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Clasijazz Valparaíso Big Band. «Jazz es mujer ¿Cuál es la diferencia»


- 15 julio, 2021 - 0 comments

Clasijazz Valparaíso Big Band

Trompetas: Alba Armengou, Natsuko Sugao, Alejandra Artiel, Elsa Armengou

Trombones: Rita Payés, María Cofan, Corina Martínez, Alba Pujals

Saxos: Irene Reig, Eva Fernández, Cristina Miguel, Clara Juan, Alba Esteban

Piano: Ester Quevedo Guitarra: Carla Motis

Contrabajo: Blanca Barranco Batería: Rakel Arbeloa

Anfiteatro de la Rambla, viernes, 16 de julio de 2021. 20:30 H

Un largo y sinuoso sendero

«Las mujeres sostienen la mitad del cielo…». Proverbio chino

Hermosas y certeras palabras a las que añadiría que además contribuyen en gran medida a que la otra mitad no se derrumbe, pese a la esquiva tozudez con que la realidad se empeña de negarlas. Las mujeres ha vivido, y viven aún hoy, sumidas en un abismo de oscuridad, invisibles, inexistentes, constreñidas al demediado rol de reproducción… Una larga historia pero también un extenso relato de rebelión, de lucha por salir de la sombra y hallar un espacio en el mundo —la vindicada habitación propia de Virginia Woolf—. Desde la antigüedad clásica hasta hoy, combatieron por ocupar ese lugar en el mundo que se les negaba. Poetas, escritoras, científicas, pintoras, músicas… el computo es infinito. Desde la filósofa neoplatónica griega Hipatia hasta la científica Marie Curie, una suma que continúa caminando al futuro.

En el ámbito de la música, otro tanto, grandes creadoras en la sombra o que no recibieron el reconocimiento merecido. Baste recordar a Fanny Mendelssohn —hermana de Felix— o a Barbara Strozzi, la gran compositora del Barroco autora de célebres cantatas agrupadas bajo la denominación de Seconda Prattica.

Maddalena Casulana (1544-1590), compositora, intérprete de laúd y cantante italiana del Renacimiento tardío, definió con certeza esa situación:

«Deseo mostrar al mundo, tanto como pueda en esta profesión musical, la errónea vanidad de que sólo los hombres poseen los dones del arte y el intelecto, y de que estos dones nunca son dados a las mujeres».

Y Ethel Smyth (1858-1944), compositora inglesa y destacada líder del movimiento sufragista, trazó el sendero a seguir:

«Siento que debo luchar por mi música, pues quiero que las mujeres dirijan sus mentes hacia trabajos grandes y difíciles, en vez de continuar abrazando la orilla temerosas de hacerse a la mar».

En el mundo del jazz la situación de la mujer es más grave, si cabe, pese a su presencia y relevancia a lo largo de su historia, un relato de cargado sesgo masculino…

En la célebre y desopilante película de Billy Wilder Con faldas y a lo loco (Some Like It Hot, 1959) aparece una banda de jazz cuyos miembros son mujeres, algo que a primera vista pudiera parecer normal. Sin embargo, la realidad nos muestra otra visión bien diferente y aún hoy la presencia de la mujer en el jazz es casi más una rareza que una certeza, el resultado de un largo y combativo relato. La presencia femenina en la película —Wilder se inspiró en la orquesta de la gran saxofonista Peggy Gilbert— es el primer indicio de una cruda situación, las mujeres como una curiosidad o rareza en un entorno de fuerte acento machista.

Desde los mismos inicios del jazz la mujer hubo de luchar a contracorriente en un doble rol, como mujer aun siendo blanca y además contra las restricciones raciales, en caso de ser negra, y por abrazar una música considerada innoble cuando no pecaminosa y propensa el desliz o al puro vicio, o en otras palabras, una música fuertemente impregnada de tradición afroamericana, es decir negra.

Lo habitual en ese largo proceso de normalización, era que a la mujer se le reservara el papel de cantante —una infinidad—, pero no que se le permitiera abrazar otros instrumentos. Desde tiempos remotos se erigía como espada de Damocles una cruel división: instrumentos apropiados para hombres —todos— y adecuados para la mujer —el piano, a lo sumo el violín—, pero para nada una trompeta, un saxofón, un trombón o una batería, o como reza un viejo adagio: «Los hombres tocan jazz, las mujeres lo cantan».

Ya en los años veinte del pasado siglo, había pianistas que tocaban en ciudades como Nueva Orleans, Nueva York o Chicago, entre otras, Dolly Adams, Emma Barrett o la mítica Lil Hardin, pero también, si bien en menor número, instrumentistas expertas en trompetas, saxos, trombones o incluso bateristas, que al intentar acaparar el territorio de los hombres se veían relegadas a orquestas de mujeres, tal como muestra la película, una rareza o algo cargado de exotismo con el atractivo propio de tal consideración y cierto sesgo sexista: pronunciados escotes, lujosos vestidos, derroche de glamour

Sin embargo el papel de la mujer como transmisora de la tradición musical por vía oral ha sido primordial: era ella la que les cantaba a sus hijos las canciones que había aprendido de sus ancestros, conservando y a la par acrecentando una valiosa herencia musical pero, sobre todo, cultural.

Desde el nacimiento del jazz son legión las mujeres que han conquistado un lugar cimero como referencias ineludibles del género, tanto como compositoras como intérpretes de la generalidad de instrumentos. Dos bien documentadas publicaciones dan fe de ello, contribuyendo a quebrar su malintencionada invisibilidad: Sally Placksin, American Women in Jazz. 1900 to Present (1982) y Sammy Stein, Women in Jazz: The Women, The Legends & Their Fight (2019).

Pero a pesar de las evidencias y la palpable realidad, la tozudez de los prejuicios discriminatorios esgrimidos desde una intelectualidad dominada por valores masculinos que perviven aún en la actualidad. Y no se trata solo de historias antiguas, como el procaz comentario lanzado a Billie Holiday —“Qué cantará la negrita esta noche…”—, o la conminatoria recomendación a Nina Simone —“si además de tocar el piano, no cantas, puedes coger la puerta”, sino de los agrios resabios que a cada tanto surgen en la actualidad.

La trompetista Alejandra Artiel —que esta tarde compartirá escenario en el seno de la Clasijazz Valparaíso Big Band—, ironizaba sobre las objeciones a su determinación por tocar la trompeta en lugar del piano, al considerarla propia de marimachos, o la saxofonista Irene Reig, a quien también tendremos en el escenario, tuvo que oír en cierta ocasión comentarios de la soez de “¡Ah! ¿Pero ya tienes suficiente fuelle?”.

Es lo que hay, un combate que aún, y pese a los logros conseguidos, continúa vivo y que Irene Reig zanjó en una reciente entrevista: «En el mundo del jazz las mujeres han de luchar más que los hombres».

No es lugar adecuado este para trazar esa larga y cruenta historia del papel de la mujer en el mundo del jazz. Llevaría un tiempo y espacio inabarcable ahora. Baste recordar a pianistas como la mencionada Lil Hardyn, alma mater de los Hot Five y Hot Seven de Armstrong, a Marian McParthland, a Mary Lou Williams, fecunda creadora de temas de vigencia imperecedera, Joanne Breakeen de una modernidad sin concesiones, Eliane Elias en su periodo de vanguardia con Steps Ahead, Nina Simone que no pudo seguir sus estudios de concertista clásica porque su negritud era incompatible con lo académico y tuvo que cantar acompañándose al piano y luego se resarció con ese alegato contra el estereotipo de lo femenino que es Four Women y así una infinita legión…

Pero también mujeres que abrazaron el armario contrabajo como Esperanza Spalding, o llevaron a sus labios el trombón como Melba Liston que militó en los atriles de Basie además de vérselas con Holiday, Gillespie e incluso Archie Shepp, o la gran trompetista y fiscornista canadiense Ingrid Jensen, y a la boca la caña del saxo como la parkeriana saxo alto Vi Redd que se midió mano a mano con Cannoball Adderley, Sonny Sitt, Dizzy Gillespie o Roland Kirk, o la sensualidad virtuosa del soprano de Jane Ira Bloom, o la guitarrista montgomeriana Emily Remler, fallecida prematuramente a los 33 años.

Y también la batería quiso dejarse batir por baquetas de mujer, como las de la ya veterana Terri Lyne Carrington que ingresó a los 12 años en Berklee College of Music y hoy con una carrera impresionante, incluido un Grammy, ha marcado el ritmo a Herbie Hancock, Gillespie, Stan Getz o Wayne Shorter… o Marilyn Mazur haciendo lo propio con Miles Davis, Wayne Shorter o Jan Garbareck.

Y extraordinarias directoras de orquesta, amén de pianistas, como Maria Schneider, Carla Bley, Toshiko Akiyoshi y bandas integradas en su totalidad por mujeres como la francesa Four Roses, o la española Sandu, o las damas danesas de Sophisticated Ladies y tantas y tantas…

Clasijazz Valparaíso Big Band: la vindicación de un modelo

No es tiempo de recuentos, sino de acentuar la dificultad de entender la historia del jazz sin la presencia de la mujer, a pesar de haber nadado casi siempre a contracorriente o con el viento a la contra pero que como buena navegante supo tomar ventaja de la adversidad y redirigirla para henchir velas y poner certero rumbo al futuro. Es el sendero de una lucha antigua y que aún hoy pervive.

Cansa tener que hablar todavía de esta enquistada lacra, aunque sea imprescindible y necesario, tras el siglo de las luces, mil revoluciones, el sufragio universal, los movimientos de liberación de la mujer, los acerados dardos del feminismo… Produce estupor, fastidio y desesperación tener que recordar el esencial papel de la mujer en la formación del ser humano: voces de mujer nos enseñaron a modular las primeras palabras, voces de mujer nos inculcaron las dulces melodías de las nanas, manos de mujer nos enseñaron el inmenso placer de una caricia, ojos de mujer posaron en nosotros esa primera mirada con la que cobramos conciencia de nuestra identidad. Voces negras de mujeres negras diseminaron la esencia del blues, que no es sólo música, sino un estado del alma.

Todo ello, y mucho más, late en el corazón, el espíritu y hasta en el último poro del cuerpo de cada una de las mujeres de la Clasijazz Valparaíso Big Band, como modelo para futuras músicas pero también como revulsivo frente a otro de los numerosos tópicos muy al uso aún hoy: «¿Mujer, joven y jazzwoman? ¿Y saben tocar?».

Mujeres jóvenes y músicas con una formidable formación, fiel representación de las mejores intérpretes de la escena jazzística nacional. Mujeres jóvenes que se han labrado una situación destacada y con el fulgor del futuro ya entre sus manos. Mujeres combativas, grandes creadoras aunadas en torno a un proyecto con la pasión musical como divisa.

Un proyecto impresionante y modélico que surge de la estrecha colaboración que mantienen Clasijazz y la Fundación Valparaíso como horizonte de futuro pero alumbrado por la mente de Pablo Mazuecos, a quien me gusta llamar White Rabbit y capaz de llevar al mismísimo Satán a misa mayor. Llamadas a media noche, aluvión de emails y subrepticios mensajes de voz vía whatsapp en los momentos más insospechados… en fin, la brasa

Apenas se necesitaron ascuas para incendiar el deseo de estas jóvenes pero avezadas músicas que sin la menor objeción respondiesen al reclamo como hubiera hecho cualquiera con verdadera alma de música ante la posibilidad de un escenario, estuviese en el mismo corazón de la Gran Manzana o en el más remoto rincón del País de Nunca Jamás…, solo que ese escenario no era aquel ni el otro, sino el lugar mágico que la Fundación Valparaíso ocupa en Mojácar.

