Pelayo Arrizabalaga
(saxo alto, clarinete bajo, electrónica)
Ciclo Libre Improvisación
Clasijazz, jueves 16 de abril de 2015. 22:00 H
«La mayor libertad nace del mayor rigor». Paul Valèry
Certero grito
Hay un momento crucial en la vida de un músico —pongamos que Pelayo Arrizabalaga— en el que precisa explicarse, afrontar un monólogo interno, hacer recuento de lo acaecido. Un instante de abisal soledad, de tensión dramática, de profundo afán creador.
Mirar el pasado para vislumbrar el mañana con el aullido del grito del saxo alto, el clarinete bajo, o cualquier otro objeto propicio de generar sonido, como alerta y luz de ese maravilloso, pero breve, viaje que es la vida. Un grito ancestral, como el canto, que es anterior al lenguaje hablado y por supuesto al escrito, incluso a cualquier otra manifestación artística, porque nace de la necesidad del alma de expresar sus sentimientos, sus emociones, su miedo.
Podría hablar de improvisación, de música creativa —pura redundancia—, de música concreta, de new wave… pero siempre me parecieron crueles jaulas donde encerrar la libertad. Prefiero la hermosa desnudez de música, que es siempre libre.
Y de música está hecha la belleza que anega el espíritu de Pelayo Arrizabalaga desde que en los años ochenta inició su andadura siempre en entornos de vanguardia como con Orgon, o con el mítico Clónicos, fundado junto al trompetista Markus Breuss, o circunvalando el flamenco con el malogrado baterista José Antonio Galicia hasta propuestas más avanzadas como FMOL Trío, o composiciones como Cielo e Infierno o Electroacustic Works.
Y siempre con el oriente de la trilogía kantiana —lo bueno es bello y por supuesto verdad— nos sacudirá de las banales adherencias de la rabiosa actualidad para orillar la reflexión, la hondura y, por qué no, el divertimiento, sea con el culebreo nervioso del saxo alto, el gutural rugido del clarinete bajo, o el sibilante ulular de un serrucho, durante el efímero transcurso de un instante único e irrepetible, como el que acontecerá durante esta velada.
Pelayo Arrizabalaga
Pelayo Fernández Arrizabalaga (Laredo, 1949). Creció nutriéndose y amando los clásicos de jazz de Louis Armstrong, Ellington o Gershwin y hasta cierto punto puede considerarse que su espectacular carrera musical está firmemente vinculada al jazz, no el standarizado o mainstream sino en una deriva más de vanguardia o free, Mingus, Albert Ayler o, en especial, Eric Dolphy: no es casual la afinidad con este último por su querencia con instrumental —saxo alto y clarinete bajo— y por la búsqueda de sonoridades insospechadas.
Pero no solo en el jazz, punto de partida, sino que en otras estéticas musicales —y plásticas, su otra cara de la moneda— ha luchado por dar la vuelta a las ataduras y convenciones estructurales, armónicas, compositivas o metodológicas tanto en solitario como en los diversos colectivos en los que ha estado inmerso desde inicios de la década de los años ochenta. Una transgresión que va unida al otro vector de su producción musical o sonora, el concepto de collage —corta y pega— en gran medida derivada de su formación y oficio como artista plástico: en este sentido y como mixtura de ambas querencias cabe señalar sus singulares partituras visuales o música que emana de los colores.
Estudió pintura en las Escuelas de Bellas Artes de Bilbao y de Madrid, música en el Conservatorio de Madrid y Composición y Música Electroacústica con Thomas Kessler en la Musik-Akademie de Basilea.
A finales de los años setenta comenzó a tocar el saxo y el clarinete en varias formaciones de free jazz de Madrid, con Orgon, grupo de rock alternativo navarro (primer premio del Jurado del Festival de Jazz de San Sebastián de 1981) o con la banda del legendario baterista José Antonio Galicia Flamenco Jazz.
