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Lluc Casares & Andreu Pitarch Quartet. «Nómadas del jazz»


José Santiago Lardón 'Santi' - 4 abril, 2024 - 0 comments

Lluc Casares & Andreu Pitarch Quartet

Lluc Casares (saxo tenor, clarinete) Will Barry (piano) Conor Chaplin (contrabajo) Andreu Pitarch (batería)

Clasijazz. Sala Principal, viernes, 5 de abril de 2024. 22:00 H

Nómadas del jazz

La conexión de Andreu Pitarch y Lluc Casares con Londres es muy fuerte, tan fuerte y antigua como la complicidad que les une y no solo como paisanos, sino como avezados nómadas del jazz, que siempre fue andarín como la fueron la nutrida prole que dio a luz. Ya lo dijo ese oso malhumorado, tierno y creativo que fue Mingus: «el jazz es un viaje sin fin, siempre hay algo nuevo por descubrir y aprender».

Un viaje es eso, el inicio y el incierto término del aprendizaje, de un suma de experiencias, del conocimiento y el viajero el neófito que recibe el baño de la iniciación, de la inmersión en mundos desconocidos, acaso ignotos, de la revelación de arcanos secretos… y en el universo del jazz bulle tal sinfín de misterios que acaso nunca se lleguen a capturar: vagabundeo eterno para quebrar la quimera del “nunca se acaba de aprender”.

Nómadas del jazz que marcharon a las mecas de las posibilidades musicales, de nuevos sonidos, ritmos y emociones porque el jazz se reinventa de continuo en un bucle infinito,

Ambos, Lluc y Andreu, coincidieron en el Conservatoriun van Amsterdam y luego en la Juilliard School de Nueva York, donde además fueron compañeros de piso y cómplices de aventuras extraacadémicas, entiéndase, hasta las tantas hollando los escenarios de los clubes de la ciudad, suerte de master class extra y desde luego ineludible.

Después, ahora, suelen poner rumbo con asidua regularidad a Londres, la ciudad de la niebla pero también de múltiples escenarios de peregrinación y espacios de encuentro con la abultad legión de distinguidos músicos que pululan por sus calles —los jóvenes leones del jazz británico les llaman, pero también de otras geografía allí acogidos— como el joven pianista Will Barry o el contrabajista de origen irlandés Conor Chaplin, jazzmen solicitados pero también nómadas de la caravana del jazz y que esta noche nos ofrecerán en el caravasar de Clasijazz una noche de música original de todos ellos pero también composiciones que significaron algo en sus viajes.

Lluc Casares (saxo tenor, clarinete)

Lluc Casares (Barcelona, 1990). Saxofón tenor y clarinete, aficionado a la composición y arreglos para diferentes formatos instrumentales.  Creció y se formó en un entorno musical propicio: padre y hermano músicos. Pau Casares —padre, clarinetista, saxofonista, director de banda y educador— quiso y supo crear una escuela al margen de la enseñanza reglada y fundar una dinastía familiar, mayor, Joan, batería —desde que oí un redoble de Art Blakey—, el benjamín, saxo tenor y clarinete como el padre —“como ven, poco original”—. Pau, remero de célebres formaciones como Barcelona Hot Angels, de la que fue fundador, La Vella Dixieland, Old Cats Swing Band o Barcelona Jazz Orquestra. Los hijos, referencias de la nueva escena jazzística catalana y nacional con proyectos propios diversos y variados y colaboraciones destacadas con otros distinguidos artistas, juntos, o sea, como Casares Brothers aunados en su querencia por los pianistas, Ellington, Bud Powell, Cedar Walton o Joe Web. Y todos, la saga al alimón, en Casare’s Jazz Machine —de resonancias a lo Elvin Jones y paralelismos con tantos jazz’s brothers & more: Adderley, Heath o la familia numerosa Marsalis.— en empático conclave de nuevas y ancianas generaciones, a veces con el concurso de músicos como el pianista Gerard Nieto o el bajista Josemi Moraleda.

Iniciado en la música desde la infancia, creció rodeado de los sones jazzísticos de SonnyStitt y Louis Armstrong pero también de los ritmos latinos de los Afro- Cuban All Stars o del jazz rock y soul de Earth, Wind & Fire e imagino que bandas en la misma onda como Blood, Sweat & Tears o Chicago.