Durante las intensas jornadas del 14 al 18 de enero de 2021 estas jóvenes mujeres con lava de jazz hirviendo en las venas convivieron, se conocieron, soñaron horizontes musicales, discutieron… y se divirtieron y rieron a la par que obraron con seriedad precisa —envidiable cualidad de poder hacer a la vez dos, o más cosas, negada a los hombres— para gestar una criatura sonora, un hermoso y excelente disco y sembrar la semilla de un futuro para niñas, jóvenes y mujeres que acaso sueñen con la música como vehículo de expresión, placer o profesión.

Y ejercieron al modo asambleario, sin mediar la figura tanta veces conminatoria  de director o directora, en ocasiones precisa pero no tanto en opinión de algunas de las músicas, “puede llegar a cohibirte”, “si conoces el repertorio, para qué”, “ya nos apañamos solas”, “con una dirección te implicas menos, sin ella intervienes, discutes, aportas…”, “pero también da lugar a la divagación, a la indecisión, al impasse y entonces se impone una cierta mano autoritaria que evite el despeñadero de la irresolución, “La Rita, o la Irene”, señala una, alguien con carácter, “Yo tengo un carácter fuerte”, me confesó Irene, que lo tiene, por cierto.

¿Y solo mujeres? “Me revienta que sea una banda de mujeres como distintivo”, estalla Rita pero sin quebrar un ápice su indeleble sonrisa y añade “Prefiero que sea con músicos con los que me entiendo y me gusta tocar, sean hombres o mujeres”, “corres el riesgo de convertirte en un mono de feria”, añade Alejandra Artiel para de seguido conciliar señalando que como modelo para futuras intérpretes vale y rememora a la legendaria Ingrid Jensen, su modelo iniciático, y abre la brecha de un interrogante lanzada a la otra mitad del mundo: “Los hombres han tenernos en cuenta, entender que estamos aquí, estar dispuestos a colaborar, llamarnos”

Son algunos aspectos de la intrahistoria de esos días de residencia en Valparaíso, conversaciones no literales pero veraces que pueden ver en el revelador documental realizado por Manuel Rubio

Documental: https://www.youtube.com/watch?v=_QKAA2gPhqM

Un repertorio de mujer, pero sobre todo música excelente escrita por destacadas compositoras y arreglistas de la historia del jazz y también por jóvenes músicas y compositoras integrantes de la Clasijazz Valparaíso Big Band, Irene Reig, Andrea Motis y Blanca Barranco.

Abre el disco el acentuado ritmo funky de “Chunka Lunka” escrito por la legendaria Mary Lou Williams en 1959 para su trío y que en 1968 arregló para su actuación con la Danish National Radio con Ben Webster como solista.

El enigmático e inquietante Kleinetjeeta es obra de Irene Reig tanto la composición original como el arreglo para gran formato aquí incluido, y que depués registró a trío en el álbum Mira lanzado por la discográfica The Changes en marzo de 2021.

De la japonesa Miho Hazama, una de las más importantes compositoras y arreglistas del momento —en la actualidad directora de la prestigiosa Danish Radio Big Band—, es el arreglo del monkiano “Epistrophy” registrado en el excelente álbum The Monk. Live at Bimhuis (Sunnsyde, 2018) al frente de la Metropole Orkest.

“Seafever” es una hermosa melodía de fuerte acento lírico sobre una estructura de tango escrita por la saxofonista canadiense Christine Jensen e incluida en el álbum Treelines (Justin Time, 2010…), al frente de la Christen Jensen Jazz Orchestre con su hermana la trompetista Ingrid Jensen como invitada.

La trompetista Andrea Motis aporta el rotundo “Blues Does Always Win” con arreglos para gran ensemble del pianista Joan Monné.

Tratándose de big bands no podía faltar en el repertorio obra de la legendaria y veterana directora, compositora y pianista Toshiko Akiyoshi, autora de extraordinarias composiciones, como es el caso de “Long Yellow Road” que registro en diversas ocasiones y formatos —trío, cuarteto— y también al frente de la Toshiko Akiyoshi-Lew Tabackin Big Band en el álbum homónimo publicado por RCA en 1975.

“La danza de una luz” es una composición y arreglo de la trompetista japonesa afincada en Barcelona, registrada en el álbum homónimo que publicó el sello Underpool en 2016 al frente de su sexteto

De la vanguardista pianista y arpista Alice Coltrane es el sugestivo y trascendental “Path, the el Daoud”, inspirado en una divinidad egipcia y que publicó en el álbum homónimo (Impulse, 1970) junto a figuras como Ron Carter, Pharoah Sanders, Joe Henderson y Ben Riley. El arreglo para big band es de la contrabajista de la banda Blanca Barranco.

Esfuerzo inmenso y loable posible que gracias al tesón y desinterés de la Fundación Valparaíso y, por supuesto, de su fundadora Beatrice Beckett; de Chispa López por la ayuda en la grabación; de la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Almería por su apoyo a los proyectos de Clasijazz; de Cultura de la Universidad de Almería por hacer posible la grabación del vídeo que recoge la experiencia… Y, desde luego, de las socias y socios de Clasijazz aunados en un sueño de futuro común. Gracias a todos.

Ficha Técnica

Clasijazz Valparaíso Big Band (Clasijazz Records / Fundación Valparaíso, 2021).- Trompetas: Alba Armengou, Andrea Motis, Alejandra Artiel, Elsa Armengou. Trombones: Rita Payés, Alba Pujals, María Cofan, Corina Martínez. Saxos: Irene Reig, Eva Fernández, Cristina Miguel, Clara Juan, Alba Esteban. Piano: Ester Quevedo. Guitarra: Carla Motis. Contrabajo: Blanca Barranco. Batería: Lucía Martínez.

Temas: 1. Chunka Lunka (Mary Lou Williams) / 2. Kleinetjeeta (Irene Reig) / 3. Epistrophy (Miho Hazama) / 4. Seafever (Christine Jensen) / 5. Blues Does Always Win (Andrea Motis, arr. Joan Monné) / 6. Long Yellow Road (Toshiko Akiyoshi) / 7. Danza de una luz (Natsuko Sugao) / 8. Ptah, The El Daoud (Alice Coltrane, arr. Blanca Barranco)

Producido por Clasijazz y la Fundación Valparaíso. Grabado el 14-18 de enero de 2021 en Mojácar. Grabación: José Miguel Rubio. Mezcla: Vicente Sabater. Diseño gráfico: Manuel Rubio. Imágenes: Ramón Motis y Pablo Mazuecos. Textos: José Santiago Lardón Santi.

Mujeres rumbo al futuro

Alba Armengou (trompeta)

Alba Armengou (Barcelona, 2001). Alterna con prodigiosa sabiduría la trompeta, su instrumento principal, con la voz, el saxo alto y el soprano.

Forma parte de la Sant Andreu Jazz Band desde muy joven, 2009, en cuyo seno y con tan solo ocho años no tardó en deslumbrar al público por su potencial como trompetista y, luego, iniciada la adolescencia, como cantante, gracias a una voz bien diferenciada y provista de una especial sensibilidad, perfecta afinación, tiempo impecable y profundidad para expresar sentimientos que la convierten en una artista excepcional y con un futuro prometedor, que a día de hoy ya es palmaria realidad.

Su personal enfoque y capacidad expresiva le permiten cantar de forma fascinante estilos que abarcan el repertorio jazzísticos, desde el swing al be bop, hasta la tradición de la música brasileira y otras querencias de acento latinoamericano.

Alba ha crecido musicalmente alternando sus estudios de trompeta clásica en la escuela Oriol Martorell con el jazz en el seno de la Sant Andreu Jazz Band, donde ha tenido ocasión de sumergirse de lleno en este lenguaje, grabando varios discos y compartiendo escenario con grandes músicos del panorama jazzístico internacional. Además forma parte como trompetista de la Joven Orquesta Nacional de Cataluña (JONC).

A lo largo de su breve pero intensa trayectoria profesional se ha presentado como miembro de la Sant Andreu Jazz Band en diversos escenarios, participado en numerosas grabaciones y en significados proyectos, entre otros, en la reciente grabación como miembro de la sección de trompetas de la Clasijazz Valparaíso Big Band, cuyo álbum homónimo acaba de ver la luz publicado por Clasijazz Records y Fundación Valparaíso. Colidera además un sólido dúo con el guitarrista Vicente López y participa en grupos locales de Barcelona, a los que aporta su especial versatilidad de géneros, desde el swing al be bop, la música brasilera y el folclore latinoamericano.

Ha colaborado en más de una veintena de álbumes como trompetista y cantante pero también como saxofonista, la mayoría de la celebrada serie Joan Chamorro presenta…. Destacable es su participación  en el álbum Joan Chamorro New Quartet & Scott Hamilton Live (Jazz to Jazz, 2020), en el que junto a figuras como el saxo tenor Scott Hamilton, participaron además intérpretes de la Sant Andreu como la guitarrista Carla Motis y la violinista Élia Bastida.

Joan Chamorro presenta Alba Armgengou (Jazz to Jazz, 2019) es su debut discográfico. El álbum, que se presentó el 21 de mayo de 2019 en el Jamboree, incluye temas clásicos del jazz y de la música brasileña registrados en diversas presentaciones en directo que Alba interpreta cantando, con la trompeta e incluso con el saxo,  acompañada por los miembros habituales de la Sant Andreu Jazz Band, dirigida por Joan Chamorro.

En la actualidad estudia el Grado Superior de Trompeta en la Escola Superior de Música de Cataluña (ESMUC), a la par que continúa su actividad profesional.

Su más reciente proyecto es el Alba Armegou Quartet, un cuarteto consolidado en Barcelona y nacido en el seno de la prestigiosa Escola Superior de Música de Catalunya (ESMUC) en 2000. Lo integran la cantante y trompetista Alba Armengou, el saxofonista Marçal Perramon, el guitarrista Vicente López y el contrabajista David Muñoz. Su repertorio, variado, diverso y versátil transita por una amplia variedad de estéticas musicales que abarcan tanto la tradición del jazz, desde el swing al be bop, como la tradición musical brasileira y el folclore latinoamericano.

Natsuko Sugao (trompeta)

Natsuko Sugao (Nara, Japón). Trompetista, fiscornista y compositora japonesa formada en los ámbitos de la música clásica y el jazz. Afincada en Cataluña desde hace más de una década, donde ha ido acotando y caracterizando su universo musical y alimentado su vena como compositora para revelar un mundo personal pleno de sensaciones y emociones nacidas de los lazos establecidos entre el jazz y la música de su país. Le gusta situarse en pleno vórtice del riesgo, sin complacencias o acomodos. Su oriente es satisfacer unas necesidades creativas que no tienen aposento en cualquier lugar. El simple ornato o lo superficial son ajenos a una personalidad absolutamente fiel a su oficio de música.

