (Underpol, 2015). Jaume Llombart (g).
  • Enrique Oliver & Jaume Llombart, Plays Standards (2007). Enrique Oliver (st) Jaume Llombart (g)
  • Enrique Oliver & Jaume Llombart, Plays Ellington (2011). Enrique Oliver (st) Jaume Llombart (g)
  • Enrique Oliver & Jaume Llombart, I Surrender, Dear (2014). Enrique Oliver (st) Jaume Llombart (g)
  • Enrique Oliver & Jaume Llombart, Everything I Love (UnderPool, 2020) Enrique Oliver (st) Jaume Llombart (g) Félix Rossy (tp, invitado)

© José Santiago Lardón ‘Santi’ (Mayo, 2021)

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