Su padre, Pau Casares, fue su primer profesor y mentor de clarinete y, andando el tiempo, estimado sideman. Luego completó su licenciatura en la Escola Superior de Música de Cataluña (ESMUC), y como tantos otros emprendió el exilio formativo a tierras de promisión musical: máster en el Conservatorium van Amsterdam tutelado por la leyenda del saxo tenor Ferdinand Povel:

«En la primera clases me hizo interpretar el clásico Body and Soul. Lo toqué y Povel, que acabaría por cambiarme la vida, me hizo comprender que tocaba por intuición, pero que realmente no sabía lo que estaba haciendo. Aquel  día, mi aproximación a la teoría musical y al lenguaje del jazz dio un giro de ciento ochenta grados».

Durante su estancia en el Conservatorio de Ámsterdam participó en un intercambio de seis meses con Temple University (Filadelfia), donde estudió con el célebre saxofonista y educador Dick Oatts.

Estando aún en Holanda le surgió la oportunidad de estudiar en la Juilliard School de Nueva York: fue el primer músico nacional que cursó su prestigioso programa Diploma de Artista y donde tuvo como maestros al trompetista Wynton Marsalis, el baterista Kenny Washington y el bajista Ben Wolfe, el saxofonista George Coleman o el pianista Barry Harris:

«Fueron dos años —2017-2019— muy intensos en los que músicos como ellos me marcaron mucho».

Y en New York tuvo como compañero de piso al baterista Andreu Pitarch —su partenaire de esta noche y de diversos proyectos— y cómplice entonces de mil y una aventuras que tendría como escenario habitual noches y madrugadas de jams y conciertos en los jazz clubs de la Gran Manzana. Como el Small:

«Iba muchas noches a la jam session del Small Jazz Club, donde aparecía con asiduidad Roy Hargrove quien, literalmente, daba una lección a todo el club cada vez que se pasaba por ahí. Sacaba la trompeta, tocaba un coro magistral y se sentaba. Cuando aquello sucedía, en aquellos momentos de la madrugada, en aquel club no se oía ni una mosca».

Y, luego, de recogida, una larga caminata sumidos en una arrebolada conversación cargada de emociones y detalles: ¡Ese solo!, ¿Y ese adorno en el canto de la caja? ¿Te fijaste en quien era el del fondo? ¡Vaya noche!

De regreso a Barcelona, cuenta nueva que no borrón: como olvidar tan  feraz bagaje. Tiempo de caminar, de emprender camino con nuevos proyectos y colaboraciones, tocar cada día, o cada noche, como horizonte.

Ha tenido ocasión de compartir escenario con grandes figuras como Dr. John, Nicholas Payton, Frank Wess, Phil Woods, Lee Konitz, Jon Faddis, Jesse Davis, Joe Farnsworth, Jesse Van Ruller, Arturo Sandoval, Wendell Brunious, Grant Stewart, Ben Van Gelder o Benjamin Herman, entre otros y actuado en los más importantes festivales europeos —North Sea, Montreux, Marciac, Jazz Middelheim, Baloise Session o Terrassa, así como prestigiosos clubes: Dizzy’s Club Coca Cola o Fat Cat (Nueva York), Bimhuis (Ámsterdam), Jamboree (Barcelona) o Jazz en el Lincoln Center (Shanghái) y, esta noche, en Clasijazz (Almería).

Dirige sus propias formaciones, quinteto o septeto, y codirige la singular Barcelona Art Orchestra junto a Luis Vidal, Néstor Giménez y Joan Vidal, agrupación a medio camino entre el jazz y la música de cámara que busca sinergias con otras disciplinas artísticas como el teatro, la danza o la poesía y el objetivo de sumar en un mismo proyecto diversos estilos y varias generaciones de músicos de enorme talento. Han publicado su primer álbum, Ragtime Stories (Underpool, 2022) que ha recibido Premio Alicia a la Composición de la Academia Catalana de la Música.

Además es miembro de señaladas bandas, entre otras, Smack Dab o The Gramophone Allstars Big Band, entre otras.