A lo largo de su carrera siempre estuvo vinculada a proyectos que huyen de lo convencional para explorar las múltiples posibilidades que ofrece la música. Su nombre aparece emparentado a formaciones tan atrevidas y sugerentes como el Quinteto del pianista chileno Claudio Nervi, afín a la ortodoxia jazzística, Planeta Imaginario, grupo de jazz-rock vinculado al estilo de la denominada Escuela de Canterbury, Filthy Habits Ensemble, también en el universo de la fusión entre jazz y rock y con capacidad para adaptar indistintamente a Frank Zappa o a Stravinsky o Tarannà, banda que transita el territorio de la música libre sin abandonar otros posibles postulados estilísticos, como el folk. Son combos en los que Natsuko Sugao dejó su huella con la trompeta y el fiscorno y su inquietud por afrontar nuevos horizontes.

Con el objetivo de plasmar su universo creativo fundó en 2010 su propia banda —Natsuko Sugao Group: Jordi Santanach (saxo tenor y soprano, flauta), Iván González (trompa), Enric Peinado (guitarra y efectos) Marc Cuevas (contrabajo) y Josema Martín (batería)—, idea embrionaria que fue evolucionando, nutriéndose de sus composiciones y de los aportes de los conciertos en directo, asumiendo un vasto cúmulo de retos y afrontado nuevos horizontes, hasta culminar en su primer álbum titulado Sakura (Whatabout Music, 2014).

El corazón del álbum es la suite Colors —que incluye cuatro piezas—, en la que realiza un sutil vínculo entre jazz y la música clásica con la tradición japonesa en la que creció para crear una música de claros tintes impresionistas. Sobre estructuras de jazz y con el swing como motor, Natsuko incluye su bagaje personal en un viaje que nos lleva por los paisajes más sugerentes de un Japón atemporal, en una suite de color estacional: el cerezo, que florece en la primavera japonesa, las fiestas estivales tradicionales, la libélula roja que aparece en el otoño campestre y el mar del invierno como evocación personal. Completan el álbum dos composiciones de nuevo inspiradas en Japón, pero que llevan el sonido a nuevos territorios como “La isla” —melodía que es como el viento en el cielo— y “Tsukishima” —personal mirada a un barrio de Tokyo donde lo antiguo y lo moderno luchan por sobrevivir—, así como la hermosa “Hakura”, dedicada a su sobrina y “Joc”, obra de Toni Vaquer.

Estas composiciones se nutren tanto de las canciones tradicionales japonesas como de la admiración y el trabajo que Natsuko ha realizado sobre la obra de la pianista Toshiko Akiyoshi, su referente en la concepción musical de esta obra. Los colores de la suite quedan matizados por los músicos que acompañan a Natsuko en su recorrido por las cuatro estaciones japonesas, todos jóvenes con una gran formación musical y una amplia experiencia en los escenarios más variados

Con el proyecto Sakura han realizado numerosos conciertos, en el Jamboree jazzclub, Nit de la pedrera, Ciclo de jazz Altafujazz, Festival de jazz Cerezales de Condal, Sala montjuic, Cicle de jazz de Sant Cugat, entre otros, que han tenido una muy buena acogida de público y crítica. Mientras siguen rodando este primer proyecto, que todavía tiene demanda y recorrido, ya preparan un segundo trabajo discográfico sin perder el color de la propia sonoridad pero absorbiendo nuevas influencias, así que ya se pueden escuchar algunas de estas nuevas composiciones en sus directos.

En La Danza de una luz (UnderPool, 2016), también al frente de la misma formación que en la anterior grabación, nos ofrece un nuevo y excelente corpus creativo ejecutado con maestría y con una sonoridad propia y reconocible y música que transmite un mundo de texturas y colores: evocador, emocional, vibrante, ecléctico y onírico. La trompetista japonesa combina con sabiduría sus distintas influencias, que crecen alrededor del ámbito del jazz, la música clásica, el free, o la música tradicional japonesa, en un sentido abierto y no dogmático, sin querer caer, precisamente, en las etiquetas.

Son composiciones que surgen de la necesidad de expresar su relación con el mundo, vivencias personales y experiencias vitales. Destaca el aprovechamiento de la personalidad de cada miembro del grupo, compañeros de viaje, cómplices y amigos, aparte de magníficos músicos de la escena barcelonesa.

Alejandra Artiel (trompeta)

Alejandra Artiel (Ceuta). Creció en Cádiz y comenzó a estudiar piano aunque su sueño era tocar el instrumento de Miles Davis. Entre 2009 y 2012 curso estudios de grado profesional de trompeta clásica en el Real Conservatorio Profesional de Música Manuel de Falla de Cádiz con Manuel Calvo.

Como en su ciudad no encontró un ambiente favorable, ni en el plano educativo ni en el familiar, lo intentó en el Conservatorio de Ámsterdam. El lugar no satisfizo sus expectativas en 2014 optó por el Centro Superior de Música del País Vasco (Musikene) donde cursó estudios superiores de música, especialidad trompeta de jazz bajo la tutela del trompetista y profesor Chris Kase que concluyó en 2019.

Como señala en su muro de facebook, se considera trompetista y compositora apasionada por el mundo de las big band, los arreglos y la composición cinematográfica y el haber crecido en Cádiz insufló el flamenco en sus raíces musicales, junto a su innata inclinación por el jazz.

Su pasión por las grandes orquestas la ha llevado formar parte de diversas big bands, entre otras la Reunión Big Band y de forma especial en la Andalucía Big Band con la que se ha presentado en numerosos escenarios y festivales, el más reciente el XXIII Festival de Jazz Asejazz 2020, dirigida por el saxofonista David Murray.

Al margen de las big bands ha participado en otras formaciones tanto a su nombre como liderados por otros artistas, colaborando con la mayoría de los músicos de la escena jazzística actual.

Entre las bandas más recientes en las que ha participado cabe señalar Back to the Sessions, sexteto formado en 2017 por alumnos de Musikene —Jon Zufiaurre (saxo tenor), Alejandra Artiel (trompeta), Andrés Navascuez (piano), Javier Merino (guitarra) Alex Ordóñez (bajo) y Nasim López-Palacios (batería)—, el quinteto Crocus formado en mayo de 2021 junto a Irene Reig (saxo alto) Ester Quevedo (piano) Blanca Barranco (contrabajo) y Segio Díaz (batería) o Night Jazz Club, sexteto junto a Cristina Miguel (saxo tenor y clarinete bajo) Nacho Solto (piano), Carlos Vesperinas (cello), Ismael Campanero (contrabajo) y Ander Alonso (batería) con el que se presentó en el Ágora Festival 2021 (Pobla de Farnáls, Valencia).

Entre las composiciones cinematográficas destaca la escrita para el cortometraje Recordar (2020) dirigida por César Déneken y guión de Marina Mulero, que analiza los los drámaticos sucesos de “Las desbandá” acaecidos en Málaga en 1937 durante la Guerra Civil, así como para el corto Vidas por escribir dirigida también por César Déneken.

Desarrolla una activa labor docente, impartiendo clases de trompeta, jazz y música moderna, piano, lenguaje musical, armonía moderna, arreglos y composición. Forma parte del equipo docente como profesora de trompeta de jazz de la Escuela Rockinmad.

Elsa Armengou (trompeta)

Elsa Armengou (Barcelona, 2005). Trompetista, saxo alto y soprano. A los seis años y siguiendo los pasos de su hermana Alba ingresó en la Sant Andreu Jazz Band para convertirse en la menor de la sección de trompetas. Bajo la atenta dirección de Joan Chamorro inició un proceso de formación que incluía cantar y tocar en los 12 tonos y todos los modos, hablar de armonía pero sobre todo escuchar mucha música, transcribir de oído las melodías y los solos y luego memorizarlas.

Pronto comenzó a improvisar, iniciando el sendero de la creatividad y la búsqueda de una voz propia —que es un camino y no la meta—. Joan Chamorro habla de ella con palabras emocionadas: «Una maravillosa personita, sensible, inteligente, trabajadora, responsable, muy estudiosa… le auguro un futuro lleno de música maravillosa en el que volará con su trompeta, con sus saxos, con su voz… tiempo al tiempo».

Y vaya si voló y hasta que altura —como canta la canciòn “How high is the moon”—, basta ver el desparpajo con el que compartió escenario ni más ni menos que con el saxo alto Jesse Davis y el trombonista Wycliffe Gordon.

Sorprende y emociona, sobre todo, el gesto de aquella niña de tan solo siete años marcando el tiempo a una orquesta de una veintena de músicos y de seguido alzar la trompeta y ponerse a tocar…

Entonces la más pequeña de la banda era ella, luego la voz cantabile de la sección de trompetas y pronto, mañana, el futuro, quién sabe cuándo, emprenderá camino en solitario siguiendo esa ley de vida del abandono del nido familiar —o matar al padre para renacer de sus cenizas— para crear nuevos mensajes, nuevas canciones, tal vez nuevos horizontes o territorios musicales aún por descubrir.

Rita Payés (trombón, voz)

Rita Payés Roma (Vilassar de Mar, Barcelona, 1999). Ha vivido la música con intensidad y cercanía desde muy pequeña, sus padres son músicos, en su entorno familiar la música es como el aire que se respira —¿en tu familia sois todos músicos, le pregunté un día, y respondió con ironía, “si no es músico, no es de la familia.

Comenzó a estudiar en la Escuela Municipal de Música de Premià de Mar, al principio tocando el piano con Montse Massaguer. A los 8 años, en la Escuela de Música Moderna de Badalona, agregó a sus estudios el trombón con David Sanabria y después, durante seis cursos, con Juan Palacio. Cursó la ESO en la Escuela Oriol Martorell, centro educativo integrado con los estudios de música, donde tuvo como profesor de trombón a Jordi Gómez. De forma paralela y esporádica recibió clases de trombón y música del desaparecido Toni Belenguer y a partir de 2012 comenzó a interesarse por la voz estudiando canto con Judit Nedermann y Esteve Genís. Además participó en los cursos de verano organizados por Camerata XXI y en los Talleres Musicales de Avinyó, con profesores como el gran trombonista y pedagogo Víctor Correa.

Pronto comenzó a presentarse en público, tocando y cantando en diferentes combos, grupos de jazz y en big bands como las de la EMM de Premià de Mar, EMM de Badalona, la Big Band de Òrrius bajo la dirección de Pere Payés, Josep Traver, Carlos Vecino y Juan Moragues.

Decisivo en su desarrollo musical fue su ingreso, en julio de 2013, en la Sant Andreu Jazz Band —esa imparable máquina de fabricar talentos— dirigida por el multinstrumentista y pedagogo Joan Chamorro, que le permitió participar en numerosos conciertos en diferentes formatos, entre otros, en el Festival de Jazz de Barcelona, Club de Jazz Jamboree, Auditorio, Barnaswing, Festivales de verano de varios pueblos de Cataluña, así como conciertos en Almería, Valencia, Francia o Suiza.