En 1984 fundó con el trompetista Markus Breuss el grupo Clónicos, uno de los nombres más importantes de la escena española experimental de la década de 1980, con los que grabó cuatro álbumes y realizó giras tanto en España como en Europa actuando en importantes festivales, entre otros el prestigioso New Jazz Festival de Moers (1991), además de recibir el premio Roland-Rock de Lux de Música Electrónica.
Banda de formación mutante inspirada en disidentes ilustres como Frank Zappa o el audaz saxofonista John Zorn encarna el concepto de collage, de corta y pega y mezcla extrema de ideas y de sonidos que aún persiste en el ideario creativo de Arrizabalaga: mezcla de estilos —free jazz, pop, electrónica o improvisación libre— en el mismo tema y una mirada crítica y humorística respecto a la seriedad atribuida a lo experimental como elementos clave de un taller de vanguardia underground en el que Arrizabalaga tejió su personal voz expresiva adoptando una singular combinación de instrumentos de viento (saxo y clarinete), recursos electrónicos y giradiscos. El grupo publicó los álbumes Aspetti Diversi (Linterna, 1985); Figuras Españolas (Gasa, 1988); Copa de veneno (Ediciones Cúbicas, 1990); Esquizodelia (Triquinoise, 1995); El mundo del fin del tiempo. Soundtrack (Doronko, 2001) y el recopilatorio Burns Hits (Doronko, 2002).
En diciembre de 1992 publicó el álbum Galvana a dúo con el clarinetista Víctor Nubla y producción de Jep Nuix, un aventurado experimento en el que el sonido de los dos clarinetes bajos —no solo el ortodoxo sino cualquier sonoridad que de ellos pueda obtenerse— es digitalizado con el fin de extraer bancos sonoros con los que elaborar canciones, elementos rítmicos, melódicos para después invitar a diferentes cantantes para que introduzcan las partes vocales sobre la base musical construida.
En 1993 se trasladó a Suiza, país de residencia actual —en la ciudad de Baar—, continuando su su formación como compositor invitado en el Estudio de Música Electrónica del Conservatorio de Basilea dirigido por Thomas Kessler. Fue habitual en la escena de la música improvisada del país colaborando con frecuencia con destacadas figuras, entre otras, Wim Zug, Luigi Archetti o Hans Hassler. Allá sentó las bases de su trabajo como intérprete y compositor aunando el bagaje acumulado con las nuevas experiencias que el nuevo entorno le proporcionaba, sin abandonar el humor crítico y desenfadado frente a la rigidez de las convenciones académicas y no académicas, para crear un universo sonoro amplio y diverso expresado en piezas como, por ejemplo, “Adagio con pollo” para violinista, violoncelista, sampler y freidora y, siempre, con el concepto de collage como esencia inherente clara muestra de su otro bagaje en el ámbito de las artes plásticas.
Un método creativo basado en variados recursos expresivos —partituras visuales, performances teatrales, diversidad instrumental o la omnipresencia del collage— como reflejo de una mirada del mundo basada más en la intuición que en formulaciones teóricas, un proceso creativo que sustituye la disección analítica por el sentimiento —o, mejor, pre-sentimiento— o «la ilusión de un niño», en palabras de Cristina Casanova compañera de FMOL Trio.
En 1999 fundó junto a Cristina Casanova y Sergi Jordà FMOL Trio, grupo de improvisación electrónica cuyo nombre procede del FMOL —instrumento digital virtual desarrollado en 1997 por Cristina Casanova—. Combinando los sonidos únicos (y visualizaciones) del FMOL con los poderosos vientos de Arrizabalaga, el trío crea una música libre y sorprendente, de imposible etiquetaje, con complejas conexiones con la música de Albert Ayler o Eric Dolphy, los trabajos electrónicos de Xenakis, el illbient, el noise japonés, la no wave neoyorquina o el periodo del álbum Agartha de Miles Davis. El trío ha publicado los álbumes Live at Metronom (Hazard Records, 2000), Night in Chapel (Hazard Records, 2002) y The Kóln Concert (Hazard Records, 2002)
Además de las citadas bandas —Clónicos, Orgon, FMOL Trio—, es miembro de formaciones como Almayate, Breuss Arrizabalaga Quintet, Contenido, Frontton o Hybrid Eard, con las que ha continuado su proceso creativo realizando numerosas giras y grabaciones.
