
Piano solo. Smooth as the Wind / If You Could See me Now / Untired Blues / Some Other Spring / How Long Has This Been Going On? / Who Can I Turn To? / Just Squeeze Me / Day Dream / Valse Hot / Good Bye.
La edición japonesa del sello Solid Records, incluye además una versión de “Dance of the Infidels” de Bud Powell.
Disponible desde el 21 de febrero de 2021
Leyenda entre leyendas

No solo era un sideman de plena confianza, sino que contribuía de manera decisiva a que el mejor de los sonidos sonará aún mejor, más allá del mero acompañamiento armónico, razón por las que tantas leyendas solicitaron sus servicios, anhelaban especial toque, esa etérea cualidad tan difícil de definir, pero reconocible al instante.


Pero también en otros formatos, en especial a dúo, fuese con un guitarrista como Jim 
E incluso a piano solo, dando sobradas muestras de su maestría, de su distintivo estilo y aunque no se prodigó en demasía de este modo, sí que sí que existen excelentes registros. Por ejemplo, la primera vez en 1974 y cuando era el
Una grabación especial porque aunque publicada a principios de 2021, permaneció dormida en los archivos más de un cuarto de siglo —se registró en directo en el Birdland Jazz Club de Neuburbgon the Danubio (Alemania) el 9 de octubre de 1944. Tommy fue por Manfred Rehm, empresario y mecenas del club desde su fundación en 1958 y admirador del pianista. Tommy, haciendo gala de su proverbial modestia y agudo humor negro, dijo al terminar la actuación: «Fue horrible, nunca volveré a hacer algo así», en un probable remedo del «Preferiría no hacerlo», célebre frase del relato Bartleby, el escribiente de Herman Melville.
Al cabo, y tras fumarse un cigarrillo y reponerse con un trago, añadió que pensaba que el público había sido muy comprensivo y generoso con sus aplausos y felicitaciones y como se ha dicho, la grabación quedó acumulando polvo en los sótanos de la discográfica hasta ver la luz ahora, veinte años después de su muerte.
Aquel concierto estuvo rodeado de cierta polémica porque Flanagan ni por asomo había oído hablar de aquel club llamado Birland que no era el de Nueva York, sino el ubicado en una remota ciudad de la Baviera y se mostró más que reacio, aún más si como había planeado Matthias Wincklemann del sello Enja iba a ser grabado. No estaba dispuesto e hicieron falta paciencia infinita y sutil persuasión, incluida la mediación de su esposa y gerente Diana para convencerle y aun así se mostró mucho más pesimista ante la perspectiva de afrontar una noche entera sin acompañamiento.
Cosas de Tommy, hombre de voz suave, modesto, reservado y amable pero que —según Diana, su segunda esposa—, “su dulzura y tranquilidad son engañosas. Es un hombre fuerte, con mucho genio y carácter”.

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Mimo para el espíritu —sin banales alardes de virtuosismo—, con una pegada que te cala hasta lo más hondo por la agudeza de sus armonías, la reinvención de esas melodías que conocemos pero que ahora brotan con el frescor del tallo nuevo —la primavera está al caer, some other spring…—, pura belleza, magia fluyendo de su corazón, su mente, sus dedos… Y eso que puso mil reparos… Cosas de Tommy, amable pero tozudo.
Influenciado en sus inicios por legendarios pianistas como Nat King Cole, Teddy Wilson y Art Tatum, pronto asumió el innovador lenguaje del be bop y las enseñanzas del germinal Bud Powell, uniéndose por derecho propio al irreductible círculo de los modernistas. Su estilo se ha comparado como un medio camino entre el fraseo bop de Barry Harris y el hermoso y elaborado lirismo de Hank Jones.
Para Flanagan la música es la precisa conjunción de tempo, lugar y un contexto específico y su interpretación se basa simplemente, ni más ni menos, en “tocar las notas bonitas” al hilo del oriente de Charlie Parker.
Whithey Balliett (1926-2007), el más aguzado de todos cuántos han escrito sobre jazz y cronista durante medio siglo del New York —otro mimo para el espíritu de quien que en un futuro hablaremos— lo adjetivó como el poeta del jazz, para luego trazar un perfil de órdago:
«Nunca estuvo por debajo de los de primera fila. Pero de vez en cuando, si el ambiente es tranquilo, el público atento, el piano en su punto y las vibraciones convenientes, se apasiona y entonces tocará durante toda la noche con inenarrable inspiración y entusiasmo, enhebrando tan impresionantes y sucesivos solos que el público saldrá con la sensación que haber asistido a un evento mágico, casi místico».

«Fue mi gran influencia y continuó siéndolo hasta el día de su muerte y todavía lo es».
Bueno para tus oídos

Como he pasado media tarde y parte de la noche dale que te dale al frasco, solo me quedan dos comprimidos que comparto generoso:
Un video de su álbum Giant Steps (Enja, 1982) con un repertorio tributo a John Coltrane:
Y como se acerca la primavera, Some Other Spring, incluido en el álbum que he intentado reseñar sin aparente éxito
Disfruten, sean buenas y no olviden la mascareta
© José Santiago Lardón ‘Santi’ (Marzo, 2021)