En el seno de esta banda comenzó también a cantar junto a Andrea Motis, Magalí Datzira y Eva Fernández, experiencia recogida en la edición de dos álbumes: Joan Chamorro presenta la Màgia de la Veu (Jazz to Jazz, 2014) y Joan Chamorro presenta La Mágia de la veu Jazz Ensemble (Jazz to Jazz, 2016), nuevo episodio con las jovencísimas voces de Andrea Motis, Rita Payés, Alba Armengou, Alba Esteban, Èlia Bastida y Abril Saurí, acompañadas por la la pequeña big band de Joan Chamorro —Joan Mar Sauqué, Joan Codina, Joan Martí, Josep Traver, Ignasi Terraza y Esteve Pi— y arreglos de Joan Monné, álbum que rinde homenaje a las grandes damas del jazz como Billie Holiday, Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan o Dinah Washington, entre otras, en una relectura de los clásicos con la nueva savia del jazz que se cocina en casa.

El álbum Joan Chamorro presenta Rita Payés (Jazz to Jazz, 2015) con la participación de Ignasi Terraza (piano), Josep Traver (guitarra), Esteve Pi (batería) y Joan Chamorro (contrabajo y saxo) y como invitados Scott Robinson, Scott Hamilton, Dick Oats, Toni Belenguer y Jo Krause, entre otros, recibió el Premio Enderrock 2015 por votación popular a la mejor propuesta de jazz. Ya entonces, Joan Chamorro confesó su admiración por Rita con palabras que son un preciso retrato de su espíritu musical:

«Nada más entrar en la Sant Andreu Jazz Band me emocionó profundamente. Cuando la oí cantar por primera vez “Stars Fell on Alabama” con una voz muy personal, a veces nítida, a veces rota, llena de matices, perfectamente entonada y rica en su aportación rítmica. Además, como trombonista, tiene un sonido nítido, redondo, muy directo».

A quinteto y con otras formaciones se presentó en destacados festivales nacionales e internacionales tanto de la geografía nacional como en en países como Francia, Suiza, Italia, Marruecos, Suecia o Grecia entre muchos otros.

En el álbum Joan Chamorro y Rita Payés Lua amarela (Jazz to Jazz, 2016) se aprecia su evolución como trombonista y cantante, dando muestras de una personalidad marcada por su exquisita sensibilidad a la hora  de jugar con las melodías y su personal y maravilloso timbre. El álbum alterna clásicos del jazz, con bossa novas, sambas, algún fado portugués y la preciosa Cançó de bres per a una princesa negra (cançó catalana, de Antoni Rodríguez Sabanés) y con la compañía de Joan Chamorro Quintet, y con Enrique Oliver (saxo tenor), Elisabeth Roma (guitarra) y Jaume Llombart (guitarra) como músicos invitados.

Luego dio una vuelta de tuerca en su orientación musical y en empática alianza con su madre, la guitarrista clásica Elisabeth Roma, publicó el sugerente Imagina (2019), emocionante proyecto que empezó como un regalo de cumpleaños y acabó convirtiéndose en una de las sorpresas más exquisitas de la temporada musical en nuestro país. Payés y Roma toma prestado una canción del maestro Antônio Carlos Jobim con letra de Chico Buarque, Imagina, como título de un primer disco conjunto con fados, boleros, bossanovas, melodías sefardíes y canciones de cuna catalanas, melodías que de una u otra forma han marcado sus vidas. «Rita Payés es magia, dulzura, sensibilidad, carácter; una bola de talento y energía en constante evolución», dijo de ella Joan Chamorro. Dos generaciones, dos maneras de vivir la música, con el jazz, una vez más, como punto de encuentro.

Y en esta misma línea se alinea el álbum Como la piel (2021) también con Elisabeth Roma y con la compañía del contrabajista Horacio Fumero y Juan Rodríguez Berbin a la batería y percusión. Publicado el 16 de abril, se presentó en concierto el 21 en la sala Barts en el marco del Voll-Damm Barcelona Jazz Festival y el 9 de mayo en el Teatro Reina Victoria en el marco del ciclo Madrid Brillante. Nueva aventura con mucha original escrita por Rita, a través de 11 exquisitas piezas en las que laten sonoridades sensuales y sutiles y mixtura de aires de jazz, bossa nova y guitarra clásica, como “El mirabino”, “Nunca vas a comprender” o la inquietante “No digo que no (vaca y pollo)”.

Pero además ha colaborado en otras grabaciones, entre otras, Martí Serra Quartet, Live at Jamboree / Songs Nina Sang (Jamboree Live, 2020). Doble Cd, grabado por el saxofonista badalonés Martí Serra acompañado por Òscar Latorre (tp) Pau Sala (b) y Josep Cordobés (d) con un repertorio de temas propios. Cuenta con la participación especial de la trombonista y cantante Rita Payés en las versiones de Songs Nina Sang. El álbum ha sido seleccionado entre los 10 mejores discos del año 2020 en opinión de la crítica (Enderrock).

En enero de 2021 impartió una luminosa masterclass de voz y trombón en el marco del Aula de Música de la Universidad de Almería.

Alba Pujals (trombón)

Alba Pujals Roigé (Terrassa, Baarcelona, 1992). Inició sus estudios musicales (flauta, trombón y canto) con solo 4 años en Escuela Municipal de Música de Rubí donde su madre era maestra. En 2001 continuó su formación en el en centro integrado artístico Oriol Martorell donde tuvo como profesor al trombonista Luis Bellver.

Obtuvo el título superior de trombón clásico y contemporáneo en la Escola Superior de Música de Catalunya (ESMuC) donde estudió con el trombonista Daniel Perpiñan. Después continuó su formación con una licenciatura en jazz en el Conservatorium van Amsterdam, donde recibió clases de prestigiosos músicos como Ilja Reijngoud, Bart van Lier o Simon Rigt, entre otros. Además cursó estudios en el Conservatorio de Terrasa y en el Conservatorio de Rotterdam (Codarts, Holanda).

En 2020 se trasladó en Nueva York para realizar un máster de interpretación de jazz en la prestigiosa Juilliard School dirigido por el trompetista y compositor Wynton Marsalis y que finalizó a final de junio de 2021

Durante su estancia en Juilliard participó en el proyecto realizado por un grupo de estudiantes de la escuela que bajo el título de: The Women in Me (en el marco del programa 100 Years 100 Women) buscaba dar luz sobre la invisibilidad social de la mujer, a través de un audiovisual en el que se muestra la dicotomía entre movimiento/danza (trenes) y sombras (mujeres) a ritmo de la banda sonora de jazz Song Lost Soul escrita por Alba Pujals e interpretada por ella misma junto a Zoe Obadia (sa), Olivia Chindamo (v), Jayla Chee (b) y Sarah Gooch (d) con dirección y guión de Maggie Scrantom

https://youtu.be/9MnxrYONUUo

Alba Pujals se ha presentado en prestigiosos escenarios y festivales internacionales, entre otros, Dizzy’s Club Coca-Cola (Nueva York), Rose Theater (Lincoln Center NY), Bimhuis (Ámsterdam), North Sea Jazz Festival (Holanda), Grachtenfestival (Holanda), Festival de Jazz de Terrassa, y en salas de Barcelona como el Palau de la Música y el Auditori. Y ha compartido escenario con músicos de gran trayectoria como Joshua Redman, Dick Oatts, Perico Sambeat o Carles Benavent, entre otros.

Forma parte activa de la escena del jazz y de la música moderna de Barcelona como miembro de bandas como The Bop Collective, liderado por la saxofonista Irene Reig, Smack Dab Big Band, Lluc Casares Septet y el grupo de música jamaicana The Penguins, y ha colaborado con la orquesta de fusión de música jamaica y soul negro The Gramophone Allstars Big Band liderada por el saxo tenor Enis Boud y con bandas europeas como New Cool Collective Big Band dirigida por el saxo alto Benjamin Herman.

Lidera diferentes formaciones, entre los más recientes, Alba Pujals Quintet, Alba Pujals Grup —quinteto con Gideon Tazelaar (st) Leo Mexini (guitarra) Xavi Castillo (contrabajo) y Joan Terol (batería)— o Alba Pujals Trío formado en 2020 junto al pianista Txus Costalago y el contrabajista Joan Humet.

De 2020 es también la creación del Pujals & Payés Two Slides, propuesta a quinteto, con composiciones originales y cuyo oriente es la exploración de la expresividad y diversidad sonora del trombón. Concebido y dirigido por Pujals, que además interpreta la flauta y con la colaboración de la también trombonista y cantante Rita Payés, el tándem cuenta con la colaboración del pianista Joan Monné y en la sección rítmica el contrabajista Giuseppe Campisi y Joan Casares a la batería.

Como sidewoman ha participado en la grabación de numerosos álbumes, entre otros, con la banda catalana de música jamaicana ThePenguins / Reggae per Xics, Ballant damunt la lluna (Buenritmo, 2018), con la formación del pianista holandés Peter Beets & The Henk Meutgeert New Jazz Orchestra, The Flying Dutchman. Live at Bimhuis & Concertgebouw Amsterdam (Magic Ball Jazz, 2020) y con el trompetista de origen nigeriano Etuk Ubong, Africa Today (Nigth Dreamer, 2020) y como parte activa del combo The Bop Collective los álbumes The Bop Collective (2018) e Iaspis (2019).

Y para septiembre de 2021 verá la luz su debut discográfico como lideresa con un álbum grabado a medio camino entre Barcelona y Nueva York con composiciones y arreglos propios. En la sesión barcelonesa participaron Irene Reig (saxo alto) Oriol Valles (trompeta) Lluc Casares (saxo tenor) Giuseppe Campisi (contrabajo) Xavi Torres (piano) y Joan Casares (batería) y en la neoyorquina la cantante Mar Vilaseca, Jarien Jamanila (saxo alto) Abdias Armenteros (saxo tenor) Joe Block (piano) Jayla Chee (contrabajo) y Sarah Gooch (batería).

María Cofán (trombón)

María Cofán (Barcelona, 1995). Forma parte de la Balkan Paradise Orchestra (BPO), integrada por 11 instrumentistas —Mila González (trompeta) Alba Careta (trompeta) Berta Gala (trompeta) Eva Garin (clarinete) Laura Lacueva (clarinete) Alba Ramírez (trompa) María Cofan (trombón) María Astallé (trombón bajo) Olivia Casas (tuba) y Eli Fábregas (percusión) Núria Perich (percusión).—, banda femenina de música balcánica y única en su género que interpretan frenéticas melodías y ritmos trepidantes que aportan un aire fresco en el panorama de fanfarrias nacional.

La formación se presentó oficialmente en 2015 en el Koitton Club del barrio de Sants (Barcelona), y apenas un mes después fue apadrinada por Taller de Músicos a través del proyecto Caudal Musical. Desde entonces han desfilado por toda Cataluña y actuado en festivales internacionales y grandes celebraciones —Balkabarna Festival (Barcelona), fiestas de la Merced (Barcelona) o el festival Temporada Alta (Girona).

Ha publicado dos álbumes, K’ataka (Microspcopi, 2018), en el que recogen versiones de temas tradicionales de los Balcanes (Rumania, Serbia y Grecia) y Odissea (Calaverita Records, 2020), inspirado en La Odisea de Homero y en la pelicula de Kubrick 2001: una odisea del espacio. El disco incluye nueve temas propios y un tema tradicional, conformando un universo sonoro muy diverso.

Tras conseguir tres nominaciones en los prestigiosos premios Enderrock 2018, lograron ganar con su primer álbum K’ataka el galardón a  Mejor Disco de Folk 2018 por votación popular.