Lluc con junto a seis músico amigos —Irene Reig, Pol Omedes, Oriol Vallès, Héctor Floría y su hermano Joan— fundaron a finales de 2020 The Changes Music, colectivo y sello discográfico orientado a dar salida a nuevos proyectos y grabaciones propios pero también de otros artistas sin las directrices y limitaciones de agentes externos o de las grandes compañías. En apenas cuatro años han publicado una larga veintena de muy reseñables álbumes. Si está interesados:

https://thechangesmusic.com/

Además imparte clases en la ESMUC, ESEM (Taller de Músics en Barcelona), también ha enseñado en el CSMIB (Conservatorio Superior de Música de las Islas Baleares) y ha impartido un seminario en el Conservatorio de Turín (Italia) y varias clases magistrales en 2 institutos en Shanghái (China).

Uno de los momentos más destacados de su carrera fue cuando la Orquesta de Jazz en el Lincoln Center con Wynton Marsalis lo invitó a tocar una canción en un abarrotado Palau de la Música Catalana en febrero de 2020.

Como sideman ha colaborado en cerca de una treintena de álbumes con destacados músicos y bandas. Y como líder cuatro: el primero Red (Temps Records 2015) al que siguie Sketches Overseas (Outside In Music 2018), grabado en Nueva York y ganador del premio al «Mejor Álbum de Jazz de 2018» otorgado por la revista Enderrock, el tercero Septet (The Changes 2021) y el último, Ride (The Changes 2023), grabado en Ámsterdam con la colaboración del maestro guitarrista Jesse Van Ruller.

Red (Temps Records, 2015): Bruno Calvo (tp) Lluc Casares (st, cl) Pablo Martínez (tb) Jack Saint Clair (fl) Xavi Torres (p) Giuseppe Romagnoli (b) Joan Terol (d) Sanne Huijbregts (v). Incluye 9 temas, seis son composicioes originales de Casares y 3 versiones: un tema de Bob Marley, otro del pianista Xavi Torres y un clásico del cancionero estadounidense. El álbum puso el punto final a un largo proceso de aprendizaje académico, cerrado en octubre de 2014 tras completar sus estudios de Master en el prestigioso Conservatorium Van Amsterdam. Durante su estancia en éste, ha tenido la oportunidad de llevar a cabo un intercambio en Temple University, Philadelphia durante medio año (agosto-diciembre 2013). La música que contiene el disco está escrita en estos dos lugares y en Barcelona, de donde nunca se separó. Grabado en Ámsterdam en octubre de 2014.

Sketches Overseas (Outside In Music 2018): Philip Dizack (trompeta) Joel Ross (vibráfono) Addison Frei (piano) Mark Lewandowski (bajo) Francesco Ciniglio (batería) Lluc Casares (saxo tenor y clarinete. Incluye 9 temas: Introducción (Oda A Kafounti)ne), Maferefun, Blues, ¿Uf? Nuek?, Delineando, Pon el freno, Juntor , El Gentrificador , La canción de nadie. Sketches Overseas, o fuera de casa, bocetos o pequeñas representaciones de diferentes encuentros y situaciones vividas en un lugar en el que no podía anticipar que alguna vez viviría, la ciudad de Nueva York.

Septet (The Changes, 2021): Lluc Casares (st, cl) Pol Omedes (tp) Irene Reig (sa) Alba Pujals (tb, 2-6) Rita Payés (tb, 1, 7, 9) Xavi Torres (p) Pau Sala (b) Joan Casares (d). Incluye 10 cortes, 8 composiciones de Casares (Foam, Jep’s Job, A Walk, How Far Is Whashinton Heights, Nova Iberia (intro), Nova Iberia, Plantukis, Plantukis (outro) y los clásicos I’ll Let You Know (Cedar Walton) y A Starling’s Theme (Frank Strozier).

Ride (The Changes, 2023): Lluc Casares (st) Jesse Van Ruller (g) Kaisa Mäensivu(b) Andreu Pitarch(d).- Ahora en formación de quinteto con los holandeses y Pitarch a la batería. Reptertorio de composiciones propias —Intro, Grewisms, Melo, Ride y Moviments (live at the Bimhuis)— y el resto del pianista Xavi Torres (Prova Dos) y dos clásicos de Allie Wrubel (Gone With The Wind) y Quintessence de Quince Jones

Will Barry (piano)

Will Barry (Londres, 1993). Pianista, baterista y percusionista. En 2016 se graduó en la prestigiosa Royal Academy of Music (2016).