Con el trío Fontton —junto al saxofonista y clarinetista Yosvany Quintero y el percusionista Dominik Dolega— publicó el álbum Alternating Flows (Unit Records, 2014) que recibió una mención honorífica del New York City Jazz Record en 2014. Con Almayate —Markus Breuss, A. L. Guillén y Antonio Delgado— Freegiliana (Grupo Ungido, 2012) y con Hybrid Eard —del que además son miembros el bajista y performer Han Schacher, Pelayo Arrizabalaga y los vientos de Neat Unternäker— el álbum Nuda (Creative Sources, 2017).
Junto al trompetista alemán afincado en Frigiliana (Málaga) Markus Breuss creó The Breus The Arrizabalaga Quintet del además forman parte la pianista Tsukijo Amakawa, al bajista Jorge Frías y al batería Javier Carmona publicando los álbumes Nfamoudou Boudougou (Harzard Record, 2003) y el misceláneo Concert for Köln (Hazard Record, 2003)
Contenida es una asociación que reúne a Pelayo Arrizabalaga con el bajista Baldo Martínez, el guitarrista Antonio Bravo y al pianista y vocalista Merran Langinestra, publicando el álbum homónimo Contenida (Hazard Record, 2005) grabado en enero de 2005 en el Festival Internacional de Improvisación Hurta Cordel (La Casa Encendida, Madrid).
En 1999 la Radio Nacional Suiza le encargó la obra Bolero para el fin del Milenio cantada por el contratenor Luiz Alves da Silva para un álbum recopilatorio de Nueva Música Europea.
A lo largo de los últimos años ha desarrollado una intensa actividad profesional, destacando actividades como la residencia artística en Berlín durante 2012 becado por el gobierno suizo; las giras por países europeos como Suiza, Austria o Polonia; la presentación de una partitura gráfica original interactiva en el Instituto para Música y Tecnología de la Universidad de Zurich 2014, Los Ángeles y San Francisco 2015, invitación por la Feria Arte Santander y La Casa Encendida de Madrid presentando su obra para tocadiscos Desiertos Europeos (2015); invitado a participar en festivales internacionales, entre otros, Bone 17 Performance Art Festival, Berna y Der Längste Tag (Zúrich). Estreno de obras como Transbordo espacial (Fundación Botín, Santander), TPK Art y Pensament Contemporany (Barcelona, 2015) y Casa das Artes, (Vigo, 2016). La Galería José de la Fuente de Santander publicó en 2017 en vinilo sus performances con giradiscos.
Además ha recibido invitaciones para el Festival Klangbasel (Basilea, 2018) y por el MUSAC para la exposición El giro notacional (León, 2019) y para la exposición Audiosfera (Museo Reina Sofía. Madrid, 2020-21).
Mención especial del jurado con Orgón en el Festival de Jazz de San Sebastián, 1981 y con Clónicos premio Rock de Luxe en Música Electroacústica, Barcelona,1991.
Entre los encargos de composición recibidos destacan, entre otros, los de la DRS 2 Suiza (1999), la Banda Municipal de Barcelona (2001) y el IVAM (Valencia, 2005). Además fue seleccionado para el álbum Nueva Música Electroacústica Suiza (AMEG, Ginebra 2009) y por el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) para el proyecto Avant- Recerca (Barcelona 2010).
Como artista plástico fue Premio de Dibujo de la Dirección General de Bellas Artes (Bilbao 1973) y seleccionado para la Exposición Nacional de Arte Contemporáneo de 1972, con adquisición de su obra, en la actualidad en los fondos del Museo Reina Sofía.
Reseñas críticas
«El grupo Clónicos es el de ideas mas avanzadas de los que han llegado a la final de la muestra de jazz madrileño. En una ciudad con millones de habitantes tiene que haber gente que haga música así: el esfuerzo constante de Pelayo Fernández Arrizabalaga por mantener viva en Madrid la llama de la vanguardia debe merecer nuestro apoyo y nuestras simpatías». José Ramón Rubio, El País.