Corina Martínez

Corina Martínez toca el trombón, el piano y la gaita asturiana. Nació en Barcelona, aunque lleva bastante tiempo por Andalucía, hasta que hace ocho años el destino la llevó a Almería, donde pronto se involucró en numerosos proyectos musicales. Confiesa que «No creo que decidiera afincarme aquí si no hubiera existido Clasijazz».

En efecto, al cabo recibió un correo de Pablo Mazuecos en el que nos convocaba para formar parte de un nuevo proyecto de big band: «¡No me lo òsía creer¡ ¡Uno de mis sueños hecho realidad!».

Embargada por la ilusión se compró un trombón de batalla para estudiar el repertorio durante las vacaciones de verano. Al poco se iniciaron los ensayos y se contó con una plantilla estable que se fusionó con la Joven Big Band del Conservatorio de Almería, creándose así el núcleo de la actual Big Band Swing & Funk.

En la actualidad es la única mujer que figura en la plantilla y un referente para todas las mujeres que tienen en su horizonte el jazz. Ha participado en infinidad de conciertos, con diferentes y variados repertorios, con destacados músicos invitados de la escena nacional e internacional.

Una feraz experiencia que la Corina considera que «Me ha ayudado a crecer musicalmente, gracias a la colaboración desinteresada de todos esos grandes músicos, contagiándome con la magia que irradia el jazz.

De su estancia en la banda destaca las increíbles sorpresas que deparan las colaboraciones, los conciertos, los arreglos y los espectaculares repertorios: «Momentos mágicos, indescriptibles tanto en los ensayos como en concierto. Música que fluye, te llena y abruma».

Irene Reig (saxo)

Irene Reig (Barcelona, 1993). Desde edad muy temprana se sintió atraída y apasionada por la música y comenzó a recibir lecciones de piano clásico en centros como la escuela como Oriol Martorell o el Conservatorio Municipal de Música de Barcelona. Pronto descubrió el jazz y desde entonces vive abrazada al saxo —el alto, por más señas, aunque se desenvuelve con igual destreza con la flauta, el barítono o el clarinete— como compañero inseparable. Lo adoptó a los 11 años y con 15 se atrevió a dar el paso al directo, al tú a tú con el público.

Entre 2008 y 2011 fue miembro oficial de la Sant Andreu Jazz Band donde tocaba los saxos alto y barítono y el clarinete, participando en la grabación de dos álbumes —Jazzing Live at Casa Fuster y Jazzing vol. II— y compartiendo escenario con destacados músicos como Dick Oatts, Perico Sambeat, Jesse Davis o Scott Robinson, entre otros. Después y hasta 2015 tocó con la Star Wood Band, formación dirigida por el multinstrumentista y pedagogo Pau Casares y con la que grabó varios álbumes.

Su pasión y ansías de formación la llevaron a enrolarse en la prestigiosa Escuela Superior de Música de Cataluña (Esmuc) donde tuvo como principales profesores a Eladio Reinón, Gorka Benítez o Xavi Figuerola.

En Barcelona compaginó sus estudios con colaboraciones con destacados músicos como Lluís Vidal, Josep María Farràs, Ignasi Terraza y Francesc Capella y en proyectos como Joan Casares Sextet y la Esmuc Jazz Project “Univers Keith Jarrett”, cuya grabación saldrá a la luz próximamente.

Su curiosidad la empujó hasta Ámsterdam, ciudad en la que ha residido largo tiempo y en la que en 2016 culminó un máster de interpretación en el Conservatorium van Amsterdam, tutelado por el saxofonista Ferdinand Povel como profesor principal. Y justo ese mismo año se marchó a Filadelfia —urbe de rica tradición jazzística— para acrecentar su formación en la Temple University, donde tuvo como profesor al saxofonista Dick Oatts

En Filadelfia grabó View’s (Discmedi/Blau, 2017) su primer álbum como líder bajo el nombre de Irene Reig Quintet featuring John Swana, grabado en 2016 en la Temple University y para el que contó con el trompetista John Swana en algunos temas, James Santangelo (p) Nimrod Speaks (b) y Anwar M. Marshall (d). Incluye 7 composiciones propias con títulos sugestivos como “Sa Palomera”, “Last Minute” “Ca l’Ana” o “Santangelo Groove”. La propia Irene explica que es un disco espontáneo que surgió como una loca idea una mañana tras despertarse. Cada tema refleja un momento concreto de su vida, memorias y vivencias de Barcelona, Ámsterdam y Filadelfia, las ciudades donde ha vivido y donde ha conocido las personas que han tenido un impacto en su vida. En una entrevista de noviembre de 2018 para el diario mallorquín Ara Balears traza una certera radiografía estilística tanto del álbum como de su orientación personal: «Tiene la esencia del jazz junto con la del swing, el hard bop o el be bop, que son los estilos de jazz que más me han influenciado, además de ritmos cercanos a la bossa nova, al latin y a diferentes grooves que provienen de la tradición de la música afroamericana».

De nuevo en Ámsterdam continuó su formación y especialización en el instrumento, a la par con compartía escenario con músicos de la categoría de Simon Rigter, Martjin van Iterson, Terell Staford y Rob van Bamel.

¡Now’s the Time!, pensó entonces la joven saxofonista —al igual que Charlie Parker en su día— para lanzarse a la procelosa arena de la creación con el saxo en una mano y en la otra lápiz y papel pautado. El momento de la sensación verdadera —soplando y haciéndolo bien, canta la canción—, tiempo de reflexión y acción.

A medio camino entre Barcelona y Ámsterdam emprendió una frenética labor de búsqueda musical, de nuevos mensajes, de futuros proyectos como intérprete y compositora y prometedoras alianzas con jóvenes talentos de la escena jazzística.

En abril de 2018 se presentó en el Club Metropol de Las Palmas de Gran Canaria con el proyecto Irene Reig meets Aridane Martín, personal tributo a Charlie Parker, con una banda en la además del vibrafonista grancanario Aridane Martín, participaron los músicos canarios Ernesto Montenegro (trompeta), Carlos Meneses (contrabajo) y Ancor Miranda (batería).

En agosto de 2018 fue invitada al Festival Alternatilla de Palma de Mallorca con un cuarteto que bajo el nombre Mènage á Jazz la unió al pianista polaco Pawel Tomaszewski y los mallorquines Pere Bujosa al y el batería  mallorquín Teo Salvà a la batería. Inédita y curiosa formación que a propuesta de los organizadores reunía a músicos de diferentes estilos y que no hubiesen tocado juntos.

También y como actividad paralela al citado festival presentó el concierto didáctico Femme Jazz, en el que además de tocar el saxo y el piano intervino como vocalista, acompañada del contrabajista Pere Bujosa y el batería Joan Terol. Un homenaje reivindicativo del rol de la mujer a lo largo de la historia del jazz, con arreglos de canciones de legendarias figuras como Ella Fitzgerald, Lil Hardin o Mary Lou Williams.

En la actualidad su actividad se centra principalmente en la labor de dirección de tres destacados proyectos: Irene Reig Quintet, Irene Reig Trio y The Bop Collective, para los que escribe originales o arreglos de aquellos clásicos que le son queridos.

Del quinteto se habló al citar la grabación de Views su álbum debut como líder. En la actualidad sus miembros son, además de Irene Reig, el trompetista Pol Omedes, el pianista Miguel Rodríguez, el bajista Pau Sala y Joan Casares a la batería.

The Bop Collective es un octeto nacido en Barcelona y con prolongadas estancias en Ámsterdam que se ha presentado en numerosas salas y escenarios —Jamboree, La Pedrera de Barcelona, Jazz Cava de Tarrasa o el Bimhuis de Ámsterdam—. Los miembros de la banda son Irene Reig (saxo alto y composición), Joan Mar Sauqué (trompeta), Héctor Floría (saxo tenor), Alba Pujals (trombón), Miguel Rodríguez (piano), Giuseppe Campisi (contrabajo), Joan Casares (batería) y Marta Garrett (voz).

Todos comparten una estrecha relación con la tradición jazzística y se han formado musicalmente al abrigo de los estándares de Broadway, el swing, el be bop, el hard bop y otras estéticas más de vanguardia, un rico bagaje que combinan con nuevos ritmos y melodías de fuerte acento cantabile para generar un lenguaje musical novedoso, fresco y potente. El repertorio se basa tanto en versiones y arreglos de clásicos del jazz como en composiciones originales de Irene Reig: música cargada de personalidad y frescura que revelan a la banda como una auténtica revelación en la escena jazzística nacional.

Su debut discográfico —The Bop Collective (Discmedi/Blau, 2018)— ya es una clara tarjeta de presentación y una firme declaración de intenciones. Puro jazz que sabe a nuevo pero con el ineludible poso de la tradición. Cuatro originales de Irene en los que da cuenta de sus vivencias —“San Saor”, “Barcelona, Primer d’Octubre”, “Santangelo’s Groove” y “Miss Stromboli”— y tres versiones de clásicos —“Moment’s Notice” de Coltrane; “Tangerine”, de Victor Schertzinger; y “Trem Das Onze”, de Adoniran Barbosa—. Al poco de su edición, el grupo recibió el premio del público de la prestigiosa Dutch Jazz Competition holandesa.

Al amparo de la buena acogida de crítica y público se sucedieron conciertos y presentaciones por escenarios y festivales europeos y al cabo de un año publicaron su segundo album, Iaspis (The Changes, 2019), una joya —como ya su título enuncia— u ocho gemas con arreglos de Irene Reig, seis firmados por los miembros de la banda — “Forget About This” e “Iaspis” de Reig, “Charles” (Giuseppe Campisi), Phnom Penh (Joan Casares), “Claudia’s Favourite” (Miguel Rodríguez), Kleine (Hector Floria)— y dos conocidos standards — “Canto de Ossanha” (Baden Powell) y April in Paris (Vernon Duke).

Paralela a esta intensa labor —y de sus compromisos y colaboraciones con otros artistas—, ha estado tocando, componiendo y realizando arreglos para su nuevo proyecto a trío, junto a sus habituales aliados, el contrabajista Pau Sala y el batería Joan Casares. Un formato, que al prescindir de instrumento armónico, permite una mayor libertad e interacción entre sus miembros, a la manera que gustaba perpetrar el legendario Sonny Rollins a finales de la década de los cincuenta.

Y sobre todo un inmenso y osado sueño encarnado en el excelente vinilo Mira que vio la luz en marzo de 2021 publicado por la discográfica independiente The Changes, colectivo de músicos de la que además forma parte, y grabado en noviembre de 2020 en el Milano Jazz Club barcelonés como si de un directo se tratase, aunque sin público por mor de la pandemia. Incluye 8 composiciones originales de Reig —salvo el ellingtoniano  “I Let a Song Go Out of My Heart” o de “The Sweetes Sound” de Richard Rodgers”. así como “Bebe-soy” de Joan Casares, el batería del trío—, registradas a trío salvo los tres temas finales que contó con la colaboración de Joan Monné, pianista a quien admira y a quien dedica una de sus composiciones (“Song for Monné”).