En 2017 la histórica Musician’s Company —fundada en 1500 con la finalidad de regular a los músicos de la ciudad— le concedió el Jazz Young Musician Award (Premio al Joven Músico de Jazz), codiciado galardón entre la oleada de músicos de gran talento procedentes de los destacados conservatorios del Reino Unido. En esa edición, celebrada el 22 de octubre en el Pizza Express, quedaron finalistas James Copus (trompeta), Shirley Tetteh (guitarra), Lluis Mather (saxofón), Tim Thornton (bajo) y Will Barry (piano). Leslie East, representante de la organización, declaró al respecto que el concurso fue muy disputado aunque Will Barry fue “el claro vencedor”.

Pronto consolidó un reputación internacional colaborando en diversos proyectos y con destacados músicos, entre otros, el legendario trompetista Eddie Henderson, los saxofonistas Alex Garnett, Giacomo Smith y Alex Hitchcock. Mark Lockheart, Stan Sulzmann, Clark Tracey, Jean Toussaint, la National Jazz Orchestra o liderando el cuarteto con el que se presentó en el londinense 606 Club en agosto de 2023 del que formaban parte además el saxofonista James Allsopp, el bajista Ferg Ireland y Matt Skelton a la batería.

Ha actuado además con diversos proyectos en prestigiosos festivales, entre otros, North Sea Jazz Festival (Holanda), Love Supreme (Glynde, East Sussex), Green Hours (Bucarest, Rumanía) u  Umbría Jazz Festival (Perugia, Italia). Y en clubes selectos como el citado 606, Ronnie Scott’s, The Bull’s Head o Vortex Jazz Club.

A lo largo de su estancia en España, se presentó en diversos escenarios con músicos como Mario Rossy, Madison McFerrin y Perico Sambeat, así como con músicos como cubanos Julio Montalvo, Yoel Páez e Isaac Delgado Jr, actuando en Barcelona, Alicante y Madrid y grabando para estudiantes del Campus de Valencia de Berklee College of Music en Valencia.

Notable es su participación en el grupo liderado por Jasper Høiby, bajista danés de la banda Phronesis —actuó en Clasijazz en marzo de 2018— Fellow Creatures, banda de formato variable y adaptable cuyo primer álbum de título homónio, Fellow Creatures (Edition, 2016), contó con el saxofonista Mark Lockheart, la trompetista Laura Jurd, Will Barry al piano y el baterista Corrice Dick. Las composiciones, originales de Høiby, están inspiradas en la obra Esto lo cambia todo de la ensayista canadiense Noemi Klein —autora también del exitoso No Logo: el poder de las marcas— en la que analiza lo que debemos hacer para asegurarnos de no devorar este hermoso planeta, junto con todos sus recursos naturales. ¿Cómo podemos aprovechar esta crisis ambiental y transformar nuestro fallido sistema económico para construir algo radicalmente mejor para todos? La banda se presentó en Turquía, Bélgica, Alemania, Suiza, Austria, Dinamarca, Holanda y más de continuo en el Reino Unido.

El pianista Cucho Valdés definió su forma de tocar como «una interpretación sensible y fluida, un sonido hermoso».

Conor Chaplin (contrabajo)

Conor Chaplin nació en el suroeste de Irlanda y creció fundamentalmente en el condado inglés de Surrey. Estudió en el Trinity College of Music de Greenwich bajo la tutela de profesores como Simon Purcell y Steve Watts, entre otros. Completó su formación con el fallecido gran compositor y educador Martin Read en Alton College de Hampshire, a la par que formó parte de la Orquesta Juvenil de Jazz del Condado de Surrey, con sede en Woking, y de la Orquesta Nacional Juvenil de Jazz dirigida por Bill Ashton y Mark Armstrong.

En la actualidad colabora principalmente en proyectos dirigidos por el noruego Marius Neset, la laureada saxofonista inglesa Emma Rawicz, la también premiada trompetista Laura Jurd y el guitarrista Tom Ollendorff, con los que realiza frecuentes giras y grabaciones.

Con Marius Neset participa en su Happy Quintet, grabando los álbumes Happy (Act, 2022) —del además que formaban parte el teclista Elliot Galvin, el pianista Magnus Hjorth y el baterista Anton Eger— y Geyser (Act, 2023) —con el pianista Ivo Neame, el vibrafonistaJim Hart y Anton Anton Egera la batería— y la colaboración de la London Sinfionietta dirigida por Geoffrey Paterson.