«Unas gotas de Scracht, textos crípticos, una pizca de rhythm and blues desde la batería y unas composiciones (esta vez sí) decididamente contemporáneas…! y bailables!, a pesar de que el personal no se decidiese. Pelayo versionó en el saxo alto el Harlem nocturno en la línea de los Lounge Lizards, solo y detrás de unos bastidores. Finalmente apareció una Vespa que se colocó junto al escenario con las luces, intermitentes y pitos supuestamente relacionados con los ruidos descarados de Clónicos. El tipo de la Vespa ni se dignó quitarse el casco, y cuando todo parecía que no conducía a ninguna parte, Pelayo se colocó el saxo alto a la espalda, se subió a la moto y abandonó la lonja…». José María García, Quártica Jazz.
«P.F.A. toca el saxo alto y el clarinete bajo y utiliza musicalmente aparatos creados para otros fines: el tocadiscos preparado, la sierra eléctrica o el taladro. “Nosotros somos ladrones de música”, dice Pelayo. “Nos apropiamos de una pieza de Vivaldi, del Harlem nocturno o del Adagio de Albinoni y la tocamos como nosotros la entendemos”. Su música es rotundamente moderna. Con la conjunción de instrumentos tradicionales del rock y el pop, con la música producida por los transistores, los timbres, los muelles y el hubkaphone, un panel del que cuelgan a modo de gongs del siglo XX una serie de señales de tráfico y tapacubos de coche, logran piezas de gran sensibilidad, verdaderamente postmodernas y urbanas». El País Semanal.
«Escuchamos percusión hecha con señales de tráfico y aviones de juguete; padecimos estrépitos gigantescos; y reconocimos, metido a scratcher e incluso a rapper apocalíptico, a… ¿Quién sino P.F.A. vanguardista irredento, estajanovista del progresismo capitalino, postmoderno en quien la arruga no es bella sino histórica?». José Ramón Rubio, El País.
«Pelayo F. Arrizabalaga es un artista auténtico. En Clónicos toca el saxo, el clarinete, la flauta, violín y el tocadiscos». Autside Music from Spain, Bad Alchemy.
«A nadie debe extrañar que P.F.A. continúe instalado en la locura artística y organice una exposición sui géneris mezclando pintura-y-música-ó-música-y-pintura, con grupos que también caminan por su misma senda: Esplendor Geométrico, El Sueño de Hiparco, Macromassa y Clónicos. Para seguir inventando juegos reales por imposibles; verdaderos por utópicos; artísticos por imprevisibles». Nacho Sáenz de Tejada, En el Límite (Santander).
«Pelayo es un hombre exquisito. Su manera de vivir delata de inmediato una sensibilidad aristocrática tanto en el hablar como en el relacionarse. Como hombre de arte, aplica sus conocimientos plásticos y musicales a un conversar sinestésico de insospechadas siempre resonancias comunes. Artista práctico, sus investigaciones no son pensadas para dormitar en un cajón o para asombrar a hipotéticos teóricos, sino que saltan bullentes al escenario acústico con prontitud para —yendo más allá de la partitura— generar trastueques, sensaciones, gestos, encontronazos y por qué no, iluminaciones. Todo un placer caer bajo su órbita y escuchar su música!». Llorenç Barber, En La Frontera (Santander).
«Del clarinete bajo de P.F.A. brotaron a borbotones las melodías que combinándose entre sí ofrecieron unos virtuosos fuegos artificiales sonoros. Continuó explorando los límites de su instrumento y demostrando aspectos desconocidos del clarinete». Laurent Burst, Zuger Presse (Suiza).