Sobre la grabación se ha escrito y dicho que es una suerte de “sofisticado toque de bop catalán” o “su consolidación como intérprete”, de torpe estrechez de miras lo primero y inexacto lo segundo porque para esas alturas Reig ya era un valor más que sólido en la escena del jazz. Lo que si derrocha es originalidad e imaginación en lo compositivo, una sonoridad depurada y muy personal y distintiva —sonido reig— y una suma de influencias musicales de muy diferente procedencia que absorbe, hace propias y vierte traducidas a su personal visión del jazz moderno —sea hard, neo o post bop— en temas como, por ejemplo, “Mira”, “Kleinetjeeta” o “Borinquen” con su ligero aroma puertorriqueño. En suma, uno de los mejores discos que he escuchado en los últimos años.

Ha sido miembro, transmutada en barítona, pero también con la flauta y el clarinete bajo de la Clasijazz Big Band Profesional en el marco de la residencia artística que se extendió desde enero a junio de 2021, participando en diferentes y diversos programas.

Y entre tanto, tuvo tiempo, para asistir a una residencia en la Fundación Valparaiso como integrante de la big band femenina Clasijazz Valparaíso Big Band, grabando un excelente álbum que incluye el arreglo para este formato de su original “Kleinetjetta”.

Y en enero de 2021 impartió una reveladora masterclass en el marco de la programación del Aula de Música de la Universidad de Almería, iluminándonos en los secretos del saxo alto, así como de su carrera musical, creatividad y andanzas por medio mundo y parte del otro.

Una intensa y prolífica actividad que la sitúan en la cumbre de la nueva generación del jazz europeo, destacando por su energía, pasión y espontaneidad, pero siempre con el poso de la tradición: «La tradición está muy implícita en mi forma de tocar y componer», declaró en una entrevista para Jazz Mas digital en marzo de 2020, una mujer que se confiesa como «música de alma y profesión»,

Eva Fernández (saxo)

Eva Fernández (Barcelona, 1994). Saxofonista, clarinetista, cantante y compositora. Pese a su juventud ocupa ya un lugar destacado en la escena jazzística nacional.

Su inclinación por el saxo se remonta a la infancia cuando le dijeron que era el instrumento que sonaba en la película de animación La pantera rosa: «pues yo quiero ése», fueron sus palabras. A los 8 años ya tocaba un soprano curvo que sigue tocando en la actualidad.

Eso fue en sus inicios en el jazz en el seno de la Sant Andreu Jazz Band dirigida por Joan Chamorro, su primer mentor musical: «Lo primero que me enseñó y de lo que me enamoré fueron de las melodías de jazz». Y allí descubrió también la magia de la voz, instrumento que alterna con el saxo —soprano, alto e incluso barítono—, una voz con un estilo propio que entiende «como otra vía más para hacer música. Aunque use herramientas distintas, siempre hago lo mismo en cuanto a concepto» y que según Joan Chamorro posee «un timbre particularmente original, que sabe modular según lo que quiere transmitir y que, por su condición de instrumentista y de música de jazz, también le permite recrear siempre de una manera diferente las melodías».

Y precisamente en el seno de la Sant Andreu tuvo lugar su debut discográfico con el álbum Joan Chamorro presenta Eva Fernández (Jazz to Jazz, 2013), que incluye 13 conocidos clásicos del jazz acompañada por la San Andreu y como invitados figuras como Scott Robinson, Dicks Oatss, Ignasi TerraZa, Andrea Motis, Esteve Pí, Josep Traver, Víctor Correa, Jaume Ferrer y Curro Gálvez.

Emprendió el vuelo en solitario con el álbum That Darkness (Taller de Músics, 2016) en formación de quinteto: Eva Fernández (voz y saxos), David Pastor (trompeta), Josep Lluís Guart (piano, teclado y percusión), Miquel Ángel Cordero (contrabajo), Toni Pagès (batería) y con Pablo Fernández (fiscorno) y Pere Martínez (voz) como músicos invitados. Álbum sobresaliente, no solo por la competencia de los intérpretes, sino además por la cualidad y diversidad del repertorio incluido. Ocho temas, seis son standards de variada adscripción estilística—como la popular samba “Diz que eu fui por ai”, el célebre “My Favourite Things” o el tango aflamencado de Gardel “El día que me quieras”— y dos originales, “Nadir” de David Pastor y la hermosa “That Darknes” firmada por la propia Eva Fernández

Yo pregunto (Taller de Músics, 2018) es su más reciente grabación, a trío junto a Josep Munar (guitarra) y Enric Fuster (batería) en el que muestra un jazz fresco, elegante y contemporáneo a través de música original escrita por los miembros del grupo e inspirada en la poesía, «en los poemas que resonaron tan fuerte cuando los leí que tuve que empezar a cantarlos», escribe Eva en la contraportada del álbum. El célebre y trágico “Alfonsina y el mar”, “Yo pregunto” del poeta catalán Alfonso Costafreda, “La caricia perdida” y “El viaje” de Alfonsina Stormi, “Origen” y “Más allá del olvido” de Alejandra Pizarnik y del cronopio Julio Cortázar “Para leer de forma interrogativa”, reflexión sobre los senderos hacia donde nos puede llevar la vida.

Compositora —que asume la reflexión de un antiguo profesor de que componer es improvisar a cámara lenta— y música por encima de cualquier otra consideración y etiqueta, porque «crecí en un ambiente donde la música, niños y niñas, se compartía… Soy músico porque soy músico y soy mujer porque soy mujer», suma ya a lo largo de su carrera un vasto bagaje de colaboraciones con grandes figuras del jazz nacional e internacional, entre otros, Perico Sambeat, Dick Oatts, Ken Peplowski, Ignasi Terraza, Bobby Gordon, Jesse Davis, Terell Stafford, Wycliffe Gordon, Josep M. Farràs, Scott Robinson, Josep Traver, Matthew Simon, Llibert Fortuny, Carles Benavent o Jordi Bonell, al margen de sus diversos proyectos con Andrea Motis & Joan Chamorro Group y la Sant Andreu Jazz Band.

Cristina Miguel (saxo)

Cristina Miguel Martínez (Mollet del Vallès, Barcelona, 1993). Saxofonista, compositora y docente. Las artes y en concreto la música han acompañado su carrera profesional desde muy joven. Aunque inicialmente se formó en música clásica en la Escuela Municipal de Música de su ciudad natal —a los 7 años comenzó a tocar el saxofón clásico—, mantuvo una estrecha relación con la música moderna gracias a su alentador profesor de saxo y director de la big band de la escuela, José Mª Aparicio.

Con tan solo 14 años participó en el VIII European Youth Music Festival (Malmö, Dinamarca) como miembro de un colectivo de músicos de Barcelona. Entre 2009 y 2011 cursó el Bachillerato en Artes Escénicas en el IES Celestí Bellera de Granollers y allí tomó conciencia de su dirección artística, sumergiéndose al completo a sus 17 años en la interpretación de la música jazz. Desde entonces no ha cesado en el camino de la experimentación y aprendizaje de las músicas improvisadas.

Tras formarse en la ESEM-Taller de Músics de Barcelona (2012-2014) con profesores como Vicente Macián y Gabriel Amargant, se trasladó a Ámsterdam para continuar sus estudios superiores de interpretación jazz en el Conservatorium van Amsterdam, donde tuvo como profesores a destacados músicos de la escena jazzística internacional como Jasper Blom, Ferdinand Povel, Simon Rigter, Marc Scholten, Joris Roelofs, Ben van Gelder, y Dick Oatts.

En 2017 cursó el último año de carrera en la Universidad de Música y Artes escénicas Graz (KUG) de Austria en el marco del programa Erasmus+. Finalmente se graduó en el Conservatorium van Amsterdam con el Título Superior de Música (BA) en la especialidad de saxofón jazz en septiembre de 2018. En octubre de 2018 inició sus estudios de Master en la especialización de saxofón con Julian Argüelles, a la par que estudió también composición, arreglos y dirección de orquesta con Edward Partyka, Michael Abene y Johannes Berauer. Se graduó con el título en Master de las Artes (MA) en la Universidad de Música y Artes escénicas Graz (KUG) de Austria en septiembre de 2020. La tesis de investigación artística Cristina Miguel Martínez – Ramé Project es el origen de su más reciente trabajo discográfico auto editado en julio de 2020, Ramé Project.

Entre sus proyectos más destacados cabe citar la dirección, arreglos e interpretación junto a la legendaria cantante de jazz Sheila Jordan Sheila Jordan with Strings (marzo 2019), la participación en el Cristina Miguel Martínez programa Generations 2018 bajo la dirección de Maria Schneider (octubre 2018), la dirección de Cristina Miguel meets String Quartet (2018), grabando con la Metropole Orkest Academy bajo la dirección de Christian Elsässer y Jules Buckley (2015-2017), además de a actuar con el International Female Musicians Collective (2019), con la JM Jazz World Orchestra 2018 The Balkan Tour y en 2021 con la Clasijazz Valparaíso Big Band, grabando el álbum homónimo en enero de ese año.

Como intérprete ha desarrollado una amplia e intensa actividad a nivel internacional, actuado en salas y festivales como Concertgebouw (Ámsterdam), Bimhuis Sessions (Ámsterdam), Miles (Amersfoort), Amsterdam Blue Note (Ámsterdam), North Sea Jazz Club Café (Ámsterdam), Breda Jazz Festival (Holanda), Murphy’s Law (La Haya), Café Alto (Ámsterdam), Mumuth (Graz), Festival Jazzwerkstatt Shortcuts en Stockwerk (Graz), International Jazz Festival Frauenfeld (Frauenfeld), I Festival Internacional de Música SONA (Mollet del Vallés), Huset Paradise Jazz (Copenhague), Jazzfederation (Hamburg), Blue Whale (Indianapolis), Ginny’s Supper Club (Harlem), Shrine (Harlem).

De las grabaciones realizadas como líder o colaboradora destacan el álbum Ramé Project (Autoedición, julio 2020); Cristina Miguel, Amsterdam (Autoedición, febrero 2018); Cristina Miguel & Marcel.lí Bayer, Trancendit Terram (Arooo Rcd., junio 2021);); Heinrich von Kalnein & Kug Saxophone Quartet, Möbius Strip (mayo 2020); International Female Musicians Collective, Two (Junio, 2020); The Chordless Quartet, Skyler Floe (abril 2019), Emiliano Sampaio, Music for Large Ensembles Vol II (junio 2019).

Ramé Project es el fruto de la tesis artistica del Master de las Artes que cursó en la Universidad de Música y Artes Escénicas de Graz (Austria). y que la propia Cristina explica en una entrevista para Canción a quemarropa de marzo de 2921:

«Es un trabajo conceptual que surge de la pregunta ¿qué es la belleza? Ha sido una música creada ante la reflexión de que lo bello también puede ser imperfecto, asimétrico y que así nos lo demuestra la naturaleza… Al hacer referencia a la naturaleza, hago también referencia a una vida simple y mundana, con valores como la humildad, la compasión, y como describo en uno de los textos incluidos en el formato físico del cd, encuentro la belleza en la piel erosionada por el sol, el frio y la sal de las Haenyeo (mujeres del mar)… Yo creo que es un cd que no saciará a los consumidores de cultura rápida. Hay muchas cositas a descubrir con cada escucha y la lectura del librito. Soy consciente que no es directo en ese sentido. Pero soy partidaria de crear arte menos consumista y más profundo. Al menos en esos momentos de mi carrera».

