Fotografía portada: Manuel Falces
In memoriam
A Paco Campos, doctor en filosofía jubilado de la Universidad de Almería, tuve el honor de tenerle como profesor a principios de la década de los 70, mi primer curso universitario. Tema del examen final tras previa lectura de la obra de “ciencia ficción”, Sueñan los androides con ovejas eléctricas” (1968) de Philip K. Dick. Pregunta: ¿Piensan los androides? Confusión, sorpresa y profunda reflexión. La obra es la inspiración literaria de la célebre película Blade Runner de Ridley Scott que me hubiera iluminado de haber podido verla, pero no se estrenó hasta 1982.
Desde entonces mantuvimos una relación que cabría calificar de entretiempo… Asociación de Amigos del Jazz de Almería —de la que fue vocal de su junta directiva—, encuentros en el Georgia Jazz Club, Festival Internacional de Jazz de Almería, variadas concurrencias en torno a lo social o lo cutural u otras más recientes en la calle o en algún concierto, a veces en Clasijazz y siempre mediaba algún sagaz comentario, una broma o un recuerdo.
Además de filosofo de enjundia y profesor crítico, era cantante de blues y saxofonista, tenor a lo Ben Webster para más señas. Miembro fundador de la Bulla Blues Band con la que se presentó en el I Festival Internacional de Jazz de Almería en la accidentada noche —¡dichoso piano!— del 11 de noviembre de 1984: actuaban como teloneros del dúo Bobby Hutcherson & Tete Montoliu.
Luego se sucedieron otros encuentros, con su cuarteto sobre todo en el Port of Spain, o esporádicas charlas cuando me lo encontraba con la bicicleta… Nos deteniamos, echaba un pie en tierra y el tiempo quedaba en suspenso para dar paso a una catarata de comentarios cargados de ironía y, en ocasiones, de auténtica mala leche… verbigracia: pasa alguien al que ambos conocemos, saludos, y nada más se aleja unos pasos, rezonga: «Más que un tenor, parece un vapor».
De aquellos tiempos de la década de los ochenta recuerdo también el eco ululante de su saxo tenor —cada día, un día sí y el otro también— que volaba desde su estudio en la calle Séneca hasta el ático de la calle Real donde entonces vivía yo, casi al alcance de la mano. ¡Mira, ya está Paco con el saxo!, advertía a mi compañera y ambos nos asomábamos un rato a escucharle: “Parece Ben Webster”, le dije en una ocasión y ella me miró perpleja y repuso, “¿Tú crees?”.
Hay un recuerdo trágico que jamás se me borrará de la memoria. Fue también en 1984, durante la primera sesión de aquel Festival, tocaba el combo del saxo alto Richie Cole, y Paco Campos caminaba entre el público agitado y con el rostro desencajado, se me acercó y me dijo: ¡Ha muerto Agustín! Agustín Díaz Toledo, otro profesor que sembraba crítica, conocimiento y alegría de vivir y que en la actualidad tiene una sala dedicada en la UAL.
Creo que la última vez que vi a Paco fue en Clasijazz, tocaba el trío de David Kikoski, se me acercó y me preguntó: “¿Andas muy metido en esto, verdad?”, “Pues claro”, repuse, “¿Pero muy, muy metido, hasta donde de metido?, volvió a la carga con ese acerado rejón que le distinguía… Charlamos sobre asuntos varios y al cabo nos despedimos sin saber que sería para siempre.
Añado el enlace de un artículo de entre los muchos que publicó en 2014 en el medio digital Almeria24H, como homenaje y expresión de otra de sus muchas facetas.
http://www.almeria24h.com/noticia.php?noticia=29373
Apenas hace dos días que supe de su desaparició. Era avanzada la tarde, me serví un trago bien colmado de malta y puse una casete que conservo: American Jazz Classics: Together to Guadix. una grabación de 1994, a cuarteto —entonces llamado Groovvy Group— con Paco como cantante y saxofonista, el guitarrista Rafael Vergel, Juanjo Muñoz, su contrabajista de siempre y Juan Cubillas a la batería, con una luminosa portada del fotógrafo Manolo Falces… Mientras se suceden las canciones, “Yesterday”, “Satin Doll”, “Blue Monk”, “The Shadow of Your Smile”… me invade un aluvión de recuerdos, sus delirantes scats, los lugares donde se presentó —La Reja, Georgia, Port of Spain…— que también el tiempo se llevó, a sus compañeros y pioneros del jazz almeriense, Miguel Saavedra, Luís García Escobar, Gabi Quero, Chipo Martínez, los mencionados Rafael Vergel y Juan José Cubillas…y tantos y tantos otros que tuvieron ocasión de compartir escenario y amistad con Paco…
…Y continua la cinta su tiovivo musical, ya casi a punto de concluir la cara B y entonces brota “As Time Goes By”, esa hermosa balada que suena a despedida… Pero solo me viene a la mente una infantil demanda:
Paco, para cuando nos veamos, mira si allá donde estés hay algún garito donde hagan jazz
© José Santiago Lardón ‘Santi’ (Marzo, 2021)