Con el cuarteto Dinasour nominado al premio Mercury dirigido por la trompetista inglesa Laura Jurd —junto el pianista Elliot Galvin y el baterista Corrie  Dic— participó en los álbumes Togheter. as one (Edition, 2016), Wonder Trail (Edition, 2019) y To The Earth (Edition, 2020). La música, escrita por Jurd, persigue un continuo camino de exploración e investigación con grandes dosis lúdicas y destreza técnica lo que le ha valido el apelativo de supergrupo. «Collage de estilos contemporáneos bellamente interpretado y sin esfuerzo». John Fordham, The Guardian.

Destaca también su colaboración con la joven y premiada saxo tenor Emma Rawicz en su segundo álbum como líder Chroma (Act, 2023) en formato de quinteto —completado por el guitarrista Ant Law, el pianista Ivo Neame, el baterista Asaf Sirkis y el vocalista Immy Churchill. Titulado significativamente Chroma —color o pintura en griego clásico— Ocho de las 9 composiciones originales incluidas llevan el nombre de un color. La razón es que Emma sufre de cromestesia, una variante de sinestesia que la lleva siempre y de forma involuntaria y simultánea a experimentar la música a través de una segunda vía sensorial: el color: «No puedo hacer nada mientras escucho música porque siempre hay una sobrecarga sensorial mientras la escucho». La recepción crítica fue unánime: «Sorprendente nuevo talento» (Jamie Cullum, BBC Radio 2); «Un valor a tener en cuenta» (Jazzwise); «Posee un sonido fantástico» (Marlbank).

Intensa y de largo recorrido es su relación con el guitarrista Tom Ollendorff, otro de los jóvenes leones del jazz anglosajón actual, cuyo sonido combina la interpretación virtuosa con sofisticadas ideas armónicas y melódicas. A trío—un combo muy elegante—, junto al batería Marc Michel participó en los álbumes A Song for You (2021) y Open House (2023) con el saxo tenor neoyorquino Ben Wendel en algunos de los temas y publicados por el sello Fresh Sound New Talent.

Y a trío pero ahora coliderado junto a Ollendorff y el ilustre baterista estadounidense Ari Hoening es Enchanted (Fresh Sound New Talent, 2023) con un repertorio de originales del guitarrista y Hoening, del jazz moderno como el coltraniano “Satellite” y “Deluge” de Wayne Shorter o el clásico de Rodgers y Hammerstein “Some Enchanted Evening”. El propio Hoening en las notas del álbum escribió refiriéndose a Conor Chaplin: «otra joya británica… un multiinstrumentista y un auténtico músico de equipo».

Entre estos proyectos regulares y otras ocasiones puntuales, ha tenido ocasión de realizar numerosas giras por el Reino Unido, América del Norte, Europa y Asia y ha tenido la suerte de actuar con diversos y destacados artistas, entre otros, Kit Downes, Ben Van Gelder, Reinier Baas, Thomas Strønen. Bobo Stenson, Harold Mabern, George Garzone, Billy Cobham, Jacob Collier, Jesse Van Ruller, Iain Ballamy, Julian Siegel, Natalie Williams, Ivo Neame, Tony Tixier, Keyon Harrold, Stan Sulzmann o Bobby Wellins, así como con el trío del pianista Ethan Iverson con Andreu Pitarck en el londinense Vortex Jazz Club el 5 de agosto de 2022. (Ref: London Jazz News).

Andreu Pitarch (batería)

A Andreu Pitarch (Barcelona, 1994), lo del ritmo le vino de nacimiento. Dicen que antes de dar sus primeros pasos ya tamborileaba con sus dedos diminutos todo cuanto se ponía a su alcance, toc tac toc, en la trona a la hora del biberón madrugador, tic, tac, tic, en el vaso durante el almuerzo, tim, tam, tum en los barrotes de la cuna a compás de los sones —pongamos que de Art Blakey y sus mensajeros del jazz o, acaso, del Alphonse Mouzon de Weather Report, o tal vez del Philly Joe Jones del combo de Miles Davis— que le llegaban desde la sala donde sus padres aguardaban a que se durmiera escuchando vinilos. ¡Vana esperanza, cómo se iba a dormir!