El álbum, con el evidente subtitulo de The beauty in chaos, incluye 9 composiciones originales —A Simple Reflection, Not a Dialogue, Interlude 1: Jeju, Musa, Uplifting, Interlude 2: Haenyeo, Alma Mía, Portrait 1: Fireplace y Clouds— contó con la colaboración de un elenco de destacados intérpretes: Cristina Miguel Martínez (st, comp) Alistair Payne (vln) Álvare Vallejo Larre (vln) Daria Ujejska (viola) Mathilde Vendramin (cello) Tin Dzaferovic (contrabajo) Eloa Gonçalves (p) y Luis Oliveira. Incluye un bello libreto con diseño y hermosas ilustraciones de Natàlia García Monné y sugerentes y reveladores textos de la propia Cristina

Como docente posee una experiencia de casi una década a lo largo de la que ha impartido clases de saxofón para todas las edades y niveles en centros como la Escuela Municipal de Música de San Fausto de Campcentellas y el Aula de Música Soler de Gavà, e imparte clases particulares de saxo, solfeo y clarinete en Barcelona y alrededores.

A lo largo de su aún breve pero intensa carrera profesional ha compartido escenario con destacados jazzmen, entre otros, John Riley, Seamus Blake, Thana Alexa, Luis Bonilla, Alex Sipiagin, Chris Cheek, Ben van Gelder, Reinier Bas, Robben Ford.

En su proceso de formación como saxofonista ha absorbido influencias de legendarios instrumentistas como Sonny Rollins, John Coltrane, Warne Marsh, Kenny Wheeler, Bob Brookmeyer, así como la de músicos y compositores como Billy Strayhorn, Michael Abene, Ed Partyka, Maria Schneider, Miguel Zenón, Ambrose Akinmusire, Mark Turner, Walter Smith III o Melissa Aldana.

Clara Juan (saxo)

Clara Juan Soler (Gandía, Valencia, 1991). A los siete años comenzó sus estudios musicales clásicos en la UAM Sant Francesc de Borja de Gandía con Miguel Vercher. Luego inició su trayectoria como saxofonista y poco después como pianista en la escuela de música Maestro Valdovín de Gandía, de la mano de Javier Malonda en saxo y Elia Blasco en piano. Continuó los estudios de grado medio en el Conservatorio Profesional Josep Climent de Oliva, con Leonardo Chofre y Javier de la Vega en saxofón y Claudio Carbó en piano, obteniendo el premio de fin de grado profesional en saxofón, y el título de grado profesional de piano.

Amplió los estudios de saxofón en el Conservatorio Superior de Música Joaquín Rodrigo de Valencia, con Enrique Pérez Morell y Ramón Cardo, obteniendo el título de grado superior de música en la especialidad de saxofón, con la calificación de sobresaliente.

Completo su formación de jazz en el colectivo Sedajazz donde tuvo como profesores a Alexey León y Francisco Blanco ‘Latino’, entre otros. Además ha asistido al prestigioso Jazz Campus de Basilea (Suiza).

Ha asistido a numerosos cursos de perfeccionamiento impartidos por Javier de la Vega, Joaquín Franco, Federico Coca, Pascal Bonnet, Julien Chatellier, Simon Diricq, Cédric Carceles, Adrien Lajoumard, Géraud Etrillard, Hugo Schmitt, Thomas Barthélemy, Javier Esplugues, Jean Yves Formeau, Patricia Moreno, Vicente Macián, Francisco Blanco ‘Latino’, Alexey León y Silvia Raposo.

Compagina su formación y su actividad profesional como música de jazz con la docencia como profesora de saxofón, piano, lenguaje musical y coro en la escuela municipal de música Mestre Villar de Rótova y como profesora de lenguaje musical y piano en la escuela municipal Milamarina de Miramar. También ha sido profesora de lenguaje musical (Fasolet) en la reconocida escuela de música Maestro Valdovín de Gandía.

Ha dirigido la Coral y Rondalla del CEAM de Gandía y la Coral y Rondalla de Bellreguard.

Ha participado en diversas grabaciones, entre otras, la del primer álbum de la Orquesta de Saxofones de la Comunidad Valenciana (Orsaxcova), en el Palau de la Música de Valencia, en la grabación del himno del Atlético de Madrid, interpretado por Joaquín Sabina, con la UAM San Francisco de Borja, en el 80 aniversario de Radio Gandía de la Cadena Ser, junto a Iñaki Gabilondo y en la Gran Antología de la Zarzuela junto a la soprano Aurora Peña y el tenor Jesús Álvarez.

Intervino en el intercambio de ensembles de saxofones (FestiSax) en Alicante, así como de forma activa en el I Congreso Europeo del Saxofón (Eursax) de Ciudad Real.

Es miembro de diversas formaciones, entre otras, UAM San Francisco de Borja (Gandia), Banda Comarcal de la Safor, de los cuartetos de saxofones La Mitja Lluna Sax Quartet y SanFranSax Quartet así como de otras formaciones de música de cámara, de la Orquesta Clásica Ciutat de Gandia, de la San Francisco Big Band, de la Orquesta de Saxofones de la Comunidad Valenciana Orsaxcova y de la Infinity Symphony Band, con las que ha realizado multitud de conciertos.

En el ámbito del jazz ha formado parte de varias bandas valencianas e internacionales junto a músicos como el pianista Santi Navalón o el trompetista Pepe Zaragoza o el reciente Nohmi Jazz Trio surgido en Róterdam (Holanda) a raíz de su encuentro en el Conservatorio de Codarts con la pianista coreana Miran Noh, la bajista valencia Patricia Manchego y la baterista navarra Rakel Arbeola, con el que se ha presentado en diversas salas con un repertorio propio y con versiones de destacados clásicos.

En diciembre de 2019 se presentó en el ciclo Jazzdijous (Gandía) liderando su primer proyecto personal, un cuarteto integrado por músicos de contrastada solvencia: la pianista Kontxi Lorente, el bajista César Cortés y Pablo Soriano a la batería. El proyecto incluye composiciones propias y de otros compositores y pronto aparecerá en disco. Y en mayo de 2021 actuó en el Jazzrorama Festival de Ibi al frente de su cuarteto, con la pianista Kontxi Lorente, el bajista Davide di Sauro y Pablo Soriano a la batería.

Y de nuevo liderando su cuarteto —ahora con el pianista Edu Marquina, el contrabajista Davide di Sauro y Vicente Espí a la batería— se presentará el 18 de julio de 2021 en el XXIV Festival de Jazz Valencia.

En la actualidad Clara Juan ocupa lugar esencial en la escena jazzística no solo valenciana sino nacional con un lenguaje expresivo que partiendo del post bop y el jazz contemporáneo busca su propia voz y personalidad a través de composiciones originales y de compositores como Sam RIvers, Jerry Bergonzi o Chick Corea.

Alba Esteban (saxo)

Alba Esteban (Barcelona, 2000). Saxo soprano, alto, tenor y barítono, clarinete y cantante. A los 7 años comenzó a estudiar saxo con Joan Chamorro y forma parte de la Sant Andreu Jazz Band desde 2010.

Auténtico pilar de la sección de saxos de la banda a lo largo de más de una década, en especial con el saxo barítono que interpreta con sobresaliente habilidad y una fiabilidad indesmayable. Con estas palabras lo confirma Joan Chamorro, director de la formación: «No tengo dudas, si necesito un saxo barítono, ella es la primera de la lista».

Ha participado como sidewoman en la práctica totalidad de los álbumes de la banda, una treintena, y en otros diversos proyectos, entre otros, los de la serie Sant Andreu Jazz Band Jazzing vol 3 (2012), Jazzing vol 6 (2016) o Jazzing vol 11 (2021), así como en Joan Chamorro presenta La magia de la veu (Jazz to Jazz, 2017). Y ha actuado junto a figuras como Scott Hamilton, Scott Robinson, Joe Magnarelli, Dick Oatts, Joel Frahm, Perico Sambeat, Luigi Grasso o John Allred

Y en este mismo año de 2021 verá la luz su debut discográfico como parte de la serie Juan Chamorro presenta —el número 18º—,tributo al mítico saxo barítono sueco Lars Gullin, con arreglos del gran Fredrik Carlquist y en el que Alba mostrará todas su facetas musicales, en especial la de baritonista. Y señala Joan Chamorro, que le hace tanta ilusión esta nueva grabación que no cabe en sí de gozo que «El saxo barítono será el color que destacará, pero tocará además el soprano, el alto y el clarinete y cantará en 3 o 4 temas».

Además de improvisar sobresalientes solos de saxo, suele animarse a tomar el micrófono para entonar canciones con una entonación y dicción de una calidez fuera de lo común.

Alba Esteban se ha convertido en una maestra del saxo barítono que interpreta con gran lirismo y una sonoridad poderosa y una habilidad y destreza poco comunes que contribuyen de manera sobresaliente al conjunto del sonido orquestal.

Ester Quevedo (piano)

Ester Quevedo (Madrid, 1993). Comenzó a tocar el piano a los seis años y a los siete ingresó en el Conservatorio de Música de El Escorial (Madrid), donde estudió piano clásico durante diez años, obteniendo el grado medio en la especialidad de piano clásico. De forma simultanea estudió en la Escuela de Música Creativa de Madrid, donde recibió clases de piano jazz de Tony Heimer y combo y big band de Bobby Martínez.

En 2011 se trasladó a Barcelona para estudiar en la Escola Superior de Música de Catalunya (ESMUC), obteniendo la licenciatura en interpretación de piano jazz. Allí recibió clases de los pianistas Albert Bover, Joan Díaz, Ignasi Terraza y Lluís Vidal —a quienes considera influencias esenciales— así como del legendario contrabajista Horacio Fumero.

Además formó parte de un programa de intercambio en el Conservatorio de Rotterdam (Codarts), donde tuvo como profesores a Rov van Bavel, Simon Rigter, Hans Mantel, Ilja Reijngoud y Luis Rabello.

Completó su formación asistiendo a numerosos y variados talleres y masterclasses impartidos por destacados jazzmen de la escena internacional, entre otros, Michael Kannan, Chris Cheek, Peter Bernstein, Fred Hersch y Aaron Goldberg.

Se han presentado con diferentes bandas en escenarios como el Jamboree Jazz Club, Nova Jazz Cava, Sala Artte, Sunset Jazz Club, Teatro Fernán Gómez, Altxerri Jazz Club y en diversos festivales de jazz.

Posee una vasta experiencia como docente. Desde 2013 imparte clases de piano para diferentes niveles, armonía, combo y teoría musical en diferentes escuelas.

Entre sus principales influencias están tres pianistas claves de la historia del jazz —Thelonious Monk, Lennie Tristano y Bud Powell— aunque también otros instrumentistas que escucha bastante como los saxofonistas Wayne Shorter y Ornette Coleman.

En la actualidad participa en diversos proyectos de la escena musical de Barcelona, a la par que lidera sus proyectos personales con los que expresa su propia música.

Crucial en el desarrollo de su carrera profesional fue la concesión de la Carta Blanca en el edición de 2019 del Estival Jazz de Igualada —el músico elegido presenta un trabajo original y con una formación inédita y la discográfica Underpool lo publica—. Para la ocasión optó por la formación de quinteto, con músicos que siempre admiró: trompetista Oscar Latorre (trompeta), Vicent Pérez (trombón), Pau Sala (contrabajo) y Roger Gutiérrez (batería).