«Llamativamente silenciosas son las composiciones suizas de los últimos diez años que el contratenor Luiz Alves da Silva presenta. Su voz se mueve en los registros piano y pianísimo y también la instrumentación pone de relieve acentos musicales delicados en las composiciones de Hans U. Lehmann, Mischa Käser y Jürg Frey. Por el contrario Conrad Steinmanns o el intermmezzo español de Pelayo F. Arrizabalaga con sonidos fuertes y corpóreos proporcionan un contraste, sin dejar de acentuar esa artística fragilidad». Tages-Anzeiger (Zúrich, Suiza)
Discografía esencial
Referencias esenciales para una aproximación al mundo sonoro de Arrizabalaga. No se incluyen las muy numerosas colaboraciones con otros artistas o grupos.
Líder o colíder
- Orgon: Donostiako XVI Jazz-Aldia (IZ Records, 1981)
- José Antonio Galicia Flamenco Jazz Sextet: Soy tu amigo (Kaskabel Recds, 1983)
- Clónicos: Aspetti Diversi (Linterna, 1985); Figuras Españolas (Gasa, 1988); Copa de veneno (Ediciones Cúbicas, 1990); Esquizodelia (Triquinoise, 1995); El mundo del fin del tiempo. Soundtrack (Doronko, 2001); Buurns Hits (Doronko, 2002). Recopilatorio.
- FMOL Trio: Live at Metronom (Hazard, 2000); Night in Chapel (Hazard Records, 2002) con with Liba Villavechia y Alfredo Costa Monteiro; The Köln Concert (Hazard Records, 2002)
- Breuss Arrizabalaga Quintet, Nfamoudou Boudougou (Harzard Record, 2003) y Concert for Köln( Hazard Record, 2003)
- Contenida, Contenida (Hazard Records, 2005)
- Almayate, Freegiliana (Grupo Unggido, 2012)
- Frontton, Alternating Flows (Unit Records, 2014)
- Hybrid Ear, Nuda (Creative Sources, 2017)
- Les Rauchen Verboten, El futuro que imaginábamos en la niñez (Antártida Records, 2014)
- L. Guillén, Pelayo Arrizabalaga, Javier Carmona, Menú (Grupo Ungido, 2013)
- L. Guillen, Pelayo Arrizabalaga, Misterios del corazón de piedra (Grupo Ungido, 2014)
- L. Guillén, Pelayo Arrizabalaga, Jesús Alonso, Aag!!! (Grupo Ungido, 2015)
Dúos
- Pelayo Arrizabalaga / Victor Nubla: Galvana (Danceteria, 1992)
- Pelayo Arrizabalaga / Jan Schacher: Solsticio Floc Records, 2000), proyecto “Solsticio Música y Poesía”, Torrelavega.
- Pelayo Arrizabalaga / Cristina Casanova, Father (Hazrad Records, 2007)
- Pelayo Arrizabalaga / Hildegard Kleeb, Am(vr)ee (Everst Record, 2007)
- Pelayo F. Arrizabalaga / Augustí Martínez, Dúo de saxos (Hazard Recores, 2012)
Composiciones y encargos
- Electronic Works (G3G Records, 1998), proyecto In-Out en la Frontera (Santander)
- Electroacoustic Works (Floc Records, 1999), proyecto 1999 Urbi et Orbe 1666 Millennium (Santander)
- Bolero para el fin del milenio (Grammont Portrait, 2000) con el tenor Luiz Alves da Silva, incluido en el álbum Schweizer Kompositionen Fur Countertenor.
- Cielo e Infierno (El Europeo, 2001) en Various Experimentaclub Laboratorio (El Europeo Música, 2001)
*Recomendaciones: Dos novelas de Peter Handke: El momento la sensación verdadera y El miedo del portero al penalti, y una película de Fred Zinnenmann: Solo ante el peligro (High Noon, 1952) Y si desean saber más sobre el tema: Wade Mattews, Improvisando, la libre creación musical (Madrid, Turner Música, 2012).
*Old Impressions: edición digital de programas de mano y otros textos solo publicados en papel. El texto, salvo correcciones e inclusión de imágenes, se repartió durante el concierto celebrado el 16 de abril de 2015
© José Santiago Lardón Santi (15.04.2015)