Sus padres —aficionados al jazz y comprometidos con el mundo cultural— viendo su resuelta obstinación y antes de que echara abajo media casa decidieron comprarle una baby drum adecuada a su edad y aquello fue como quien tiene una alucinación. Sentado frente a ella pasó más de media infancia zumbando sin descanso los ritmos que bullían en su memoria pero sin saber aún quienes eran Blakey, ni Elvin Jones, ni Max Roach ni siquiera qué era esa cosa llamada jazz. Y un recuerdo vivaz de uno de los muchos conciertos a los que le llevaba su madre: Weather Report, asombro, perplejidad, sorpresa. El jazz vino después y la batería destrozada: «¡Es que me gusta tocar la batería, no puedo evitarlo!», hubiese argüido remedando las palabras del veterano Roy Haynes de haber sabido de él entonces.

Como su inclinación iba in crescendo su padre alquiló un pequeño local por horas para que pudiera tocar y allí donde continuo dando pábulo a su afición y golpes a los parches y al poco al Taller de Músics donde de la mano de Javier Crespo Maurel —batería y colaborador de legendarias bandas como Orquesta Platería, Mirasol Colores y de artistas como Olga Guillot, Mayte Martín, Martirio o Peret— encauzó su ideario hacia ritmos a lo latino, sobre todo del batería y percusionista cubano Horacio Hernández ‘El Negro’.

En 2012 —recién estrenada la mayoría de edad—, su pasión le llevó a la ESMUC (Escuela Superior de Música de Cataluña), donde continuó su formación bajo la tutela de profesores como Lluís Vidal, Horacio Fumero, Albert Bover o Joan Díaz y en especial David Xirgu, gran baterista, pedagogo y responsable de la celebrada master class titulada El batería es un provocador. Filosofía y rol de los bateristas. Fue Xirgu quien le orientó en los entresijos de la batería de jazz a través del arte del beat de Max Roach, y allá devoró el tiempo entre clases y ejercicios, mucho Max Roach, los discos del quinteto con el trompetista Clifford Brown, sus grabaciones como solista, transcripciones de sus solos… pero la misma inquietud, creciente obstinación….

… e insaciable curiosidad le guiaron en 2014 hasta Ámsterdam donde estudió durante un año en el Conservatorio de la ciudad de los canales y los mil garitos de música en vivo, pero también del impresionante Bimhuis —el nuevo, el antiguo situado en el distrito rojo fue fundado hacia 1974 por un grupo de improvisadores reunidos bajo el acrónimo de Bim—. Sus horizontes se ampliaron, estableció nuevas relaciones entre otras con algunos paisanos. Considera aquella experiencia valiosa por la diversidad de músicos de diferentes ámbitos geográficos y filiación estilística… Pero su ambición y hambre de aprendizaje lejos de cesar, fue en aumento.

Dos años después, en 2017, fue admitido para realizar un máster (Master of Music) en la prestigiosa Manhattan School of Music de Nueva York, donde se graduó con honores (summa cum laude) en 2019. Estudió con maestros del jazz tales como el vibrafonista Stefon Harris, el saxo Dave Liebman, el pianista Phil Markovitz o los bateristas Kendrick Scott y John Riley, entre otros. Seguro que, entre baquetazos y bolos, se empapó de los nutritivos textos del maestro Riley como The Art of Bop Drumming, Beyond Bop Drumming, The Jazz Drummer’s Workshop o The Master Drummer DVD. Sobre el sistema enseñanza de la Manhattan School subraya con especial énfasis el que todas las clases se impartían tocando, fuesen de improvisación, armonía, pedagogía o historia, verbi gracia, si tocaba la época del hot, pues explicación del estilo y repiqueo hot en los cantos de la caja.

—¿Un cafetito?

—Vale, perfecto, y un cigarro

—¿Y Tony Williams, eh?

—¡Ah!, Tony, eso vino después, hará tres años…

Hago cuentas y tres años atrás debía estar cursando el máster en la Manhattan School, atento a los consejos de John Riley, pero callo porque la conversación es varia y tornadiza, como lo son las improvisaciones y los conciertos, como lo es el jazz… Le he preguntado por Tony porque he atisbado en su toque esa manera tan personal de   acentuar con los platillos, de crear espacios con el hit hat, de empujar con el replicante del gran maestro… y mientras tanto —es lo que tiene el pensar y hablar a la vez de dos cosas diferentes—, la conversación se pierde por el frondoso bosque de los bateristas que fueron, que son y serán y de súbito le viene a la memoria el álbum A Love Supreme de John Coltrane y aquel soberbio cuarteto con McCoy Tyner, Jimmy Garrison y a la batería Elvin Jones que podía tocar con la violencia y furia de un huracán pero también con la suave delicadeza de una pluma.