El resultado es su álbum debut, Trabalenguas (Underpool, 2020), grabado en directo en el Teatro de la Aurora el 22 de junio de 2019 en el marco del Estival de Jazz de Igualada. Títulado así «por la sensación que me da la melodía, que es como a trompicones, cambio de tempo, como cuándo dices un trabalenguas muy rápido y a veces te trabas». Con un dibujo de portada propio, incluye 8 temas originales —Los caballeros que dicen ni, Nana del despertador, Trabalenguas, De reojo, Amoñi, Anagrama, Balada interrogante e I’ll remember Patxi—. Música basada en el juego tanto con el ritmo, como con los intervalos y las armonías, en la combinación del mismo elemento de diferentes formas —«me gusta que mi música sea como un juego», en palabras de Ester— y una manera compositiva que experimenta en la búsqueda de colores o sonoridades hasta lograr una melodía coherente, que tenga sentido.

Carla Motis (guitarra)

Carla Motis (Barcelona, 1997). Guitarrista y cantante —hermana de Andrea Motis— forma parte de la Sant Andreu Jazz Band desde hace más de una década —ingresó en 2008, con 11 años y ha sido la única guitarrista de la formación—. Con la banda ha participado en la grabación de una veintena de discos junto a destacados solistas de la escena jazzística nacional e internacional.

Guitarrista con un lenguaje sólido, influenciado por el legendario Grant Green, en el que se puede apreciar un maravilloso fraseo, además de un discurso original y un tempo y un swing magníficos. Como cantante, funde su voz con la de la guitarra para convertirla en un discurso muy personal y original, cargado de sugerentes matices.

Su discurso, de gran coherencia va más allá de su función rítmica, se basa en el lenguaje del bebop, con influencias de grandes maestros como Charlie Christian, Grant Green o Wes Montgomery.

Joan Chamorro —su mentor y director de la Sant Andreu Jazz Band— escribió sobre ella: «destaca su increíble tiempo y su afinado swing… Estoy convencido de que Carla tiene mucho que contarnos con su voz y con la voz de su guitarra, porque ambas son lo mismo, y se funde en una maravillosa artista».

En 2018 grabó su primer álbum a su nombre, Joan Chamorro presenta Carla Motis (Jazz to Jazz), que contó además con la colaboración de Scott Hamilton, Ignasi Terraza, Josep Traver, Andrea Motis y los solistas de la San Andreu Jazz Band.

En la actualidad desarrolla una intensa actividad presentándose en diversos escenarios como el Jamboree Jazz Club barcelonés o en la Nova Jazz Cova de Terrassa junto a figuras como Joan Chamorro, su hermana Andrea, Joan Marti, Elia Bastida o Ignasi Terraza.

Entre sus últimos proyectos cabe señalar el dúo formado con la cantante Belén Bandera con el que ha actuado en diversos escenarios, entre otros, Premiá de Mar o Casa Figari.

Reciente es Carla Motis Trío, junto a su mentor el contrabajista Joan Chammorro y el saxo tenor Marçal Perramon y con Andrea Motis como invitada

Blanca Barranco (contrabajo)

Blanca Gutiérrez Barranco (Jaén). Contrabajista y cantante. Inició su carrera musical a la edad de 7 años en el Conservatorio Ramón Garay de su ciudad natal. Después, a los 16 años, descubrió el mundo del jazz gracias a la Asociación Jaén Jazzy, en cuyo seno formó parte como miembro activo de la big band de la asociación y siguió numerosas masterclass impartidas por destacados profesores nacionales.

Con posteridad se trasladó a Málaga para proseguir su desarrollo como música y especializarse en jazz y música moderna. Ha realizado cursos de formación de contrabajo jazz con músicos como Reuben Rogers, Gerald Canon, Putter Smith, Javier Colina y Horacio Fumero, entre otros muchos.

En Málaga comenzó a estudiar jazz en la Escuela de Música Moderna “Maestro Puyana” (CAMM).

Ha tocado con diversos músicos de la provincia, entre otros, Carlos Pino, Enrique Oliver, Joaquín Rubio o Sergio Díaz.

En 2018 se presentó al concurso de grupos del festival de jazz Portón del Jazz de Alhaurín de la Torre (Málaga) liderando el combo Blanca Barranco Group del que formaban parte además el saxo alto Miguel Fernández, el pianista Fran Malpica, el batería Ramón López y .la cantante Noelia Sakura.

En 2020 formó junto a la cantante Natalia Ruciero, la pianista Laura Domínguez y la clarinetista Virginia Moreno el Four Women Quartet (4WQ) con el que publicaron el álbum Una historia de mujeres en el jazz (Blue Asteroid, 2020), cuyo repertorio es una suerte de recorrido por la historia del jazz desde una perspectiva reivindicativa del significado y peso de la mujer en la historia del jazz.

En la actualidad desarrolla varios proyectos, entre ellos Blanca Barranco Quartet, con el que ganó el concurso Oliva Jazz, y del que es responsable de los arreglos del repertorio, además de cantar y tocar el contrabajo.

Entre sus asociaciones recientes destacan el Jazzinho Pra Ela Trío junto a la flautista Sara Brito y la pianista Alicia Tamariz, el dúo junto a la pianista Alicia Tamariz con el que se ha presentado en festivales como el Laguni Jazz o el quinteto Crocus junto a Irene Reig (saxo alto) Alejandra Artiel (trompeta) Ester Quevedo (piano) y Sergio Díaz (batería).

Y durante el mes de julio de 2021 impartirá un curso de contrabajo de jazz en la Escuela de Música y Danza de Alhaurín de la Torre (EMMDAT).

Rakel Arbeloa (batería)

Rakel Arbeloa Ayesa (Aibar/Oibar, Navarra, 1991). Titulada Superior en Pedagogía de la Flauta y Profesional de Percusión en Pamplona, graduada en Batería Jazz en Musikene (Conservatorio Superior de Música del Pais Vasco) y en la actualidad está terminando el Máster de Batería Jazz Performance en ESML (Escola Superior de Musica de Lisboa).

Comenzó los estudios de batería tras concluir el Superior de flauta, a la edad de 23 años. Además de estudiar con los bateristas Jo Krause y Guillermo McGuill en Donostia, fue alumna de Mark Schilders, Joost Patocka y Hans van Oosterhoud en la Universidad de las Artes CODARTS (Rotterdam). Ha completado su formación con clases impartidas por prestigiosos baterías, entre otros, Erik Ineke, Jochen Rueckert, Joe Chambers, Jorge Rossy y Jimmy Wormworth entre otros.

En la actualidad está terminando el máster en performance batería jazz con Bruno Pedroso en la ESML (Escola Superior de Musica de Lisboa).

Su completa formación como música le ha permitido formar parte de diversas formaciones: dúo, trío, ensemble de cámara, orquesta, banda o big band. En este sentido destacan conciertos como los realizados con el grupo de percusión con el Orfeón Pamplonés y como flautista colaboradora en la Sinfónica de Navarra, además de diversas bandas de música de ámbito provincial.

Como baterista ha compartido escenario con músicos como Joel Frahm, Chris Kase, Kurt Weiss e Ilja Reijngoud y en 2018 formó parte de la gira del saxofonista Chris Cheek en Londres.

Ha formado parte del trío del pianista David Cid, junto al contrabajista Xurxo Estévez, con el que actuó en el 42 Festival de Jazz de Getxo 2018 con el saxo tenor Joel Frahm como invitado y en la edición de 2019 de dicho festival se presentó como integrante del quinteto Girls in Band integrado por mujeres: Alejandra Artiel (trompeta) Elsa García (saxo tenor) Elisabet Raspall (piano) Queralt Camps (contrabajo) y Rakel Arbeloa (batería).

Además es miembro de grandes formaciones como la reciente Pamplona Jazz Orchestra (Iruña Jazz Orchestra) y la Reunión Birg Band. La Iruña Jazz Orchestra proyecto angular y joven aúna en sus filas a veteranos y jóvenes jazzistas navarros y con la que ha participado en proyectos como el homenaje a Count Basie bajo la dirección de Ramón Cardo, el encuentro con la música del trombonista y compositor holandés Ilja Reijngoud (Ilja Reijngoud meets Pamplona Jazz) y el Christmas Songs con la cantante Deborah Carter. La Reunion Big Band integrada por una veintena de músicos jóvenes alumnos del Musikene, desarrolla un repertorio que abarca desde el swing más tradicional hasta las nuevas tendencias jazzísticas actuales, sin olvidarse de la música latina o el funk y se ha presentado en cinco ediciones del festival Heineken Jazzaldia.

A lo largo de su carrera se ha presentado en diversos escenarios y festivales nacionales, entre otros,  Bogui Jazz Club (Madrid), Teatro Principal de Vitoria (Festival de Jazz de Vitoria), Heineken Jazzaldia (Donostia) y Getxo Jazz Festival, así como en algunos destacados clubes europeos como el Dizzy (Rotterdam) o el Ronnie Scott (Londres).

En la actualidad compone, arregla para diversas formaciones y forma parte de Rakel Arbeloa Trío (Miran Noh al piano y Patricia Manchego al contrabajo), Hirusta Trio (Alejandra Artiel a la trompeta y Aritz Luzuriaga al contrabajo) y Jazzbana Ensemble, (grupo de teatro y música en directo).

Dos veces, dos. Mi personal guía de audición

Dos veces y de seguido —o lo que dura el viaje Almería-Granada— estuve escuchando el álbum Clasijazz Valparaíso Big Band y aún lo hubiera escuchado otras tantas de haber sido más largo el trayecto…

Una intensa lluvia musical, tan poderosa y reconfortante como la que me ha ido acompañando con insistencia durante el viaje, al ritmo del Chunka Lunka de mi adorada Mary Lou Williams, las gotas repiqueteando contra el parabrisas como si quisiesen remedar las síncopas del Epistrophy monkiano en versión de Miho Hazama y que te incitan a pisar a fondo el acelerador para al cabo caer absorto ante la rara belleza de Kleinetjeeta de Irene Reig que me ha obligado en varias ocasiones a fijar la mirada en la carretera para no despeñarme por uno de los innumerables abismos que jalonan el camino, que no es Long Yellow Road como el de Akiyoshi sino verde intenso porque es primavera y de nuevo me rindo ensimismado con el hondo lirismo de Seafever de la saxofonista Christine Jensen y gracias al ritmo del Blues Does Always Win de Andrea Motis recupero compostura de conductor ya con la ciudad de la Alhambra a la vista que parece como si quisiera bailar al son de La danza de la luz, original de la trompetista Natsuko Sugao… Me gusta dejar la autovía para descender a la ciudad siguiendo el serpenteante tramo de El Tambor de la antigua carretera, ahora acompañado por el pulso certero con que la contrabajista Blanca Barranco principia Ptah, The El Daoud de Alice Coltrane y que tras los primeros compases muda cabo muda en una salmodia ritual de marcha, como si la ciudad, mi querida ciudad en la que viví más de una década, me diera la bienvenida…

Ya en el hotel y mientras apuro estas notas me abrasan las ganas de volver a escuchar este hermoso disco pero no tengo donde reproducirlo y me lanzo a la calle a tomar un bocado que, sin duda, será una suculenta tortilla Sacromonte con la esperanza de que luego encuentre bar donde me lo quieran pinchar… Si es que existen lugares así.

© José Santiago Lardón Santi (julio, 2021)

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