—Fíjate en la grabación John Coltrane and Johnny Hartman, no coge ni una sola vez las baquetas, todo escobillas y delicadeza —dice como quien recita un monólogo bien aprendido, o ensaya un solo de batería, a saber.

Corre una suave pero fría brisa, el cielo se tiñe de atardecida, nos miramos y espoleado por la reciente muerte de Chick Corea, saca a colación su álbum Now He Sings, Now He Sobs (1968), a trío con el bajista checo Miroslav Vitouš, y el batería Roy Haynes

—¡Ah, los tríos! —suspira como quien anhela un sueño.

En Nueva York vivió en Washington Heights —barrio situado en la zona norte de Harlem— y allí seguiría estudiando, pernoctando en clubes como el Small, el Smoke o el Village Vanguard de no ser porque la irrupción de la pandemia se llevó todo al garete. Hizo las maletas y emprendió el regreso: «Ahora hará casi un año, el 18 de marzo de 2020» —confirma con un acusado deje de nostalgia—. Pero antes dejó sellada una previsora estrategia: logró el visado de artista que se concede por un periodo de tres años y aún abriga la esperanza de volver, aunque reconoce que en la Gran Manzana hay mucha competencia y resulta difícil abrirse camino en una escena tan potente,,, «¡Y hay que buscarse la vida, en lo que sea»! —apostilla con esa manera suya suave de hablar  al modo de las escobillas de Elvin Jones. Pienso, aunque me lo guardo: «No creo que allí tuviese el menor impedimento quien nació redoblando con los nudillos un improvisado 3/4 en los barrotes de madera de la cuna.

—¿Y proyectos? —prefiero mensaje— ¿Tienes en mente uno personal?

—Lo he pensado, quizás pronto. Tengo que preparar material, escribir canciones… —duda, reflexiona y añade— En realidad me gusta ser sideman. Acompañar a la gente que conozco, que me gusta, con la que me siento cómodo tocando. Incluso como ahora, con la big band, ceñirme al espacio delimitado en los arreglos.

—¿A quinteto? ¿Para cuántas voces…?

—Trío, es el formato que te permite respirar mejor, que deja lugar para la interacción, para establecer un diálogo abierto con los compañeros…, con el pianista Xavi Torres. Aunque no descarto escribir para más instrumentos…

Tocar con quien a uno le gusta, mantiene afinidades musicales y media empatía lo ha hecho Andreu desde siempre, con antiguos compañeros y con nuevos hallados en el camino que han solicitado sus elocuentes servicios para unirse a combos como los capitaneados por quinteto de Félix Rossy, Rita Payés, Jaume Llombart, Oriol Vallès, Irene Reig… Y en este sentido puede considerarse un privilegiado, no por azar o suerte sino por su sabio buen hacer.

Ha colaborado en diversos y variados proyectos discográficos, entre otros, Godzilla plays the Blues (2017) a trío con Xavi Torres y el bajista Giuseppe Romagnoli, con temas originales de los miembros, entre ellos uno propio “Cançó de Bressol (Lullaby)”, en el álbum del cuarteto del flautista Fernando Brox, Secreto (UnderPool, 2017) con el pianista Toni Saigi y Pau Sala a la batería; con el saxo alto Víctor Jiménez, Víctor Jiménez & Friends 2 (Sedajazz, 2017), doble Cd grabado en directo en el Jimmy Glass de Valencia, dos formaciones a cuarteto y en el que Pitarch intervino en el primero, completando la sección rítmica con el pianista inglés Will Barry y la joven contrabajista Flo Moore. Con el cuarteto del trompetista Oriol Vallès mantiene una relación más extensa, participando en cuatro álbumes para el sello The Changes Music: The Snow (2019), completado por el pianista Xavi Torres —aquí con el Fender Rhodes y el contrabajista italiano Giusseppe Romagnoli y que recoge temas de los miembros, entre ellos “Changes” de Andreu Pitarch; More Changes (2020) con el teclista Joël González y el bajista Xavi Castillo; Recer (2021) de nuevo con Xavi Torres y Campisi y el reciente Cap Clar (2023) con la misma formación, composiciones del líder y grabado durante la pandemia.

con el cuarteto del guitarrista Ray Paz, Plays Gipsy (Fresh Sound New Talent, 2019), junto al pianista Toni Saigi, el bajista Pau Sala y la colaboración en uno de los temas de la cantante Mayte Alguacil. Exploración muy personal del cuarteto en clave jazzista del musical Gipsy —considerado el mejor de la historia de Broadway, con música de Jule Styne, letras de Stephen Sondheim y libreto de Arthur Laurents.

Looking at the Surroundings (UnderPool, 2020) del quinteto liderado por el trompetista Félix Rossy es la más reciente colaboración de Andreu Pitarch. Grabado en la barcelonesa sala Nota 79 contó además con el trombonista Tomeu Garcías, el pianista Davis Whitfield  y el contrabajista Benjamin Tiberio y la colaboración en dos de los temas de la cantante y trombonista Rita Payés. Todas las composiciones son de Rossy, salvo la que abre la sesión, “Changes” (Pitarch), la que la cierra, “Back and Forth” (Whitfield) e “Infant Eyes” (Wayne Shorter). Álbum de especial significado porque, en palabras de Rossy, «es una llamada a la colectividad, a mirar más allá de uno mismo como oposición al actual clima general de individualismo» y que define la personalidad del trompetista, alguien que va mirando alrededor —en traducción no literal del título— para encontrar con quien tocar y quienes mejor que los viejos amigos: Félix es amigo de Andreu desde los 10 años y de Davis desde la adolescencia.

Activo profesionalmente desde hace más de una década ha tenido ocasión además de tocar y colaborar con otros destacados jazzmen de la escena nacional e internacional como el guitarrista Peter Bernstein, los saxofonistas Perico Sambeat, Lluc Casares y Ben van Gelder, los pianistas Ethan Iverson, Arturo O’Farrill, Lluís Vidal, Joan Díaz, Davis Whitfield, Isaiah Thompson y Steven Feifke, los trompetistas Jon Faddis, Raynald Colom y Bruno Calvo o el histórico contrabajista Horacio Fumero, entre otros muchos.

Reseñable fue su participación en 2017 en el Esmuc Jazz Project Univers Ornette, en el que la orquesta de la Escuela Superior de Música de Cataluña dedicó su programa anual a la música del saxo y compositor Ornette Coleman, abanderado de la vanguardia y el free jazz y uno de las figuras más influyentes de la historia de la música del siglo XX

Se ha presentado en clubes, salas y festivales de renombre de Europa, Estados Unidos y Canadá, entre otros, Dizzy’s Club, Birdland, Smalls Jazz Club, Mezzrow, Bimhuis, Jamboree, L’Auditori de Barcelona, Jimmy Glass Jazz Bar, Sunset Jazz Club, Hot Clube de Portugal, así como en festivales de jazz como los de Terrassa, Granollers o el SunFest Country Music Festival de Canadá.

Al margen de su carrera como intérprete, dedica parte de su tiempo a la docencia. Con seis años de experiencia, he impartido clases en escuelas de música de Barcelona y clases particulares a alumnos de diferentes edades y niveles. En 2019 fue profesor invitado en el seminario de música Tenerife Jazz Camp, organizado por el saxofonista canario Kike Perdomo. Durante su estancia en Nueva York, trabajó para S’Cool Sounds, organización cuyo objetivo es brindar acceso a la educación musical en las escuelas públicas para niños y niñas de comunidades más desfavorecidas. En la actualidad es profesor de batería y combo en la Escola Superior de Música de Cataluña (ESMUC).

En febrero de 2021 impartió una sustanciosa clase magistral on line desde el Paraninfo de la Universidad de Almería en el marco de las que viene patrocinando su Aula de Música.

En julio de 2021 recibió el premio a mejor instrumentista en el 44. Festival Internacional de Jazz de Getxo, dónde participó con el cuarteto de Victor Jiménez que recibió el 2º premio en el concurso de grupos.

Además fue miembro de la Clasijazz Big Band Profesional a lo largo de la residencia artística que tuvo lugar durante el primer semestre de 2021 con un variado repertorio que incluía programas de grandes figuras y compositores de la historia del jazz: Maria Schneider, Miho Hazama, Duke Ellington, Roy Hargrove, Bernard von Rossum, entre otros.

© José Santiago Lardón Santi (Abril, 2024)

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